Una maratón interminable para una corredora ucraniana

Oryssia Demyaniuk

Orysia Demyaniuk. Foto de su archivo personal. Uso legítimo.

Traducido del ucraniano por Svitlana Bregman

Esta historia forma parte de una serie de ensayos y artículos escritos por artistas ucranianos que decidieron quedarse en Ucrania tras la invasión rusa a gran escala de Ucrania el 24 de febrero de 2022. Esta serie se produce en colaboración con la Asociación Folkowisko/Rozstaje.art, gracias a la cofinanciación de los Gobiernos de República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia con una subvención del Fondo Internacional de Visegrado. La misión del Fondo es promover ideas para una cooperación regional sostenible en Europa Central.

En 2022, Orysia Demyaniuk pospuso su carrera atlética para recaudar donativos para comprar autos y material militar para una unidad en laque su hermano y su esposo sirven en el frente.

Demyaniuk ha sido cinco veces campeona de 1500 metros de Ucrania. Es mentora en la Academia Ucraniana de Liderazgo y fundadora del club de atletismo. Su marido, Dmytro Demyaniuk, dos veces aspirante a los Juegos Olímpicos, lleva en primera línea desde abril de 2022, dos meses después de que Rusia invadió Ucrania. El hermano de Orysia, Yurii, le inspiró para ir. Yurii llevaba tres años viviendo en Polonia, pero regresó a Ucrania para defender su patria. Orysia también quería unirse a su esposo y su hermano, pero la convencieron para que se quedara y los ayudara desde lejos.

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Dmytro y Orysia. Foto del archivo personal de Orysia. Uso legítimo.

La atleta canalizó todo su capital social y su energía para ayudar a la brigada en la que prestaban servicio su hermano y su esposo. Para empezar, pudo localizar tres vehículos para donarlos a la causa. Los vehículos son básicamente desechables durante la guerra. Están sometidos a fuego constante y los destruyen todos los días. Los militares deben recaudar fondos constantemente para comprar más.

Orysia estaba tan motivada para ayudar en la guerra que empezó a organizar actos benéficos públicos para su círculo más cercano y otras personas necesitadas. Puso en marcha una carrera de pago para ayudar a los habitantes de la ciudad de Kherson, ocupada temporalmente, y sesiones de entrenamiento benéfico para aceptar donativos para botiquines tácticos. Fue más allá y coorganizó la «Carrera de los 100 000 chalecos antibalas«, en la que consiguieron recaudar dos millones de grivnas (54 147 dólares) y participaron personas de 37 países.

Una mañana, Orysia recibió una llamada de su hermano Yurii. «Bueno», declaró, «pensándolo mejor, con los compañeros hemos decidido que necesitamos un vehículo blindado de transporte de tropas». Quedó un poco sorprendida, pero no perdió el entusiasmo.

Yuri le explicó que habían sufrido pérdidas que no hubieran tenido de haber contado con un transporte blindado, y Orysia comenzó la búsqueda.

Primero, lo publicó en su cuenta de Instagram. La gente se burlaba de ella, le preguntaban cómo pensaba encontrar un transporte blindado. Al fin y al cabo, no es como comprarse una bicicleta.

Su hermano la ayudó a encontrar el vehículo blindado. Como mecánico experimentado, compraba piezas de repuesto en una plataforma polaca de ventas en línea, que fue donde encontró el primer vehículo blindado de transporte de tropas. Y luego otro, porque el primer vehículo ya se había vendido. Después le tocó el turno a Orysia.

La mañana que llamó Yurii, los miembros de la organización Plast Scout tuvieron una reunión con Orysia para hablar de la carrera de «chalecos antibalas». Ella sugirió que la cambiaran por «Corro por un transporte blindado», para recaudar fondos para la Brigada 103 de la Defensa Civil.

Cientos de personas acudieron al parque Stryiskyi de Lviv a principios de diciembre y contribuyeron a la causa. También se podía aportar por el transporte blindado en línea. Consiguieron recaudar rápidamente 600 000 grivnas (16 243 dólares), pero necesitaban el doble.

«Era fin de año. A finales de diciembre, probablemente todo el mundo estaba comprando regalos de Navidad», recuerda Orysia. «No tenias ganas de decir: ‘No compren regalos a sus hijos. Hagan una donación a la transporte blindado». Pero seguí publicando historias en IG, decía que los niños estaban jugando con sus autos de juguete y que los adultos necesitaban un transporte blindado. Hagámosles un regalo a ellos también. Y así empezaron a llegar donaciones de todas partes».

El vehículo de transporte de tropas estaba desmilitarizado. Y los militares necesitaban blindarlo.

En un esfuerzo conjunto, lograron recaudar 1221 millones de grivnas (33 056 dólares) para conseguir ese transporte blindado. Llevó mucho tiempo, pero Oryssia no se rindió: llamó cientos de veces a los bancos, hizo preguntas, buscó distintas soluciones.

