Museveni impugna decisión del Banco Mundial sobre suspensión de préstamo por ley anti-LGBTQ+ en Uganda

Yoweri Kaguta Museveni, presidente de Uganda, en la Conferencia de Somalia en Londres, 7 de mayo de 2013. Imagen de la Oficina del Exterior y Commonwealth en Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).

Esta historia la publicó originalmente Africa Feeds y Global Voices reproduce una versión expandida como parte de un acuerdo para compartir contenido.

La actual lucha de Uganda con su controvertida ley LGBTQ+ ha tenido un nuevo giro con la impugnación del presidente Yoweri Museveni de una decisión del Banco Mundial de suspender una nuevo financiamiento a su país.

La comunidad internacional y los grupos de derechos humanos han criticada fuertemente la ley, pero Uganda se ha negado a ceder. La ley es una de las más duras del mundo y dispone pena de muerte para personas consideradas delincuentes reincidentes. También impone cadena perpetua por mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo y una condena de 20 años por promover la homosexualidad.

El Banco Mundial ha dicho que la ley contradice sus valores, y agrega que suspendería nuevos financiamientos a Uganda hasta que pueda probar medias que eviten la discriminación en proyectos que financia en el país africano.

Declaración del Banco Mundial sobre Uganda
La ley contra la homosexualidad de Uganda fundamentalmente contradice los valores del grupo del Banco Mundial. Creemos que nuestra visión para erradicar la pobreza en un planeta habitable solamente puede salir bien si incluye a todos, independientemente de raza, género o sexualidad. Esta ley socava estos esfuerzos. Inclusión y no discriminación en el centro de nuestro trabajo alrededor del mundo.
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La ley contra la homosexualidad de Uganda contradice los valores del Banco Mundial. Tras revisar nuestra obra en el contexto de la nueva legislación, no se presentará nuevo financiamiento público a nuestra nunta de directores ejecutivos.

Lee la declaración completa.

En una dura réplica, el desafiante presidente Museveni afirmó que no cedería a las presiones de las instituciones extranjeras. También afirmó que Uganda ya estaba intentando reducir su endeudamiento.

It is, therefore, unfortunate that the World Bank and other actors dare to want to coerce us into abandoning our faith, culture, principles and sovereignty, using money. They really underestimate all Africans.

Por tanto, es lamentable que el Banco Mundial y otros actores se atrevan a querer coaccionarnos por medio de dinero para que abandonemos nuestra fe, cultura, principios y soberanía. Realmente subestiman a los africanos.

Dijo.

Ugandeses, especialmente los bazzukulu:
Saludos. Las cosas marchan bien en Uganda a pesar de la corrupción de algunos funcionarios públicos y de algunos elementos de la clase política.

Anoche, un funcionario del Banco Mundial me llamó por teléfono para alertarme sobre la declaración del Banco sobre la suspensión de cualquier nueva solicitud de préstamos de Uganda.
Quiero informar a todo el mundo, empezando por los ugandeses, que Uganda se desarrollará con o sin préstamos.

Museveni afirmó en un comunicado que si Uganda necesitaba endeudarse, podía recurrir a otras fuentes, y que la producción de petróleo prevista para 2025 daría ingresos adicionales. Advirtió contra la coacción y confió en que el Banco Mundial reconsiderara su decisión.

Su determinación encontró apoyo entre los ugandeses que comparten ese sentir. Muchos recurrieron a las redes sociales, en particular a X (antes Twitter), para expresar su apoyo a la decisión del presidente. Los mensajes de varios usuarios indicaban que la reducción del endeudamiento y la búsqueda de fuentes de financiación alternativas resonaban con ellos, y subrayaron las complejidades de la situación económica.

Ugandeses, especialmente los bazzukulu:
Saludos. Las cosas marchan bien en Uganda a pesar de la corrupción de algunos funcionarios públicos y de algunos elementos de la clase política.

Anoche, un funcionario del Banco Mundial me llamó por teléfono para alertarme sobre la declaración del Banco sobre la suspensión de cualquier nueva solicitud de préstamos de Uganda.
Quiero informar a todo el mundo, empezando por los ugandeses, que Uganda se desarrollará con o sin préstamos.
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Estamos contigo. Museveni.

Que se queden con su dinero y nosotros con nuestros valores, tradiciones y costumbres.

