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Como de costumbre, los azerbaiyanos estaban esperando con impaciencia el Festival Nowruz, que se celebra el 20 y 21 de marzo. Pero este año fue diferente: las calles están en silencio y las celebraciones han sido suspendidas. A los ciudadanos mayores de 65 años se les prohibió dejar sus casas. Las autoridades han aplazado todas las actividades públicas, incluidas las bodas, hasta nuevo aviso. Las escuelas están cerradas hasta el 20 de abril. Las calles se han vuelto misteriosamente vacías.
Una rápida difusión
La pandemia del coronavirus se ha difundido en el Cáucaso Sur: hasta la fecha, según el mapa de la Universidad Johns Hopkins, hay 72 casos confirmados del virus en Azerbaiyán. Aunque el país confirmó su primer caso el 28 de febrero, un ciudadano ruso que había viajado a Azerbaiyán desde Irán, hubo alusiones a posibles casos en el país desde hace una semana antes. Bielorrusia también informó de su primer caso ese día: un estudiante iraní que viajó al país desde Azerbaiyán el 22 de febrero que fue diagnosticado el virus. El 27 de febrero, Georgia, país vecino por el oeste, confirmó que un ciudadano había sido infectado por el virus que habia vuelto de un viaje a Irán y había pasado por Azerbaiyán unos días antes (los funcionarios azerbaiyanos de aduanas declararon que el visitante no mostraba ningún síntoma cuando cruzó la frontera).
La mayoría de estos casos está relacionada con viajes a Irán, país que limita al sor con Azerbaiyán y que ha sido azotado fuertemente por la pandemia. Irán, que enfrenta uno de los mayores brotes fuera de China, informó de su primer caso el 19 de febrero. Pese a esto, Azerbaiyán demoró 10 días en cerrar sus fronteras con este país, fue el último país en hacerlo. Este retraso ya ha provocado fuertes críticas al Gobierno.
Las autoridades trataron de poner en cuarentena a los que llegaban de Irán bastante pronto, pero surgieron escándalos sobre las condiciones. El 27 de febrero, un grupo de pacientes publicó videos en las redes sociales del hospital donde estaban confinados después de atravesar Irán. En las habitaciones faltaban sábanas, jabón y agua. Poco después, el director del hospital fue despedido. Al día siguiente, aparecieron más videos que demostraban el lamentable estado de los hospitales centrales de las regiones de Astara y Jalabad, donde se ponían en cuarentena a las personas procedentes de Irán. Cuando un grupo de pacientes intentó dejar el hospital, fue rodeado por las fuerzas especiales de policía mientras un portavoz dijo a Azadlig Radio, el servicio azerbaiyano de REL/RL (Radio Europa Libre / Radio Libertad), que las condiciones dentro del hospital eran buenas y que los pacientes estaban simplemente portándose mal. Finalmente, el 29 de febrero, Azerbaiyán cerró sus fronteras con Irán.
Sin embargo, los casos siguieron aumentando. El 5 de marzo, a un ciudadano alemán y a dos azerbaiyanos les diagnosticaron el virus a su vuelta de Irán; 276 ciudadanos azerbaiyanos evacuados de Irán fueron puestos en cuarentena. Bakú cerró sus fronteras con Georgia y Rusia el 13 y el 16 de marzo. El país lloró su primera muerte el 12 de marzo; un azerbaiyano afectado por una enfermedad autoinmune, murió mientras buscaba tratamiento médico para el coronavirus en Irán.
Aprovechando del cierre
Al igual que sus vecinos, también Azerbaiyán está ahora en confinamiento. Y las restricciones van mucho más allá de las prohibiciones de celebrar Nowruz. Un cuartel general especial ha recibido el encargo del Consejo de Ministros de sancionar a quienes difunden desinformación y advertir a quienes impiden el trabajo de los servicios sanitarios. El 17 de marzo, los municipios empezaron a reducir el transporte público y en poner restricciones a los viajes interurbanos.
El mismo día, la Asamblea Nacional, el Parlamento de Azerbaiyán, aprobó una ley que endurece las sanciones por violar el régimen de emergencia. Las enmiendas al Código Penal prevén ahora una pena de hasta tres años de prisión o una multa de 2500 a 5000 manat (1500 a 3000 dolares estadounidenses) por violar las normas sobre la epidemia o por ayudar a la difusión del virus. Las enmiendas al Código Administrativo implican ahora que los ciudadanos comunes que violen las leyes básicas se enfrentan a multas de cien ya hasta 200 manat (60 a 120 dolares estadounidenses), y los funcionarios enfrentan multas de 1500 a 2000 manat (900 a 1200 dolares estadounidenses). Las nuevas enmiendas a la ley de información también endurecen las restricciones sobre «falsa información que pueda perjudicar la vida o la salud de los ciudadanos».
