«Nuevos planes de engaño»: Observadores electorales rusos informan sobre la votación

Elections poster in Moscow, Russia, 2021.

Afiche electoral en Moscú, Rusia, septiembre de 2021. Imagen de Kotofey2016, Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).

Este artículo de Natalia Shkurenok apareció en Open Democracy el 22 de septiembre de 2021. Se vuelve a publicar como parte de una asociación para compartir contenidos y se ha editado para adaptarlo al estilo de GV.

Una vez más, las elecciones del 17 al 19 de septiembre al Parlamento ruso y a la asamblea de la ciudad de San Petersburgo destacaron por las múltiples violaciones electorales: a los votantes los llevaron en autobús a algunos colegios electorales, y los miembros de la comisión electoral y los observadores se quejaron de la expulsión de personas de colegios electorales. Parece que la persiste reputación de la ciudad sobre falsificación de elecciones, adquirida recientemente en las elecciones municipales de 2019. El jefe de la comisión electoral central de Rusia ha prometido desde entonces «castigar» a los responsables de las violaciones en la ‘segunda capital’ de Rusia.

La propia campaña electoral en San Petersburgo, la segunda mayor ciudad de Rusia, también suscitó preocupación. Por ejemplo, el político opositor Boris Vishnevsky enfrentó a otros dos candidatos «dobles» con los mismos nombres en su circunscripción electoral; apenas meses antes, los oponentes de Vishnevsky tenían nombres completamente diferentes. En junio, concejal opositor Maxim Rezni, se retiró de la carrera municipal después de que la Policía lo detuvo por cargos de drogas.

Al final, Rusia Unida, el partido gobernante del país, parece haber obtenido la mayoría en 19 distritos, mientras que el Partido Comunista y Por una Rusia Justa, partido de la oposición del «sistema», recibieron dos distritos cada uno.

La comisión electoral de la ciudad está examinando ahora los recursos de recuento presentados por varios candidatos de la oposición que han denunciado infracciones. openDemocracy habló con varios observadores electorales y miembros de las comisiones electorales de San Petersburgo para averiguar qué sucedió.

Ekaterina Belyankina

Miembro con voto de la comisión electoral del distrito nº 20, Pushkin, San Petersburgo; observadora electoral desde 2018

Ekaterina Belyankina

Ekaterina Belyankina, imagen cortesía de openDemocracy.

I have been an election observer since the 2018 presidential vote. At first I was an observer, then I became a member of my neighbourhood election commission, now I’m a member of the district commission with a decisive vote. This year we had experienced observers at almost all polling stations, we prepared them in advance in the summer. Instead of the usual 30 people, we trained almost 200 and thus got a more complete and detailed picture.

Our district distinguished itself from the very first minute of the election. On Friday, for example, polling stations No. 1991 and No. 1992 were closed simultaneously due to an anonymous bomb threat. The police removed all observers, and we couldn’t see what was happening inside the building. All the surveillance cameras were turned off. The city’s human rights ombudsman had to intervene; employees of the Ministry of Emergency Situations, firefighters, and the police came – they removed us all from the building and removed some of the documentation from both polling stations. Then they annulled the voting results in these polling stations.

Other polling stations were accessed overnight. At polling station No. 1995, we sent a report about someone entering the polling station to the police. Then, on the next night, a kitchen worker entered on her own initiative – as she later admitted, she forgot that she was not allowed. We do not know what was happening there at that time, because access to video recordings is now extremely difficult.

Of course, all elections are held with violations, but these were held with record numbers of violations! Our investigation of gross errors and violations went ahead though, we even appealed to the Central Election Commission with a demand to appeal the voting results. We have already agreed with all the candidates (except, of course, the winners) that we will dispute the results and, at least, demand a recount. We have already written an appeal to the prosecutor’s office demanding to annul the results of voting at several polling stations and to hold repeated elections. We have also collected a record number of complaints, including a large number of incidents of ballot stuffing.

The prosecutor’s office has already started investigating our district. Vitaly Milonov [a Russian MP known for scandalous, often homophobic public statements] even came to the precinct where I vote – he ran for the State Duma in our district. As it turns out, the largest number of complaints about violations came from the polling stations he visited. We are already writing complaints and demanding inspections.

Soy observadora electoral desde la elección presidencial de 2018. Al principio era observadora, luego me convertí en integrante de la comisión electoral de mi barrio, ahora integro la comisión de distrito con voto decisivo. Este año tuvimos observadores experimentados en casi todos los colegios electorales, los preparamos con antelación hacia mediados de año. En lugar de las 30 personas habituales, formamos a casi 200 y así obtuvimos una imagen más completa y detallada.

