La institución garante de la transparencia en México se mete en aprietos

Oscar Guerra, uno de los 7 comisionados del INAI. Imagen compartida en Flickr por el usuario Malova Gobernador, utilizada en términos de licencia Creative Commons.

Oscar Guerra, uno de los 7 comisionados del INAI. Imagen compartida en Flickr por el usuario Malova Gobernador. Usada bajo licencia CC 2.0

Entre una plataforma informática inservible, una cuestionada campaña anti-sexting y una serie de acusaciones serias de corrupción, la nueva agencia pública de transparencia en México, INAI, no ha logrado salir de la tormenta desde su lanzamiento oficial en mayo de 2015.

Cuando se convirtió en realidad en México la reforma al texto constitucional en materia de acceso a la información pública, todos sabían que el proceso de implementación no sería terso. Desde su creación hasta ahora, las vicisitudes siguen rodeando al nuevo órgano garante o watchdog de la transparencia y la protección de datos personales (privacidad) en el país.

El derecho de acceso a información pública en México es fomentado y salvaguardado desde 2002, año en el que se creó el IFAI, órgano ciudadano que facilitaba el accesso de los ciudadanos a datos públicos a través de una agencia semi-autónoma. Pero este quedó formalmente extinto a partir de la reforma mencionada, y fue sustituída por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales («INAI») con una nueva alineación de siete comisionados emanados de la clase política, principalmente.

Como su antecesor, el INAI funge como un protector de los derechos fundamentales que le dan nombre, fomentando su conocimiento entre la ciudadanía pero también resolviendo como autoridad las controversias que se suscitan, por ejemplo entre una persona que quiere acceder a información pública y una oficina gubernamental que se niega a entregarla.

La plataforma de transparencia que no funciona

En mayo de 2016 informamos sobre la nueva herramienta que lanzó el INAI para permitir a cualquier persona acceder a información gubernamental disponible o solicitar la que todavía no lo está. La idea es que cualquier persona (sin importar si es ciudadano mexicano o no) pudiera consultar en línea información del gobierno; desde lo más básico, como remuneraciones y prestaciones de los servidores públicos, hasta documentos de suma relevancia y actualidad, como la investigación del caso Ayotzinapa.

Al poco tiempo usuarios del sistema y expertos en la materia advirtieron una serie de fallas en dicha plataforma que entorpecieron gravemente la transparencia. Muchos de ellos utilizaron Twitter para evidenciar la avería:

Renta Terrazas, experta en transparencia, denunció así las fallas de la «novedosa» herramienta lanzada por el INAI:

La realidad ha sido otra, la plataforma ha fallado desde el día uno y a dos semanas, muchas personas no han logrado hacer solicitudes, no pueden acceder a las solicitudes que realizaron con antelación por lo que no pueden revisar las respuestas de las autoridades, no pueden meter recursos de impugnación, entre tantas otras fallas que, sin importar sean técnicas o no, obstaculizan el ejercicio de un derecho.

El problema de la falla de la plataforma no es menor. No es un tema tecnológico simple que no permite realizar una actividad, se trata de un error técnico que deriva en la violación de un derecho, y de manera muy lamentable, la violación proviene de aquellas instituciones que tienen como mandato velar por ese derecho.

Días antes de la publicación en cita, Renata Terrazas compartió estas imágenes en Twitter:

El manejo del sexting, otro de los problemas que aquejan a la INAI

Ya en el ámbito de la privacidad o protección de datos personales, que es otro de los derechos fundamentales que el INAI está encargado de garantizar, también encontramos cuestionamientos. En julio de 2016 el INAI junto con otras instituciones, lanzó una campaña contra el envío y recepción de mensajes de naturaleza sexual explícita entre dispositivos móviles, actividad mejor conocida por su expresión en inglés: sexting. El diario regional El Debate informó así sobre esta iniciativa:

El Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), PantallasAmigas, y representantes de las instituciones públicas y privadas que colaboran, lanzaron la campaña “Pensar antes de sextear. 10 Razones para no realizar sexting”, que tiene como fin alertar sobre los riesgos que implica dicha práctica…

Así difunde el instituto en cuestión la campaña mencionada a través de Twitter:

La iniciativa fue criticada por contener visos sexistas o machistas y menoscabar los derechos digitales, como lo advirtió la abogada Gisela Pérez de Acha en la publicación digital Horizontal:

“Pensar antes de hacer sexting” es el ejemplo perfecto de una política pública fallida, moralista y desigualitaria. En vez de buscar condiciones de igualdad y sancionar a los que nos agreden sexualmente (sea en casos de violación o por difusión de nuestras imágenes íntimas) reproduce los mismos estereotipos de género. Culpar, castigar o censurar a las mujeres que se salen de los roles, espacios y atributos “apropiados” en función de su sexo; a aquellas que no son “recatadas, sumisas y buenas esposas”, valida la violencia.

La autora citada, en un diáfano texto se refiere al derecho digital a compartir este tipo de mensajes:

Tenemos derecho a sextear. A tomar fotos o videos íntimos, explorar nuestros cuerpos con la cámara de teléfono que nos acompaña a todos lados; a descubrir nuestro mejor ángulo y elegir a quién mandárselo. En la era digital, el sexo es más que un mero intercambio de fluidos. No tenemos que seguir los estándares “eróticos” o “pornográficos.” Si son nuestros desnudos, son nuestras reglas. Y, entonces, el sexting es un ejercicio de autodeterminación que forma parte de nuestros derechos sexuales: el conjunto de derechos humanos que reconocen la capacidad de expresar nuestra sexualidad sin discriminación.

El portal Animal Político recogió las expresiones de un grupo de activistas respecto de esta campaña auspiciada por el INAI:

Tras su difusión en redes sociales, el llamado de las autoridades a no hacer sexting provocó críticas como la de la organización Red en Defensa de los Derechos Digitales, que considera que la campaña apela a la moralidad, y tiene un enfoque inadecuado.

Dudas sobre la integridad de los comisionados

Por otra parte, entre los profesionales del derecho la percepción sobre la integridad de los comisionados del INAI no anda en los mejores niveles. Justo en el mes de julio de 2016, la revista especializada El Mundo del Abogado dedicó su editorial a un caso de presunta corrupción y opacidad a cargo de los comisionados, titulándolo «Algo huele a podrido en el INAI«.

Además, la revista mencionada se ha referido a un mal ejercicio del presupuesto por parte del INAI:

El órgano encargado de velar por la transparencia en México resulta un componente esencial en la lucha contra la corrupción que se lleva a cabo en el país, razón por la cual es deseable que el INAI retome el buen camino y legitime su actuar ante la ciudadanía con impecable trabajo, emulando al alguna vez rutilante IFAI.

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