En muchas de estas medidas, la respuesta de Azerbaiyán no se diferencia de la de otros Estados. Por ejemplo, en su debate televisado a nivel nacional del 18 de marzo, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que esta pandemia era el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial. Pidió a los alemanes que reconocieran la gravedad de la situación y que hicieran su parte en ayudar a ralentizar el virus.
Pero a 3700 km de distancia, en Bakú, el tono de la respuesta del líder de Azerbaiyán fue bastante diferente.
El 19 de marzo, el Presidente Ilham Aliyev se dirigió a los ciudadanos, celebró la llegada de la primavera y explicó las razones de la cancelación de las actividades públicas. Luego, cambió a otro mensaje:
[…] We see open provocations. Where do these provocations come from? From the very fifth column, from the enemies who are among us, the elements calling themselves opposition, the traitors who receive money from abroad. Their main goal is to destroy Azerbaijan. The worse for Azerbaijan, the better for them. Look at their addresses on social networks, they are full of hatred and provocation. They seem to want riots to happen. They want turmoil. They want panic. And then they claim that they care about the Azerbaijani people. They are our enemies, and we must openly state this. It is not known what this disease will lead to. Therefore, during the existence of the disease, the rules of completely new relationships will apply. Let everyone know this. It is possible that a state of emergency may be declared at some point. In this case, the isolation of representatives of the fifth column will become a historical necessity […] But we cannot allow the anti-Azerbaijani forces, the fifth column and national traitors to take advantage of this situation to commit various provocations. Let everyone know it.
[…] Vemos abiertas provocaciones. ¿De dónde vienen? De la verdadera quinta columna, de los enemigos que están entre nosotros, los elementos que se hacen llamar oposición, los traidores que reciben dinero del extranjero. Su principal objetivo es destruir Azerbaiyán. Cuanto peor para el país, mejor para ellos. Miren sus discursos en las redes sociales, llenos de odio y provocación. Parece que quieren que ocurran alborotos. Quieren que haya confusión. Quieren el pánico. Y luego afirman que se preocupan de los azerbaiyanos. Son nuestro enemigos, y lo declaramos abiertamente. No sabemos adónde nos llevará esta enfermedad. Sin embargo, durante su existencia, se aplicarán normas completamente nuevas sobre las relaciones. Que todos lo sepan. Es posible que, en cierto momento, se declare el estado de emergencia. En este caso, el aislamiento de los representantes de la quinta columna se convertirá en una necesidad histórica […] pero no podemos permitir que las fuerzas antiazerbaiyanas, la quinta columna y los traidores nacionales saquen partido de esta situación para perpetrar provocaciones. Que todos lo sepan.
Este discurso no fue tan diferente de lo que el presidente Aliyev dio el 14 de marzo, en la primera sesión de la recién elegida Asamblea Nacional:
It is no secret that the public and political situation in Azerbaijan is currently very stable. There is not a single factor in our country that can pose a threat to public and political stability. This is why the anti-Azerbaijani forces are trying to create these factors outside our country. They no longer rely on the group that calls itself the opposition here and supposedly continues to operate in an absolutely shameful position. And there is no more confidence for them. So work is underway to create a new fifth column because the current fifth column does not justify the confidence of its owners […] Therefore, a new fifth column is being sought. In this regard, I want to strictly warn all political forces: this is a path of betrayal. Whoever follows this path will commit treason against the people and state. Therefore, all our internal problems should be resolved within Azerbaijan. We should not export our domestic problems or political discord. First of all, it is absolutely pointless because there is no force in the world today that can impose any solution on us or dictate anything to us. There is no such force out there and as long as I am president, there won’t be any. Therefore, it is absolutely pointless. Attempts to exert pressure on Azerbaijan or threaten us with sanctions are all completely meaningless. This is a crime against the state, not against the government, and let no-one forget that.