El Banco Mundial tiene una cárpeta de 5400 millones de dólares para Uganda, aunque esto proyecto no se verán afectados.

Sancjones de Estados Unidos

Contrariamente al apoyo interno, la reacción mundial a la ley anti-LGBTQ+ de Uganda ha sido rápida y contundente. Según un informe de Reuters, Estados Unidos impuso restricciones de visado a funcionarios ugandeses tras la aprobación de la ley. Asimismo, un informe de Africa Feeds señalaba que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha ordenado revisar la ayuda de ese país a Uganda. Esta amenaza subraya el compromiso de la comunidad internacional con la defensa de los derechos humanos, aunque implique recurrir a la presión económica.

La postura de Estados Unidos es coherente con su defensa desde hace tiempo de los derechos de las personas LGBTQ+ en todo el mundo. Sin embargo, existe una preocupación pertinente en relación con las posibles consecuencias de tales sanciones y amenazas, especialmente si genera un aumento del nacionalismo y la oposición en los países afectados. La reciente negativa del Gobierno ugandés a aceptar la suspensión del préstamo del Banco Mundial da credibilidad a este punto de vista, y puede retratarlo como una reacción fuerte y resistente a lo que podría percibirse como una intervención occidental indebida.

Soberanía vs presión internacional

La tensión entre la soberanía nacional y la presión internacional es un tema central en estos acontecimientos. Muchos consideran la ley anti-LGBTQ+ de Uganda como una violación de los derechos humanos básicos, mientras que Museveni y su gobierno argumentan que la ley refleja los valores culturales y morales de su nación. Este debate destaca el dilema más general que enfrentan los países cuando sus políticas internas chocan con las normas mundiales de derechos humanos e igualdad.

Algunos líderes políticos ugandeses afirman que la decisión del Banco Mundial de suspender un préstamo por la preocupación por la ley es un claro ejemplo de presión internacional que intenta influir en la política nacional. Mientras que los partidarios de este planteamiento sostienen que las organizaciones internacionales tienen la responsabilidad de promover los derechos humanos y la igualdad, los detractores afirman que tal intervención invade el derecho de una nación a autogobernarse y podría incluso allanar el camino al neocolonialismo. En una entrevista reciente con NTVUganda, algunos parlamentarios ugandeses expresaron sus reservas sobre este planteamiento. Además, un informe de The East African destaca que el ministro de Asuntos Exteriores de Uganda, Henry Okello Oryem, considera hipócritas las acciones del Banco Mundial. Afirmó que las entidades occidentales se apresuran a dar lecciones de democracia a los países vulnerables, para luego dar media vuelta y castigarlos cuando hacen lo que no conviene a los intereses de las potencias occidentales y sus instituciones aliadas..

Relativismo cultural vs. derechos humanos universales

En el centro de este debate está el choque entre el relativismo cultural y la idea de los derechos humanos universales. El argumento de Museveni de que deben respetarse los valores y la cultura de Uganda plantea interrogantes sobre hasta qué punto deben tenerse en cuenta las diferencias culturales. Aunque el relativismo cultural destaca la comprensión y el respeto de las diferentes normas culturales, no debe usarse como escudo para justificar violaciones de derechos humanos.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas afirma que todas las personas tienen los mismos derechos y libertades, independientemente de su origen cultural. Lograr un equilibrio entre la diversidad cultural y los derechos humanos universales sigue siendo algo complejo para las naciones y para la comunidad internacional..

El desafío de Uganda ante la presión internacional sobre esta ley revela la complejidad de equilibrar la soberanía nacional con las normas mundiales de derechos humanos. La firme postura del presidente Museveni contra la coacción extranjera subraya su compromiso de salvaguardar la autonomía de Uganda. Sin embargo, la insistencia de la comunidad internacional en los derechos humanos es un testimonio de la importancia de defender los principios fundamentales.

Mientras el mundo observa cómo se desarrolla este enfrentamiento entre Uganda y el Banco Mundial, resulta evidente que el tira y afloja entre el relativismo cultural y los derechos humanos universales seguirá marcando los debates diplomáticos y éticos. Queda por ver cómo las naciones y las organizaciones internacionales navegan por estas aguas complejas, buscando un equilibrio armonioso entre el respeto a la diversidad cultural y la promoción de los derechos humanos universales.

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