Wuzhen, el pueblo futurista en la provincia china de Zhejiang, le dijo hola y adiós a la Conferencia Mundial de internet que tuvo lugar allí del 19 al 21 de noviembre de 2014. Muchos, por supuesto, encontraron irónico que China —donde el gobierno mantiene bloqueados cientos de sitios web extranjeros— sirviera de anfitrión de una cumbre acerca de la World Wide Web, pero los comentaristas locales parecían impasibles. Numerosos oradores en la conferencia sostuvieron incluso que el resto del mundo debe aceptar la confianza de China en sus regulaciones de internet y comprender que las empresas extranjeras no pueden obtener beneficios en China si no obedecen las leyes locales.
Los asistentes a la Conferencia disfrutaron de acceso especial y temporario a cientos de sitios web extranjeros bloqueados. Pero en el resto del país, el gobierno chino intensificó los esfuerzos de censura. Edgecast, una de las redes de entrega de contenidos más grandes del mundo, sufrió un «envenenamiento» de DNS que dejó a miles de sitios web y aplicaciones móviles fuera de servicio en todo el país.
GreatFire.org, un sitio dedicado a monitorear la censura en línea en China, sostiene que las autoridades chinas están corriendo el riesgo de sufrir «daños colaterales» masivos al interrumpir el acceso a un gran número de sitios apolíticos para proteger la soberanía del estado sobre la red local. Por ejemplo, el ataque a Edgecast involuntariamente bloqueó los sitios de Sony Mobile a nivel global y sitios chinos, The Atlantic, Drupal.org, Gravatar, entre otros.
Según los medios oficiales chinos, organizar la conferencia de internet fue un esfuerzo para «mostrar confianza compartiendo la opinión de China sobre cómo enfrentar las amenazas en línea y cómo mejorar la cooperación internacional en línea.» La confianza de China, sin duda, proviene en gran medida de su enorme mercado de 632 millones de usuarios de Internet, 527 millones de los cuales acceden a la red a través de dispositivos móviles. Estadísticos proyectan que en 2015 habrá 850 millones de usuarios de Internet en China.
Muchos interpretan que la confianza de China en Internet demuestra la creciente determinación del país de imponer un enfoque chino a la gobernanza de internet a nivel mundial. Su Xinghe, un comentarista chino sobre noticias tecnológicas, dice acerca de la nueva asertividad de China:
极权在互联网领域的管控比以往任何时代都要严密,与一盘散沙的美国网路相比,中国的网路更加有组织、有纪律。20年来,从各种关于“备案”的法律法规,到广电总局等政府机构下达的内容限制令,再到对网路“有害资讯”的清除,以及对发布这些“有害资讯”的网路使用者的打击,中国互联网的发展可谓一日千里,为世界各国提供了相当宝贵的经验。[…]
互联网一直被当作意识形态领域斗争的前沿阵地,“带鱼”的上位和“野鸡”网站的兴起表明,当局发起了一场“占领互联网”的行动。以红色传统、社会正能量和歌功颂德为主体内容,以打击西方反华势力和国内自由民主思潮为抓手,充分利用资源和管道优势,让那些当局希望的内容充斥互联网——就如同文革时铺天盖地的大字报一样,给民众施以强力洗脑和强制服从的压力。适逢其时的世界互联网大会,便于当局将这样的内容更趋于官方化,在话语领域起到更好的压制作用。
El poder autoritario es bueno usando internet para controlar a las personas. En comparación con el laxo control de EE. UU. sobre la red, China es más organizada y disciplinada. En los últimos 20 años, tantas normas y regulaciones han sido implementadas [para limitar el servicio de Internet y los proveedores de contenido. Las autoridades del gobierno, incluyendo a la Administración estatal de prensa, publicaciones, radio, cine y televisión, continúa dictando directivas que limitan contenidos y eliminando «información perjudicial» de la web. Los distribuidores de información perjudicial son sancionados. El desarrollo de la gobernanza de internet es de gran alcance y esta experiencia es valiosa para otros países. […]
Internet es considerada en la vanguardia de la lucha ideológica china. El surgimiento de celebridades patrocinadas por el estado como Zhou Xiaoping y sitios web patrocinados por el estado como «Phoenix» demuestran que las autoridades han lanzado una campaña para «ocupar la red» con la tradición roja del partido comunista chino y la «energía positiva como orgullo» para contribuir a reprimir los valores occidentales contrarios a China, como libertad y democracia. Controlando los recursos de internet y las plataformas de contenido, las autoridades llenan la red con la clase de contenido que quieren que la gente vea, de manera similar a los carteles que cubrían cada esquina durante la Revolución Cultural. El objetivo es lavar el cerebro de la población y usar la presión política para volverla sumisa. Al servir como anfitriones de la Conferencia Mundial de Internet, las autoridades chinas pueden legitimar su práctica oficialmente y continuar reprimiendo el disenso.
En un probable lapsus linguae freudiano, la celebridad en línea patrocinada por el estado Hua Qianfang elogió la «confianza de gran nación» de China llamándola «mente de Sima Zhao«, una expresión idiomática china usada para describir una intención oculta e inmoral de usurpar el trono o tomar el poder. Durante la Conferencia Mundial de Internet, muchos cibernautas chinos repitieron la frase para burlarse de la intención oculta de las autoridades.
En chino, la frase completa dice, «Todos en la calle saben lo que está en la mente de Sima Zhao.» La intención oculta está implícita y no se manifiesta. De hecho, el director de la Oficina de información de internet estatal china, Lu Wei, afirmó en el Foro Económico Mundial, (vía el China Digital Times):
Freedom and order are twin sisters, and they must live together […] The same principle applies to security. So we must have a public order [internationally]. And this public order cannot impact any particular local order. […] What we cannot permit, is the taking advantage of China’s market, of profiting from Chinese money, but doing damage to China. This will absolutely not be permitted. It is unacceptable to harm China’s interests, to harm China’s security, or to harm the interests of China’s consumers. Assuming respect for this bottom line any internet company is welcome in China.
Libertad y orden son hermanos gemelos, y deben vivir juntos […] El mismo principio se aplica a la seguridad. Entonces debemos tener un orden público [a nivel internacional]. Y este orden público no puede impactar en ningún orden particular. […] Lo que no podemos permitir es que se aprovechen del mercado chino, del dinero chino, pero dañen a China. Esto de ninguna manera se permitirá. Es inaceptable que se dañen los intereses chinos, la seguridad del país, o perjudicar los intereses de los consumidores chinos. Si respeta ese postulado básico cualquier empresa de internet será bienvenida en China.
El ataque DNS a Edgecast y sus «daños colaterales» en miles de sitios web empresariales representan aquello a lo que hace referencia Liu Wei al decir que China está decidida a mantener el «orden local,» a pesar de los costos para la economía.
Mientras el rol de China crece y se convierte en un jugador clave en el diseño de la gobernanza de Internet a nivel mundial, su enfoque respecto a la soberanía aún preocupa a los activistas por los derechos humanos. William Nee, investigador de China para Amnistía Internacional, exhortó a los líderes empresarios internacionales a discutir la libertad en línea en la Conferencia, pero el tema desafortunadamente no fue incluido en el programa.
Mientras la soberanía digital continúa modelando el futuro de la gobernanza de Internet, parece que será tarea de la sociedad civil desempeñar un rol importante en la lucha de China por una internet abierta y libre.