Rondan dudas sobre respuesta del Gobierno japonés ante mortales precipitaciones sin precedente

Kurashiki Okayama flooding NHK

Inundación en Kurashiki, Okayama, oeste de Japón. Captura de pantalla de NHK World-Japan.

Al menos 178 personas murieron y más de 60 están desaparecidas luego de que gran parte del oeste de Japón fuera azotado por lluvias torrenciales, la peores en la historia.

Las inundaciones afectaron la mayor parte del oeste de Honshu, en particular, las prefecturas colindantes Okayama e Hiroshima. Mientras autoridades locales luchan para rescatar a los desaparecidos y restablecer servicios básicos como el de agua potable, los japoneses exigen, cada vez con más intensidad, respuestas para entender por qué la cantidad de víctimas es tan alta. Ante esto, el Gobierno parece haber reaccionado con lentitud al desastre.

Ya habían caído lluvias sin precedentes en días anteriores, en el marco de la temporada anual de precipitaciones de Japón, cuando un frente de lluvia más fuerte provocó que las autoridades meteorológicas predijeran que tendría lugar una inundación generalizada el jueves 5 de julio, especialmente en el oeste de Japón.

En la tarde del 5 de julio se informó que algunas regiones ya habían recibido más de 400 mm en precipitaciones durante las 72 horas previa, lo que representa el doble de la cantidad de lluvias anuales. Pero aún faltaba.

July 5 rainfall western Japan

Las lluvias el 5 de julio en el oeste de Japón. «Precipitaciones durante más de 72 horas… Solo la región de Tokio se salvó de estas lluvias desastrosas». Captura de pantalla de  ANN official YouTube channel.

Las lluvias no menguaron durante el primer fin de semana de julio. Por primera vez en su historia, la Agencia Meteorológica Japonesa emitió al mismo tiempo alertas de inundación a ocho prefecturas, que luego se extendió a once.

Kurashiki, turístico pueblo bien conservado en Okayama, fue uno de los más azotados por las inundaciones, con casi un 30 % de la zona afectada.

Lluvias torrenciales: imágenes tomadas a las 8.51 am el sábado 7 de julio cerca de Yata, Makibi, ciudad de Kurashiki, provincia de Okayama. Las casas están inundadas hasta los techos.

Hiroshima, otra prefectura montañosa colindante con Okayama hacia el oeste, llegó a los titulares de los diarios por los numerosos desprendimientos de tierra que enterraron vivas a docenas de personas.

«¿Por qué no le dije que evacuara?», se pregunta un recién casado, luego de perder a su esposa en un desprendimiento de tierra en Hiroshima.

Las lluvias afectaron a casi todas las prefecturas japonesas al oeste del monte Fuji. Por un lado, en el lado este de la ciudad se temía por la rotura una represa; por el otro, el plácido río Kamo, que corre por el oeste de Kioto, se convirtió en un torrente furioso y amenazó inundar el distrito comercial central de la ciudad.

El río Kamo se desborda.

Debido al tamaño y alcance de las precipitaciones, inundaciones y aludes, resultó muy difícil detectar la escala de los desastres múltiples que tuvieron lugar en forma simultanea a lo largo de todo el oeste de Japón. Durante el fin de semana, Hidenori Watanave, investigador especialista en cartografía, creó una herramienta interactiva que, con Google Earth, permitió identificar la infraestructura dañada en toda la región. Watanave informó que la herramienta estará disponible en línea pronto a disposición del público general.

Como se mencionó en otro tuit, se muestran [fotos de las áreas dañadas] superpuestas en Google Earth.

Enojo ante respuesta poco decidida del Gobierno

El lunes 9 de julio, la Agencia Meteorológica Japonesa había asignado un nombre oficial a la gran cantidad de desastres:

Comunicado de prensa (9 de julio de 2018): la Agencia meteorológica japonesa ha nombrado al desastre «Lluvias torrenciales de julio de 2018″.

El primer ministro Shinzo Abe y su gabinete comenzaron a recibir críticas por no actuar a tiempo.

Desde el jueves 5 de julio, la cobertura mediática le asignó al diluvio constante el trato de crisis de consideración. Por su parte, el mismo jueves, Abe y los miembros principales del Partido Democrático Liberal pasaron una noche de fiesta en una actividad privada en Tokio, brindando para asegurarle a Abe un tercer mandato, algo sin precedentes, como jefe del partido y primer ministro de Japón.

El reloj marca más de las 8:30 p.m. [el jueves 5 de julio]. ¿Todavía no queda claro el grado de devastación del diluvio?