Nuestro distrito se distinguió desde el primer momento de las elecciones. El día anterior a las elecciones, por ejemplo, los colegios electorales nº 1991 y nº 1992 cerraron simultáneamente por una amenaza anónima de bomba. La Policía desalojó a todos los observadores y no pudimos ver qué ocurría dentro del edificio. Todas las cámaras de vigilancia estaban apagadas. Tuvo que intervenir el defensor de derechos humanos de la ciudad; vinieron empleados del Ministerio de Situaciones de Emergencia, bomberos y la Policía; nos sacaron a todos del edificio y retiraron parte de la documentación de ambos colegios electorales. Luego anularon los resultados de la votación en estos colegios electorales.

Se accedió a otros colegios electorales durante la noche. En el colegio electoral nº 1995, enviamos a la Policía un informe sobre la entrada de alguien en el colegio electoral. La noche siguiente, una empleada de la cocina entró por iniciativa propia, admitió luego que olvidó que no estaba permitido. No sabemos qué ocurría allí en ese momento, porque el acceso a las grabaciones de video es extremadamente difícil ahora.

Por supuesto, todas las elecciones se celebran con infracciones, pero estas se celebraron con un número sin precedentes de infracciones. Sin embargo, nuestra investigación de los graves errores y violaciones siguió, e incluso apelamos a la Comisión Electoral Central con la exigencia de recurrir los resultados de la votación. Ya hemos acordado con todos los candidatos (menos los ganadores, claro) que impugnaremos los resultados y, al menos, exigiremos un recuento. Ya hemos escrito un recurso a la fiscalía para exigir que se anulen los resultados de la votación en varios colegios electorales y que se repitan las elecciones. También hemos recogido un número sin precedentes de denuncias, que incluyen muchos incidentes de relleno de papeletas.

La fiscalía ya ha empezado a investigar nuestro distrito. Vitaly Milonov [diputado ruso conocido por sus declaraciones públicas escandalosas y a menudo homofóbicas] incluso vino al recinto donde voto: se presentó a la Duma Estatal por nuestro distrito. Resulta que el mayor número de quejas por infracciones provino de los colegios electorales que visitó. Ya estamos haciendo quejas y exigiendo inspecciones.

(openDemocracy no pudo ponerse en contacto con Vitaly Milonov para que comentara, pero Dmitry Pavlov, candidato en San Petersburgo cercano a Milonov, dijo a finales de septiembre que los observadores electorales habían interferido en el trabajo de las comisiones electorales y que, en Pushkin específicamente, las elecciones habían sido justas).

On September 21, for example, at polling station No. 1995, which Milonov also visited, an inspection was carried out – law enforcement took fingerprints from the polling station safe, and the deputy chairman of the commission was taken for questioning. And we see this across [the southern St Petersburg town of] Pushkin.

Milonov arrived accompanied by a group of sporty-looking men. We have screenshots of messages between his supporters [released via a journalist for local media Fontanka who went undercover in the group] that discuss tactics – how to provoke and forcibly withdraw independent observers from polling stations. Milonov personally visited some polling stations and supervised the proceedings. We were forbidden to film, we managed to record only 38 seconds of footage, which shows how Vitaly Milonov aggressively snatches the camera from the hands of a rival candidate. On September 19, the police refused to accept our complaint against Milonov, but we will still try to get it accepted.

In my opinion, everything depends on how many independent observers are at the polling stations. If at least a few of them closely follow the course of voting and the members of the election commission, then, as a rule, few violations are found. If the polling stations are located in remote areas where there are no observers, there are always violations. We reported the restriction of the rights of observers and members of commissions – for example, we were illegally prohibited from filming. In our opinion, the opinion of independent observers, it is necessary to annul the results for all disputed polling stations in our district, of which there are more than a dozen out of 74.

That said, there were some very quiet polling stations – for example, I was present at the counting of votes at polling station No. 1959, I myself voted there and stayed to observe. And everything went very calmly, without violations.

El 21 de septiembre, por ejemplo, en el colegio electoral nº 1995, que también visitó Milonov, se llevó a cabo una inspección: las fuerzas del orden tomaron las huellas dactilares de la caja fuerte del colegio electoral, y llevaron al vicepresidente de la comisión para un interrogatorio. Y vemos esto a través de [la ciudad de San Petersburgo, al sur] de Pushkin.

Milonov llegó acompañado de un grupo de hombres de aspecto deportivo. Tenemos capturas de pantalla de mensajes entre sus partidarios [difundidos por un periodista del medio local Fontanka que se infiltró en el grupo] que discuten la táctica: cómo provocar y retirar por la fuerza a los observadores independientes de los colegios electorales. Milonov visitó personalmente algunos colegios electorales y supervisó los procedimientos. Se nos prohibió filmar, solo conseguimos grabar 38 segundos de material, que muestran cómo Vitaly Milonov arrebata agresivamente la cámara de las manos de un candidato rival. El 19 de septiembre, la Policía se negó a aceptar nuestra denuncia contra Milonov, pero seguiremos intentando que la acepten.

