Para los negros e indígenas de Centroamerica, la vidas de los negros importan

Obra de la artista nicaragüense Vero Garabatos en Facebook, utilizada con autorización.

Los indígenas y los negros centroamericanos expresaron su solidaridad en línea por el asesinato de George Floyd, negro al que cuatro policías mataron en Minnesota, Estados Unidos. En Centroamérica, los afrodescendientes y las comunidades indígenas están dando a conocer más su propio sufrimiento debido al racismo y las violentas fuerzas estatales, en particular en naciones con un porcentaje alto de población blanca o mestiza, como Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Los centroamericanos negros –que sobre todo las comunidades garífuna y criolla– viven en gran parte en la costa caribeña de la región. Sin embargo, durante siglo, su inclusión en las sociedades de Centroamérica ha sido mínima, y hasta excluyente, según los historiadores. Por ejemplo, las personas negras tenían prohibido emigrar a El Salvador desde 1933 hasta la década de 1980.

Paul Joseph López Oro, estudiante de doctorado en el Departamento de Estudios sobre África y Diáspora Africana en la Universidad de Texas, afirma que los negros de Centroamérica son marginados en las regiones centroamericanas donde el «mestizaje«–gente cuya ascendencia está mezclada entre blancos e indígenas– sigue siendo un ideal predominante.

Hasta hoy, indígenas y negros –a menudo en primera línea en defensa del ambiente– son despojados de sus tierras, acosados o asesinados. Normalmente estos crímenes quedan impunes.

Llamamientos a la justicia en el país y en el extranjero

Epsy Campbell Barr, vicepresidenta de Costa Rica, condenó el asesinado de George Floyd el 30 de mayo y exhortó al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas a redactar un informe especial sobre todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia, afrofobia y la relativa intolerancia hacía los ciudadanos afroamericanos. También tuiteó en apoyo a las protestas «Black Lives Matter» (las vidas negras importan) en Estados Unidos.

Siempre en Costa Rica, CostaRica Afro, organización feminista y antirracista, organizó una reunión en Zoom para manifestarse contra el racismo en el mundo.

En Guatemala, las comunidades indígenas han sufrido genocidio a manos de las fuerzas estatales durante las operaciones de contrainsurgencia realizadas entre 1960 y 1996. Victoria Tauli-Corpuz, relatora especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los indígenas, señaló que Guatemala sufre de discriminación estructural y exclusión de los pueblos indígenas. Esas comunidades expresaron de inmediato su solidaridad con los acontecimientos que se están produciendo en Estados Unidos e invitaron a los guatemaltecos a reflexionar sobre las dinámicas racistas dentro del país.

Sandra Batz, columnista y antropóloga cachiquel de Guatemala, tuiteó el 27 de mayo sobre la muerte de George Floyd.

Unos días después, escribió un artículo de opinión que empieza con el «racismo mata», y afirma:

Es más fácil percibir el racismo ajeno, el que se ejerce en otros países, que el propio, que el que se practica como nación en contra de una población mayoritariamente nativa, a quienes se les desprecia y asesina, sí, se asesina.

La ilustradora Sucely Puluc, indígena maya k'iche’ y cachiquel, expresó que quiere que los movimientos contra el racismo tengan efectos duraderos y no sean solo una tendencia en línea.

Geplaatst door Sucely Puluc op Woensdag 3 juni 2020

Andrea Ixchíu, defensora de los derechos humanos de los mayas k'iche’, creó los carteles de solidaridad con Black Live Matter.

Arte por Andrea Ixchíu, utilizada con autorización.

Los garífuna de Honduras, descendientes de africanos y amerindios arahuacos, sufren frecuentes ataques, según OFRANEH, la organización de derechos de garífunas. Central American News recopiló los datos:

In Honduras alone, 105 violent acts were committed against the Garifuna people between 2008 and 2019, including murders, judicial threats, forced displacement, sexual violence and disappearances, according to OFRANEH. That makes for nearly one violent occurrence per month (0.8) in a community of 43,111 people.

Solo en Honduras, se cometieron 105 actos violentos contra el pueblo garífuna entre 2008 y 2019, incluidos asesinatos, amenazas judiciales, traslados forzados, violencia sexual y desapariciones, según OFRANEH. Eso significa que ocurre casi un episodio violento al mes (0.8) en una comunidad de 43 111 personas.

Durante años OFRANEH, liderada por Miriam Miranda, ha pedido acabar con los asesinatos contra el pueblo garífuna. Miranda también tuiteó sobre los acontecimientos de Estados Unidos:

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