Publicaciones como las del periódico de izquierda Asahi y el tabloide Nikkan Gendai se ocuparon durante varios días de atacar al primer ministro:

Del tabloide Nikkan Gendai:
[Encabezado de la primera imagen] «¿Qué hacia realmente este gobierno mientras el agua engullía a la población?

[Encabezado y copia de la segunda imagen]: «¿Qué es lo que quieren decir con que ‘las vidas de las personas están primero'?'»

«Estaban bebiendo en una fiesta, planeando sus propia estrategia política o visitando a sus secuaces, preocupados por mantener el régimen vivo. La respuesta ante la crisis de inundaciones quedó en un segundo plano, lo que intensificó el daño».

«El gabinete no hizo nada hasta el 7 de julio» […].

Por qué las víctimas fatales y los daños fueron tan severos

El primer ministro Abe visitó las áreas afectadas por las inundaciones el miércoles 11 de julio, casi una semana después de hacerse evidente que Japón experimentaba un desastre natural de una magnitud considerable. Además de un número de víctimas fatales que sobrepasa los 200, 70 000 hogares a lo largo del oeste de Japón han sido afectados y 2 millones de personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares.

Además, el barro espeso, infraestructura de transporte dañada y el riesgo constante de el colapso de represas han hecho que el envío de ayuda a los evacuados sea complejo, sobre todo de agua potable y alimentos. Una montaña de basura de hogares destruidos presiona a las autoridades locales mientras tratan de decidir qué hacer con todo.

Cada vez son más los que se preguntan por qué, en un país que está acostumbrado a lluvias torrenciales sorpresivas, el número de víctimas ha sido tan elevado. En la prefectura de Okayama, donde se han visto el mayor número de muertos durante las últimas semanas, se dice que ya estaban informados sobre el riesgo de inundación.

La periodista Linda Sieg de la agencia de noticias Reuters, destacó el hecho de que muchos no supieron hacia dónde dirigirse luego de recibir las alertas de evacuación. Además, es una costumbre que Japón se prepare para terremotos y no para inundaciones a larga escala, a lo que se suma el hecho de que muchos hogares están construidos en áreas propensas a los aludes por falta de terreno disponible para la construcción de viviendas.

A final de cuentas, según analizó el periodico Mainichi, es probable que el gran volumen de agua haya sobrepasado las defensas contra inundaciones existentes.

Como consecuencia, también surgen interrogantes sobre el papel que el cambio climático pudo haber jugado en el desastre. Se estima que el aumento en la temperatura promedio de superficie de la tierra daría como resultado un aumento en la frecuencia e intensidad de los desastres climáticos extremos, tales como precipitaciones severas, en particular en el oeste de Japón.

Si bien los medios de países occidentales y angloparlantes han informado sobre las precipitaciones y las inundaciones como una noticia sobre Japón, el servicio japonés de noticias Kyodo señaló que este desastre era apenas uno de los tantos acontecimientos climáticos que tenían lugar en ese mismo momento en el mundo:

世界気象機関(WMO)は10日、7月には日本が豪雨に見舞われた一方、北アフリカや米西海岸で記録的な高温となるなど世界各地で異常気象が観測されていると発表した。

La Organización Meteorológica Mundial [que se encuentra en Ginebra] anunció el 10 de julio que, al mismo momento en que Japón sufría lluvias torrenciales en julio, en el norte de África y la costa oeste de América del Norte se registró una ola de calor con temperaturas sin precedente, mientras muchas partes del mundo sufrieron patrones climáticos inusuales.

Además, Nishinippon Shimbun, importante diario de Fukuoka que se publica en el oeste de Japón, destacó:

西日本を中心に甚大な被害をもたらした記録的豪雨で、気象庁は過去最多となる11府県に大雨特別警報を出した。「50年に1度」の異常気象を基準に発表される大雨特別警報だが、昨年の九州豪雨に続いて福岡県では2年連続で発表されたことになる。「異常」が「日常」になりつつある中、どうすれば命を守れるのか。

A medida que las lluvias torrenciales sin precendentes provocaron daños enormes en el oeste de Japón, la Agencia Meteorológica Japonesa emitió una alerta meteorológica a 11 prefecturas, el mayor número de alertas para un solo hecho de la historia.

Si bien [las lluvias y las inundaciones] fueron descritas como «las más grandes en 50 años» en los alertas meteorológios especiales luego de las lluvias e inundaciones de 2017, este es el segundo año consecutivo en que la prefectura de Fukuoka recibe alertas especiales.

Si tenemos en cuenta que el clima inusual se vuelve lo normal, ¿cómo nos vamos a proteger?

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