En mi opinión, todo depende de cuántos observadores independientes haya en los colegios electorales. Si al menos algunos siguen de cerca el desarrollo de la votación y a los miembros de la comisión electoral, entonces, por regla general, se encuentran pocas violaciones. Si los colegios electorales están situados en zonas remotas donde no hay observadores, siempre hay violaciones. Denunciamos la restricción de los derechos de los observadores y de los miembros de las comisiones: por ejemplo, se nos prohibió ilegalmente filmar. En nuestra opinión, la de los observadores independientes, es necesario anular los resultados de todos los colegios electorales impugnados en nuestro distrito, que son más de una docena de un total de 74.

Dicho esto, hubo algunos colegios electorales muy tranquilos. Por ejemplo, yo estuve en el recuento de votos del colegio electoral nº 1959, yo mismo voté allí y me quedé a observar. Y todo transcurrió con mucha calma, sin violaciones.

Stanislav Beloborodov

Miembro con voto de la comisión electoral nº 15 de Kronstadt; observador electoral desde 1998

Stanislav Beloborodov

Stanislav Beloborodov, imagen cortesía  de openDemocracy.

In Kronstadt (a port city within one of St Petersburg federal city districts), the elections were calm this year, but our town is specific. A significant number of voters here are in the military, mainly sailors. They come to the polling stations in units or they are brought in groups by buses – which, of course, is a violation, but no one pays attention to this here.

On the morning of Friday September 17, military personnel started queuing up at the polling stations in Kronstadt. By Friday afternoon, at some polling stations the turnout was almost 50% of all eligible voters. In Kronstadt, more than 90% of precincts have electronic counting systems, so, in principle, fraud and falsification are practically impossible.

But we also have polling stations that are completely unmonitored: these are the navy warships that go out to sea. This year from Kronstadt there were four ships that voted this way. Each ship is a separate polling station, of course, and they showed 100% turnout. At one of them, candidates from United Russia received 100%, and the rest the Communist Party and For a Just Russia got a few percent, which looks more like a statistical error. There are no observers there at all, the commission consists of the captain and his deputies. Judging by the results, they got the result that the authorities expected from them.

There were, of course, many errors, but they were mainly caused by the fact that electoral commissions have to submit a huge number of reports through a complex and confusing procedure. But, according to my observations, all these errors are procedural, the commissions tried to correct them as soon as possible. And these mistakes did not affect people’s votes! And they did not affect the result in any way – in Kronstadt, United Russia has a significant lead, and in particular on the navy ships.

En Kronstadt (ciudad portuaria dentro de uno de los distritos de la ciudad federal de San Petersburgo), las elecciones fueron tranquilas este año, pero nuestra ciudad es específica. Un número importante de votantes aquí son militares, principalmente marineros. Acuden a los colegios electorales en unidades o los traen en grupos en autobuses, lo que, por supuesto, es una violación, pero aquí nadie presta atención a eso.

En la mañana del viernes 17 de septiembre, los militares comenzaron a hacer cola en los colegios electorales de Kronstadt. El viernes por la tarde, en algunos colegios electorales la participación era de casi el 50 % de todos los votantes con derecho a voto. En Kronstadt, más del 90 % de los recintos electorales cuentan con sistemas de recuento electrónico, por lo que en principio, el fraude y la falsificación son prácticamente imposibles.

Pero también hay colegios electorales que no tienen ningún control: son los de la Marina de Guerra que salen al mar. Este año desde Kronstadt hubo cuatro barcos que votaron así. Cada barco es un colegio electoral independiente, por supuesto, y tuvieron una participación del 100&nbsp%. En uno, los candidatos de Rusia Unida obtuvieron el 100 %, y en el resto el Partido Comunista y Por una Rusia Justa obtuvieron porcentajes bajos, lo que parece más bien un error estadístico. No hay observadores en absoluto, la comisión está formada por el capitán y sus adjuntos. A juzgar por los resultados, obtuvieron el resultado que las autoridades esperaban de ellos.

Por supuesto, hubo muchos errores, pero se debieron principalmente a que las comisiones electorales tienen que presentar un gran número de informes mediante un procedimiento complejo y confuso. Pero, según mis observaciones, todos estos errores son de procedimiento, las comisiones trataron de corregirlos lo antes posible. Y estos errores no afectaron a los votos de la gente. Y no afectaron al resultado de ninguna manera, en Kronstadt, Rusia Unida tiene una ventaja significativa, y en particular en los barcos de la armada.

