Líderes religiosos de Trinidad y Tobago se «unen para dividir» en torno a los derechos de los gays

Parte de la multitud en las afueras del Palacio de Justicia de Trinidad en Puerto España el 12 de abril de 2018, después de que la Corte Suprema resolvió a favor de Jason Jones, que interpuso un demanda según la cual la ley de «sodomía» del país infringía sus derechos constitucionales. Foto de Maria Nunes, usada con autorización.

Dos meses después de que la jueza suprema Devindra Rampersad resolvió que las secciones de la ley de delitos sexuales de Trinidad y Tobago que penalizaban el sexo anal entre adultos que manifestaban su consentmiento eran «inconstitucionales», un grupo de líderes religiosos declaró que se opondrán enérgicamente a la introducción de matrimonio del mismo sexo, y también a la reforma de las leyes de igualdad del país para proteger a las minorías sexuales y de género.

Los miembros del grupo incluyen a Jason Gordon, arzobispo de la Iglesia Católica; representantes de sectas musulmanas y cristianas evangélicas; y Sanatan Dharma Maha Sabha, Satnarayan «Sat» Maharaj, secretario general de la organización hindú.

Los líderes religiosos no siempre se han llevado bien. En mayo de 2016, el controvertido Maharaj, dijo al predecesor de Gordon, Joseph Harris, que “no se metiera en lo que no le importa” en lo referente al matrimonio infantil. Dijo que era un asunto entre la comunidad hindú y el Estado. El matrimonio infantil fue declarado ilegal en Trinidad y Tobago.

Pero el grupo ha encontrado una causa común en la retórica sobre biología y género, que «Adam y Steve» y la «tela de la sociedad» –la estructura familiar tradicional– están «en riesgo». Jason Jones, que interpuso la demanda con el Estado contra la ley de “sodomía” calificó la posición de “repugnante”.

En una conferencia de prensa «facilitada» por una organización no gubernamental llamada Rebuild TT, los líderes religiosos hicieron un llamado a los políticos del país para que reformaran la ley de matrimonio con una mayoría calificada, para bloquear la legalisación del matrimonio del mismo sexo. También están en contra de que se reforme la ley de igualdad de oportunidades del país.

Se informó que el arzobispo católico dijo: «Una minoría muy abierta no debería poder lograr que se apruebe su agenda». También sostuvo que las opiniones de su grupo reflejaban la opinión del 90% de la sociedad de Trinidad y Tobago, pero no citó fuentes para estas estadísticas.

A juzgar por las amplias críticas en línea, los usuarios de medios sociales deben ser ese «10%» restante –y la mayoría siente que las prioridades del grupo religioso están equivocadas y se fastidió por la hipocresía de su postura, dadas las historias personales de los líderes y las historias de las instituciones que representan.

En Twitter, la periodista Judy Raymond comentó:

Hacen lo que pueden para reducir los asesinatos, el maltrato infantil, la violencia doméstica, las guerras de pandillas, las personas sin hogar, las amenazas a la libre expresión, la desigualdad en los ingresos, la corrupción… no, más importante es usar su posición de liderazgo para decir quiénes deben o no deben amarse.

Su colega, el periodista Kejan Haynes, tuiteó:

Hoy en Trinidad y Tobago, docenas de parejas del mismo sexo se dijeron «te amo» y siguieron con sus vidas.

Además, un hombre casi estranguló a su acompañante femenina antes de suicidarse.

Adivinen a cuál nuestros líderes religiosos consideraron asunto de urgencia nacional.

El tuit de Haynes se retuiteó ampliamente y se publicó en otras plataformas de medios sociales. Cuando otro usuario de Twitter lo cuestionó por sus críticas a los líderes religiosos y le preguntó si tener una sistema de creencias diferente equivalía a ser intolerante, contestó:

Así que, ¿¿!!básicamente si tienes una creencia diferente eres intolerante!!?? ¿¿¿De verdad??? Ay, por favor….
————
Si estás tratando activamente de impedir que otros tengan derechos humanos básicos, entonces sí. Sí, así es.

En Facebook, la usuaria Patricia Worrell también se sintió decepcionada:

And on the news tonight, what do I see but Archbishop Jason Gordon holding hands with Sat Maharaj in a common stance of religious leaders against gays, who are, they say, degrading the moral fabric of our society.

In a totally unrelated story, I see Pope Francis has accepted the resignation of Chilean bishops who were involved in covering up a child sex abuse scandal

However, it seems the clergy of the Catholic Church have been contributing their own widow’s mite to moral fabric disintegration in different parts of the world, Jason….How will you act on that? What do you say?

#lethewhoiswithoutsincastthefirststone

Y en las noticias de hoy, no veo más que el arzobispo Jason Gordon tomado de la mano con Sat Maharaj en una posición común de los líderes religiosos contra los gays que están, dicen ellos, degradando la fibra moral de nuestra sociedad.

En una historia sin relación alguna, veo que el papa Francisco ha aceptado la renuncia de obispos chilenos involucrados en encubrir escándalo de abuso sexual infantil.

Sin embargo, parece que el clero de la Iglesia católica ha estado contribuyendo con su propia ofrenda de la viuda a la desintegración de la fibra moral en diferentes partes del mundo, Jason [Gordon]… ¿cómo actuarás al respecto? ¿Qué dices?

El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

La activista Tillah Willah publicó una foto del grupo de líderes religiosos y comentó:

Like heroes from a fairytale! Our very own dwarves Backwardo and Rapey, Pedo and Gropey, Grabby and Hatey. Here they are, mustering the remnants of their erectile tissue, to dig a hole back to the surface. Past the destroyed lives of child brides, the broken bodies of thousands of women forced to pray for their abusive partners, generations of boys abused by priests.
We're saved y'all. We're safe.