No es un secreto que la situación actual en Azerbaiyán, tanto pública como política, es muy estable. No hay un solo factor en nuestro país que pueda suponer una amenaza para la estabilidad pública y política. Es por eso que las fuerzas antiazerbaiyanas están tratando de crear estos factores fuera de nuestro país. Ya no dependen del grupo que aquí se hace llamar oposición y que, supuestamente, sigue operando desde una posición absolutamente vergonzosa. Y no hay más confianza en ellos. Así que trabajan en la actualidad para crear una nueva quinta columna porque la actual no justifica la confianza de sus dueños […] Por lo tanto, se está buscando a una nueva quinta columna. A este respecto, quiero avisar estrictamente a todas las fuerzas políticas: esto es un camino hacía la traición. Cualquiera que lo siga estará traicionando a las personas y al Estado. Por eso, nuestros problemas internos se deben resolver dentro de Azerbaiyán. No debemos exportar nuestros problemas locales ni discordia política. Ante todo, es absolutamente inútil porque, hoy en día, no hay una fuerza en el mundo que nos pueda imponer ninguna solución ni ordenar nada. No hay tales fuerzas fuera y mientras sea yo el presidente, no las habrá. Por lo tanto es inútil. Tratar de ejercer presión sobre Azerbaiyán o amenazarnos con sanciones es totalmente irrelevante. Esto es un crimen contra el Estado, no contra el Gobierno, que nadie lo olvide.
Esos discursos intrigaron a los espectadores. ¿Quiénes eran «todos» los que necesitan saberlo? Más importante aún: ¿quién era «la quinta columna»? El término nació durante la Guerra Civil Española y se refiere a un grupo de personas cuya intención es socavar a un grupo más grande o una nación desde dentro por cualquier medio a disposición.
Tradicionalmente lo usan en Azerbaiyán los representantes del Gobierno al referirse a sus oponentes políticos. En diciembre de 2014, el entonces jefe de gabinete del presidente, Ramiz Mahdiyev, publicó un manifiesto de 60 páginas titulado «El orden mundial de la doble moral y el Azerbaiyán Moderno» en el que afirmaba que los defensores de derechos humanos de Azerbaiyán eran una «quinta columna» de Estados Unidos. En 2015, el jefe adjunto de la administración presidenzial, Novruz Mamedov, reiteró una teoría de que el Fondo Nacional para la Democracia era el actor principal del apoyo a la «quinta columna» en Azerbaiyán.
Finalmente, ambos fueron despedidos de sus puestos pero, persiste esta visión del mundo.
La denuncia de Mehdiyev se produjo en el momento de una represión sin precedentes contra los activistas de la sociedad civil azerbaiyana y el cierre de Azadliq Radio. Veintenas de periodistas, defensores de derechos humanos y activistas políticos fueron detenidos por cargos cuestionables de posesión de droga y condenados a largas penas de prisión. Los activistas de la oposición temen ahora que sea inminente una nueva campaña de represión contra la oposición de Azerbaiyán. Con los nuevos poderes de emergencias para contener la pandemia de coronavirus, el régimen del presidente Aliyev puede tener una oportunidad perfecta para reforzar aún más el control.
Ha habido algunos indicios de esto. El 8 de marzo, el grupo opositor D18 tuvo que vaciar sus oficinas por una aparente amenaza de coronavirus. El 11 de marzo, se denegó el permiso para hablar con su abogado a Fuad Ismayilov, activista detenido mientras pintaba lemas de protesta cerca de las oficinas de la Comisión Electoral Central de Azerbaiyán. Las autoridades mencionaron el coronavirus como razón. El 23 de marzo, Tofiq Yagublu, destacado miembro del partido de oposición Musavat, fue condenado a prisión. Después del juicio, la hija de Yagublu señaló que «Ilham Aliyev está llenando las prisiones» mientras que los Gobiernos de todo el mundo estaban librando a los detenidos por la amenaza del coronavirus.
Como escribió en Facebook Arif Mammadov, xdiplomático azerbaiyano:
Azerbaiyán ha batido una nueva marca de nuevo como un país excepcional en el mundo, donde se usa la pandemia del coronavirus como herramienta para amenazar y atacar más a la oposición.
Mientras tanto, los azerbaiyanos se preguntan si su sistema sanitario está preparado para hacer frente a una verdadera pandemia. En un extracto del 28 de enero, Azadliq Radio preguntó a los ciudadanos si los hospitales del país estaban realmente preparados. Un ciudadano de Bakú creía que el virus no llegaría a Azerbaiyán en absoluto, mientras que muchos otros expresaron sus dudas de que las autoridades pudieran hacer frente a la situación.
Lamentablemente, al igual que el resto del mundo, Azerbaiyán pronto tendrá la oportunidad de averiguarlo.