Natalia Voznesenskaya

Integrante de la Comisión Electoral de Distrito nº 35; Comisión Electoral de Barrio nº 255, distrito de Vyborgsky

Natalia Voznesenskaya

Natalia Voznesenskaya, imagen cortesía de openDemocracy.

It seems to me that the situation with the elections gets worse with every new election – these aren’t the first elections I’ve observed. In 2018, there were big violations in the presidential elections, and in these elections the level of violations has been about the same. The only thing is that, in my opinion, the authorities have learned since then how to come up with new schemes of deception and how to cover up the traces of violations.

This time, the electoral commission where I worked consisted of quite normal people – they weren’t motivated to commit violations. They responded to my comments adequately and sometimes even thanked me. These other election personnel themselves did not know many details of the law on election observers. In general, it was very difficult for me to simultaneously observe and fulfil the duties of a member of the commission, especially since the turnout at our precinct was very high.

People came in waves, especially on September 17 and 18. And I was the only observer at this polling station from the district commission. Therefore, despite the fact that the other members of the commission were loyal towards me, I cannot be sure that they did not commit any illegal actions behind my back – for example, when I was leaving to organise voting at home for older people or when I left for lunch. When I returned after the home voting, the atmosphere at the polling station had clearly changed – members of the commission started finding faults with me, making some senseless claims against me, and tried to provoke me. Fortunately, I managed to extinguish the conflict, and everything worked out.

I needed support, at least one more normal observer. Other observers were there, but we could not rely on all of them – they were hired by other parties, mainly United Russia and For A Just Russia. These were mainly young people who did not know the election legislation. When I asked them to follow the commission while I went to lunch, they said they had been instructed to help the members of the commission. That is, they simply do not understand why observers are needed! But they constantly took selfies and reported to their bosses. Members of the commission themselves believed that observers were supposed to help the commission, and they were sincerely amazed when I pulled them away – why are observers needed at all in this case?

At our polling station, United Russia led the elections to the State Duma, and the communists led in the city assembly. But I wouldn’t make the conclusion that these elections have been a pure falsification. When you talk with older voters, they are almost all for United Russia.

Me parece que la situación con las elecciones empeora con cada nueva elección. Estas no son las primeras elecciones que he observado. En 2018, hubo grandes violaciones en las elecciones presidenciales, y en estas elecciones el nivel de violaciones ha sido más o menos el mismo. En mi opinión, lo único es que las autoridades han aprendido a idear nuevos esquemas de engaño y a tapar las huellas de las violaciones.

Esta vez, la comisión electoral en la que trabajé estaba formada por personas comunes y corrientes, no estaban motivadas para cometer infracciones. Respondían adecuadamente a mis comentarios y a veces incluso me agradecían. El resto del personal electoral no conocía muchos detalles de la ley sobre observadores electorales. En general, me resultó muy difícil observar y cumplir simultáneamente con las obligaciones de integrante de la comisión, sobre todo porque la participación en nuestra circunscripción fue muy alta.

La gente acudió en oleadas, especialmente los días 17 y 18 de septiembre. Y yo era la única observadora en este colegio electoral de la comisión de distrito. Por lo tanto, a pesar de que los demás miembros de la comisión eran leales conmigo, no puedo estar segura de que no cometieran ninguna acción ilegal a mis espaldas, por ejemplo, cuando me iba a organizar el voto a domicilio para las personas mayores o cuando me iba a comer. Cuando volví después del voto a domicilio, el ambiente en el colegio electoral había cambiado claramente: los miembros de la comisión empezaron a buscarme defectos, a hacer afirmaciones sin sentido contra mí y a intentar provocarme. Afortunadamente, conseguí apagar el conflicto y todo se solucionó.

Necesitaba apoyo, al menos un observador más normal. Había otros observadores, pero no podíamos contar con todos: los habían contratado otros partidos, principalmente Rusia Unida y Por una Rusia Justa. Eran principalmente jóvenes que no conocían la legislación electoral. Cuando les pedí que siguieran a la comisión mientras yo iba a almorzar, me dijeron que habían recibido instrucciones de ayudar a los miembros de la comisión. Es decir, ¡simplemente no entienden por qué se necesitan observadores! Sin embargo, se tomaban selfies constantemente e informaban a sus jefes. Los propios miembros de la comisión creían que los observadores debían ayudar a la comisión, y se sorprendieron sinceramente cuando los aparté: ¿por qué se necesitan observadores en este caso?

En nuestro colegio electoral, Rusia Unida lideró las elecciones a la Duma Estatal, y los comunistas lo hicieron en la asamblea de la ciudad. Pero yo no sacaría la conclusión de que estas elecciones han sido una pura falsificación. Cuando hablas con los votantes de más edad, casi todos están a favor de Rusia Unida.

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