¡Como héroes de un cuento de hadas! Nuestros propios enanos Retrógrado, Violador, Pedófilo, Manoseador, Agarrador y Odio. Acá están, reuniendo las sobras de su tejido eréctil para cavar un agujero en la supercicie. Por encima de las vidas destrozadas de novias infantiles, los cuerpos rotos de miles de mujeres obligadas a rezar por sus parejas abusivas, generaciones de niños abusados por sacerdotes.
Estamos salvados, oigan. Estamos a salvo.

Luego, por supuesto, llegaron los memes. Uno tomó el cartel de «Liga de la Justicia», y llamó al grupo «Liga de la Injusticia: Líderes religiosos se unen para dividir a Trinidad y Tobago… ¡de una vez por todas!»:

Liga de la injusticia. Líderes religiosos se unen para dividir a Trinidad y Tobago… ¡de una vez por todas!

Otro adaptaba una escena del video del artista estadounidense Childish Gambino «This Is America«, que muestra al arzobispo apuntando con una pistola la bandera de arcoíris de la igualdad:

Esto es Trinidad.

Por último, en una de las publicaciones más elocuentes sobre el tema, la poeta Shivanee Ramlochan escribió:

Faulty men have run religion since we could trace the sign of the cross in the rich, lifegiving dirt. Men have always been asking themselves, ‘What Would Jesus Do?’, then they have done the opposite, in Jesus’ blood-consecrated name. In Shiva’s. In the Prophet’s. The men who spoke compellingly of the need to refuse your rights today – those men not only work at cross-purposes to each other, they work at the ultimate cross-purpose: a refutation of the love that a benevolent God promises his children. They may speak for the ordering of their religious houses. But we know that that is not where you find God. They may denounce the worthiness of your moral constitution, and declare you members of a fringe, rogue group, one with a collective big mouth. But that is what maximum oppressors have always done. With muzzles. With inverted swastikas. With the promise of Hell, and the punishment of disenfranchisement, disrepute, and death. And everywhere, from Stonewall to Georgetown, we who are called rebels raise our hands, our persistently queer fists to the firmament from which raineth the rain of God, equally on us all, to say, you can’t kill us out of the rights we deserve. Some of us. Not all.

We are much more than ten percent. […]

My dear, queer friend, when you decide how you love God. Whether as a man who died on a cross. A serpent-tongued, blackskinned Goddess necklaced by skulls. A samaan tree. […] When you find your God, and your God finds you. When you commit yourself to that loving service, in all its light, dark and complication. No holy man can lay his tongue against you without also revealing the rot of his heart. No judgement issued from your body of worshippers – who, you plainly see, are not your family in love, but your acquaintances in enmity – can so much as blister the smallest dot on your soles.

They may throw you out. They may disown you. They may raise their hands against your body and reject you at the doors to your place of work. But if you want him. If you want her. They cannot take your God from you. They can only rob themselves.

Hombres defectuosos han manejado la religión desde que podemos rastrear la señal de la cruz en la rica tierra que da vida. Los hombres siempre se han preguntado: ‘¿qué haría Jesús?’, y luego hacen lo contrario, en nombre de la sangre consagrada de Jesús. De Shiva. Del Profeta. Los hombres que hablan convincentemente de la necesidad de rechazar tus derechos hoy –esos hombres no solamente trabajan en sus propósitos mutuos, trabajan en el supremo propósito mutuo: negación del amor que un Dios benevolente promete a sus hijos. Pueden hablar a favor del ordenamiento de sus casas religiosas. Pero sabemos que no es ahí donde encuentras a Dios. Pueden denunciar el valor de tu constitución moral, y declararte miembros de un grupo marginal, canalla, con una enorme boca colectiva. Pero eso es lo que los máximos opresores siempre han hecho. Con mordazas. Con esvásticas invertidas. Con la promesa del Infierno y el castigo de la inhabilitación, descrédito y muerte. Y en todas partes, desde Stonewall a Georgetown, los que nos decimos rebeldes levantamos la mano, nuestros puños persistentemente maricas al firmamento desde donde cayó la lluvia de Dios, por igual a todos, para decir que no pueden matarnos sin los derechos que merecemos. Algunos. No todos.

Somos muchos más del diez por ciento. […]

Mi querido amigo marica, cuando decidas cómo amas a Dios. Ya sea como hombre que murió en la cruz. Una diosa con lengua de serpiente con collar de cráneos. Un árbol de marihuana. […] Cuando encuentres a tu dios y tu dios te encuentre. Cuando te comprometas con ese servicio de amor, en toda su luz, oscuridad y complicación. Ningún hombre sagrado puede poner su lengua en tu contra sin también revelar la podredumbre de su corazón. Ningún juicio emitido de tu cuerpo de adoradores –a quienes ves a simple vista, no es tu familia de amor, son tus conocidos enemigos– puede ampollar el punto más pequeño de tus suelas.

Te pueden expulsar. Te pueden desheredar. Pueden alzar la mano contra tu cuerpo y rechazarte en la puerta de tu lugar de trabajo. Pero si lo quieres. Pero si la quieres. No pueden quitarte a Dios. Solamente pueden robarse ellos mismos.

El Gobierno de Trinidad y Tobago ha afirmado que apelará contra la sentencia de la ley de sodomía. Está programada una audiencia adicional en la materia el 4 de julio de 2018, y Jones está optimista que la Comisión de Igualdad de Oportunidades, que apoyó su caso, será fundamental en la decisión de incluir a las comunidades vulnerables en la ley de igualdad de oportunidades.

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