En Hungría, una nueva ley de salud que tiene por objeto aumentar los salarios de profesionales médicos y contener la corrupción en el sector podría limitar el derecho de las madres gestantes de elegir libremente a su obstetra.
La nueva ley, aprobada por el Parlamento húngaro en octubre de 2020, aprueba un esperado aumento salarial a los trabajadores del sector público de salud, a la vez que establece nuevas reglas para quienes trabajan en el sector privado y público.
En particular, la ley prohíbe la práctica generalizada de que los pacientes den compensaciones a los doctores y a las enfermeras, práctica conocida en Hungría como «paraszolvencia» y considerada una forma de corrupción. Se espera que los pacientes den a los profesionales sanitarios dinero extra o regalos caros a cambio de saltarse las listas de espera u obtener una mejor atención en el sistema sanitario financiado por el Estado.
Esta nueva ley castigará los infractores con una condena de entre 5 y 10 años de prisión. Se espera que el aumento salarial también desaliente esta práctica.
Además, la ley prohíbe a los médicos que trabajan en el sector público tener un segundo trabajo en clínicas privadas, a menos que obtengan el permiso de las autoridades pertinentes. Y prohíbe que los pacientes que consulten a un médico en el sector privado acudan a ese mismo médico en un hospital público para tratar el mismo problema.
Un efecto no buscado de la nueva ley es que las futuras mamás no podrán elegir a sus obstetras. En Hungría, es habitual que las mujeres reciban atención médica prenatal en una clínica privada y que el mismo médico atienda el parto en su lugar de trabajo, financiado por el Estado. El motivo es eludir los elevados costos de un parto privado, aunque las pacientes suelen dar a esos médicos regalos o dinero adicional.
Con esa ley, las madres que decidan dar a luz en el sector público serán atendidas por el médico de guardia, tenga o no una relación personal con el médico.
En las naciones europeas con un sistema sanitario público, como Reino Unido, Países Bajos y Suecia, generalmente, los pacientes solo pueden acudir a un especialista tras ser remitidos por un médico de cabecera, pero las embarazadas pueden acudir por su cuenta al obstetra de su elección.
En una declaración emitida por la estación de radio Kossuth Radio, afín al Gobierno, el ministro de Salud, Miklós Kásler, admitió que la «separación de las esferas pública y privada necesita de una reglamentación más detallada», y aseguró a los oyentes que el ministerio ha consultado estrechamente con la Cámara Médica Húngara y los sindicatos sanitarios.
Sin embargo, la Cámara ya ha declarado que no está de acuerdo con abrir excepciones, afirma que podría constituir un vacío legal en el que persistiría este tipo de soborno. Mientras tanto, los sindicatos del sector sanitario han hecho una declaración en la que describen el proyecto de ley como «inconstitucional» ya que limita la libertad de empleo de los trabajadores.
Mientras que el aumento salarial entró en vigor el 1 de enero, el resto de las normas no entrarán en vigor hasta marzo.
En una entrevista presencial con Global Voices, la doctora Agnes Ruzsovics, especialista en derecho médico y asesora jurídica del mayor proveedor de servicios médicos privados de Hungría, explicó lo que supone la nueva ley para los pacientes:
Fighting against the practice of parasolvency is a great initiative, even from a doctor’s perspective, but this arrangement is making it practically impossible to choose the obstetrician you want to deliver your baby.
While the initial text claimed there might be some exceptions, government officials have yet to elaborate [on them], even though the statute enters into force in a month. As it currently stands, expectant mothers will likely not be able to have the obstetrician they chose and trust to deliver their babies after March 1, but they don’t know for sure. Doctors cannot answer their questions as they have no information either. The fact that they went through the journey of pre-natal care with a doctor and then can’t have them deliver their child, combined with mood swings resulting from pregnancy, and the added pressure of the pandemic situation, can be extremely hard on expectant women.
Luchar contra la práctica de la «paraszolvencia» es una gran iniciativa, incluso desde la perspectiva de un médico, pero esta ley hace prácticamente imposible elegir el obstetra que quieras a la hora de dar a luz tu hijo.
Aunque el texto inicial afirmaba que podría haber excepciones, los funcionarios del Gobierno aún no han dado detalles [al respecto], aunque la ley entra en vigor dentro de un mes. Tal y como están las cosas, es probable que las futuras mamás no puedan contar con el obstetra que eligieron y en el que confían para dar a luz a sus bebés a partir del 1 de marzo, pero no lo saben con certeza. Los médicos no pueden contestar sus preguntas ya que no tienen información. El hecho de que hayan tenido la atención prenatal con un médico y luego no puedan tenerlo para el parto, combinado con los cambios de humor derivados del embarazo, y la presión añadida de la situación de la pandemia, puede ser extremadamente duro para las mujeres embarazadas.
Ante la falta de claridad jurídica, un hospital trató de llenar los vacíos y publicó sus propias directrices en las que se prohibía a las madres que dieran a luz con el obstetra de su elección en el periodo de transición hasta el 1 de marzo.
Esta decisión fue recibida con confusión y decepción por los pacientes que hicieron una petición para derogar las nuevas normas.
En la reacción a las guías del hospital, el Ministerio de Recursos Humanos emitió una declaración en el sentido de que «es inaceptable limitar la libertad de elección utilizando la lucha contra la paraszolvencia como excusa». Paradójicamente, las disposiciones que los legisladores han incluido en la nueva ley podrían acabar produciendo los mismos resultados.
Como los decretos que regulan la nueva ley aún están en proceso de elaboración, muchos médicos están dudando si firmar los contratos de empleo de este año.
En una carta del 21 de enero enviada al director de los hospitales nacionales, Zoltán Jenei, la Cámara Médica Húngara publicó una lista de peticiones de los profesionales de la salud que incluye más información sobre las normas que rigen las horas extraordinarias remuneradas y las solicitudes de tiempo libre, y la forma de obtener permiso para trabajar fuera del sistema sanitario público.
Se acerca la fecha límite del 28 de febrero, y los funcionarios gubernamentales aún no han contestado la carta, ni han hecho declaración alguna, ni han redefinido normas especiales sobre la obstetricia y el parto.