Rusia tiene por fin su revolución de color

Russia and Ukraine: caught in a war of symbols. Images mixed by Kevin Rothrock.

Rusia y Ucrania, atrapadas en una guerra de símbolos. Imágenes mezcladas por Kevin Rothrock.

Rusos y ucranianos intercambiaron mucho más que balas y bombas en el conflicto por Donetsk y Luhansk, donde los separatistas que creían tener el apoyo de Moscú están en guerra contra el joven gobierno de Kiev. A mediados de agosto, alguien en Munich profanó la tumba de Stepán Bandera, el más celebrado nacionalista de Ucrania. Pocos días después, un grupo de ágiles jóvenes treparon a uno de los rascacielos “Siete Hermanas” de Moscú, plantaron una bandera ucraniana y pintaron la antigua estrella soviética en lo alto del edificio con los colores de Ucrania, amarillo y azul. Las autoridades volvieron a pintar rápidamente el ornamento y acusaron a cuatro personas, que niegan toda participación, de actos de vandalismo (los cuatros sospechosos fueron puestos bajo arresto domiciliario).

La carrera para profanar los símbolos nacionales parece estar cobrándole un precio a los funcionarios en Moscú, al punto que consideraron necesario arrestar a un grupo de pintores que cubrieron una torre de electricidad con los colores amarillo y azul. Los moscovitas descubrieron al despertarse el 21 de agosto, un día después de que los vándalos atacaron la estructura de las Siete Hermanas, que el amarillo y azul ucranianos habían aparecido en un nuevo edificio en la ciudad —una torre de electricidad.

Sin embargo, la empresa de energía que administra la torre reveló poco después que la pintura fue un accidente. Resulta que los colores corporativos de la Empresa Red Eléctrica Unida de Moscú son amarillo y azul. Según lo informaron a la prensa rusa, la torre de electricidad debía ser pintada de amarillo, azul y blanco o dorado (los informes acerca del tercer color son inconsistentes). En otras palabras, pintarla de amarillo y azul, fue solamente un error —no una declaración política.

Aparentemente, la policía de Moscú no estuvo de acuerdo. Detuvieron al equipo de pintores, y los acusaron de un delito menor aún no especificado. Parece que los colores amarillo y azul ya no son bienvenidos en los cielos de la capital rusa.

A muchos rusos en línea se les hizo difícil entender cómo es que se pudo acusar de un delito al equipo de pintores, si el estampado amarillo y azul fue un error. Ciertamente, otros se han preguntado cuál sería el delito si el esquema de colores hubiera sido intencional. Según informes noticiosos, las autoridades de la ciudad notaron el provocativo color de la torre eléctrica gracias a llamadas telefónicas de ciudadanos preocupados. Que las personas comunes y corrientes fueran los catalizadores del caso llevó a algunos usuarios de RuNet a lamentar que la costumbre soviética de “informar” sobre otros siga gozando de buena salud en la Rusia contemporánea.

Nadezhda Tolokonnikova de Pussy Riot no estuvo nada complacida:

Detenidos por pintar una torre de electricidad con amarillo y azul. “Ciudadanos preocupados llamaron a la policía”. Soplones.

El político liberal Stanislav Yakovlev considera que la aparente “preocupación” de los ciudadanos fue un recordatorio de que Josef Stalin no logró el Gran Terror por sí solo:

Sobre la pintura en la torre de electricidad. siempre volvemos sin fin sobre el Camarada Stalin, pero vuelvo a preguntar lo mismo: ¿quién delató a quién cuatro millones de veces?

Otros en línea han estado de un humor más ligero acerca de los nuevos colores de la red de energía. Algunos hasta han encontrado graciosas maneras de relacionar el incidente con la interminable historia de la ayuda humanitaria de Rusia a Ucrania, que un convoy de camiones recién pintados de blanco han estado llevando hacia el este durante lo que parecen miles de años. Los suministros de comida y ayuda de emergencia destinados a las sufridas personas del este de Ucrania están dentro de cientos de camiones militares KamAZ, recién pintados de blanco, presumiblemente para evitar que parezcan una fuerza de invasión.

Oleg Kashin, uno de los más destacados periodistas y usuario de medios sociales de Rusia, publicó en Twitter una broma de uno de sus lectores de Facebook:

Sobre la torre de electricidad pintada a medias: la gente está bromeando en los comentarios de mi cuenta de Facebook que toda la pintura blanca se usó en el convoy humanitario.

Alexey Navalny, otrora indiscutido líder de la oposición callejera rusa y ahora prisionero en su propia casa, ha llamado la atención a los colores corporativos amarillo y azul de la Empresa Red Eléctrica Unida de Moscú (MOESK). En su blog, Navalny publicó fotografías de actividades corporativas de MOESK, con anuncios graciosos sobre que un nuevo frente contra la amenaza ucraniana “Bandera” está en marcha.

Ya sea una guerra de símbolos o una guerra contra símbolos, nada de esto es totalmente nuevo en el conflicto entre Rusia y Ucrania. En diciembre de 2013, antes de la caída del régimen de Yanukovych, los manifestantes de Maidan derribaron un monumento a Lenin en Kiev, y golpearon la cabeza de la estatua hasta hacerla añicos. En marzo de 2014, de un momento a otro Moscú empezó a alojar curiosos grafitis que daban la bienvenida a la anexión de Crimea. Desde hace meses, diferentes fotografías de banderas ucranianas plantadas en las grietas de la Plaza Roja han llegado al tope de las listas de tuits.

Ya sea en la cima de las Siete Hermanas de Moscú o en la tierra afuera de San Basilio, la gente está luchando por reclamar su derecho a un espacio intocable. Esto da lugar a una amplia zona de guerra, por supuesto, y Moscú ha librado una incansable campaña de información contra el “enemigo fascista”. Rusia pelea esta batalla en casa y en el exterior. Sin embargo, las autoridades muestran su fatiga, cuando arrestan a un grupo de desafortunados pintores.

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