«Para sacar dinero en otro país, hay que tenerlo declarado. Yo no tenía una cuenta de voluntaria. Era solo mi tarjeta bancaria personal. Entonces, tenía que preocuparme de que no me metieran en la cárcel. Dios bendiga a todos los asesores bancarios por lo mucho que los fastidié con todas mis preguntas sobre todos los detalles posibles». ríe Orysia.

Pasaron varias semanas hasta que el transporte blindado, con contratiempos, logró cruzar la frontera ucraniana desde Polonia. Yurii tuvo que volver a casa durante un tiempo tras resultar herido en una explosión, y se las arregló para reparar el vehículo. Aunque era mecánico de formación, tuvo que leer muchos artículos y ver videos para entender cómo manejar el vehículo.

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La adquisición de Orysia. Foto del archivo personal de Orysia. Uso legítimo.

«Pensé que descansaría en casa, ¡pero ni hablar! Iba al taller todos los días. No me importaba emplear mi tiempo libre en esto. Hoy la guerra está en pleno auge, así que, en tu tiempo libre, haz algo por la victoria. Cuando acabe la guerra, cada uno podrá ocuparse de sus asuntos personales civiles».

Después de consultar con expertos polacos en este tipo de maquinaria y de investigar por su cuenta, Yurii reparó el vehículo lo mejor que pudo. Y entonces, lo llamaron urgentemente para que volviera al frente.

Un mes después, el hermano de armas de Yurii, Ihor, llegó a Lviv. Se puso al volante del vehículo y lo llevó a que le soldaran un blindaje para protegerlo de los impactos de la artillería. La 103ª Brigada estaba esperando al vehículo. Bastarían pocos pasos para que llegara a las manos adecuadas.

A la pregunta de si iba a organizar otra recaudación de fondos, Orysia respondió: «No se trata de mis planes o deseos. Solo se trata de las necesidades de los militares que intento cubrir de alguna manera».

Vida de Orysia durante la guerra

Los días de Orysia suelen empezar con sesiones matinales de entrenamiento en su club de atletismo. Después, trabaja ocho horas en la Academia Ucraniana de Liderazgo y termina el día con otra sesión de entrenamiento en el club.

«Hace poco me di cuenta de lo mucho que me gustaba entrenar», dice. «Durante una hora y media, todos nos reímos juntos, recordamos cosas y, en ese mismo momento, no pensamos en la guerra. El club ayuda a sobrellevarlo todo, a trabajar y a hacer donaciones al Ejército. Yo les ayudo, y ellos me ayudan a mí».

Orysia trabaja como tutora de desarrollo físico y seguridad en la Academia. En su curso, habla de un estilo de vida saludable, nutrición, carreras y la media maratón que los estudiantes de la Academia deben preparar durante 10 meses.

«Todo está en movimiento todo el tiempo. Van pasando cosas. En mi caso, eso es algo estupendo; los días vuelan, y el año ha pasado muy rápido. Si no fuera por la Academia, probablemente habría tomado antidepresivos durante mucho tiempo».

Mientras tanto, se las arregla para meter en su agenda la recaudación de fondos para dispositivos de visión nocturna, autos, miras, la organización de una carrera internacional en línea, la búsqueda del vehículo y su transporte a Ucrania.

En mayo, Orysia decidió empezar a entrenar de nuevo, ya que desde el 24 de febrero de 2022 solo entrenaba a otros.

«Me gustaría volver a hacer algo de mi vida anterior. El deporte es lo que puedo hacer», explica Orysia. «Mi entrenador, Vitaly Tarnakin, bromea con que el campeonato de Ucrania está previsto para este año en Lviv. Así que aún tengo tiempo de prepararme. Sin duda está bromeando a medias, pero la última vez las bromas desembocaron en la situación de que empecé a entrenarme en noviembre y, ya en enero, gané la Copa de Ucrania y el campeonato nacional de selecciones. Por aquel entonces, gané todas las competencias en las que participé, excepto el campeonato de Ucrania, que debía empezar el 25 de febrero, en Sumy. Pero nunca se celebró».

Orysia califica su vida después del 24 de febrero de 2023 como una maratón para la que no estaba preparada, pero aun así tuvo que correr. Espera que la línea de meta esté a la vuelta de la esquina. Pero no llega.

En previsión de esta línea de meta, cada uno hace sus propios planes. La lista de «Después de la victoria» de Orysia y Dmytro incluye un plan para tener un hijo y vacaciones junto al mar.

«Quizá no se trate tanto de la fatiga física, porque estoy acostumbrado en el deporte», dice Dmytro. «Pero en mi mente, y mentalmente, solo quiero pensar en nada, en irme de viaje con mi amor, aunque no tengo ni idea de cuándo llegará la oportunidad. Espero que ocurra lo antes posible».

En cuanto a Yurii, solo quiere estar por fin cerca de sus seres queridos, cuyas oraciones lo han protegido. Y no quiere tener que pensar en cuántos hermanos de armas han muerto este día.

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