Hecho en China: Draconianos detalles de la ley de seguridad nacional de Hong Kong

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Conferencia de prensa del Gobierno de Hong Kong sobre la ley de seguridad nacional. Imagen de The Stand News.

El texto de la nueva ley de seguridad nacional de Hong Kong se dio a conocer al público el 30 de junio a las 23.00 horas (hora local). No fue enviada al Consejo Legislativo de Hong Kong y comenzó a tener vigencia de forma inmediata.

La ley define cuatro tipo de actos penales: secesión, subversión, terrorismo y conspiración con un poder extranjero. Está redactada en términos ambiguos de forma tal que pueda utilizarse en una amplia gama de discursos y protestas.

La pena más alta por estos delitos es la prisión perpetua.

La aplicación de la ley se encuentra bajo la órbita del Gobierno chino, y las agencias de seguridad de China continental no se deberán atener a ninguna legislación de Hong Kong a la hora de operar en la ciudad.

Es por este motivo que muchos proclaman que este hecho marca el fin del lema «Un país, dos sistemas».

Los medios de comunicación más importantes se encargaron de dar explicaciones de los detalles de la ley.

En este artículo mostramos las mayores preocupaciones planteadas en Twitter.

Jurisdicción extraterritorial

Como ocurrió con muchos hongkonenses, el periodista chino Allen-Ebrahimian quedó asombrado al leer el artículo 38 de la ley:

Por Dios, ¿estoy leyendo bien?

Artículo 38: la ley se aplica a personas que NO sean residentes permanente en Hong Kong y cometan delitos bajo esta ley FUERA de Hong Kong.

¿Acaso Pekín acaba de concederse derechos extraterritoriales sobre el planeta entero?

Efectivamente, de acuerdo a este artículo, la ley alcanza a cualquiera que haya apoyado protestas a favor de la autonomía política de Hong Kong una vez que se encuentre en territorios chinos, incluidos Hong Kong y Macao.

La mayoría de las personas a las que esta ley está dirigida serían chinos y hongkoneses que se encuentran en otros países y cuentan con pasaporte extranjero. No obstante, también podrían verse afectadas las organizaciones internacionales y nacionales, en casose las descubriese cometiendo cualquiera de las cinco actividades ilegales detalladas en el artículo 29:

- estar en guerra o amenazar con usar la fuerza con el fin de socavar la soberanía, unificación e integridad territorial de China;
– alterar seriamente la formulación y la ejecución de las leyes en Hong Kong y China;
– fraudar o perjudicar una elección en Hong Kong;
– imposición de sanciones o bloqueos, así como también formar parte en otras actividades hostiles contra Hong Kong y China;
– provocación ilegal del odio entre los habitantes hongkoneses hacia Hong Kong y el Gobierno chino.

En este contexto, Canadá, país que ha visto cómo dos de sus ciudadanos fueron acusados de espías en China, emitió una alerta de viaje para los canadienses que decidan visitar Hong Kong:

Hong Kong: la ley de seguridad nacional entró en efecto a partir del 1 de julio. El riesgo de detenciones arbitrarias bajo el marco de esta ley y la probable extradición a China continental es alto.

Definiciones ambiguas, penalización de protestas contra los Gobiernos de Hong Kong y China

Las definiciones ambiguas de los delitos son una característica de esta ley. Por ejemplo, el ataque físico y el vandalismo de edificios privados y públicos puede ser interpretado como actividades terroristas según el artículo 24.

Tal como detalla un comunicado de Amnistía Internacional, la definición de «seguridad nacional» en esta nueva ley es tan ambigua que no es posible determinar cómo y cuándo uno se encuentra ante posibles violaciones de la ley.

Un ejemplo de esto es la penalización del discurso en línea. Ciertamente, según las declaraciones conferencia de prensa de Zhang Xiaoming, director de la Oficina de Hong Kong y Macao en Pekín, el significado de incitación al odio es tan amplio que llega a abarcar situaciones como hacer correr rumores sobre las fuerzas policiales de Hong Kong.

Alvin Lum, periodista de Hong Kong Citizen News, publicó en Twitter:

Último minuto: Zhang Xiaoming, director de la Oficina de Hong Kong y Macao, declaró que hacer correr rumores sobre el accionar de la Policía en el manejo del Policía de lo ocurrido en la estación Príncipe Eduardo el 31 de agosto de 2019 podría considerarse como incitación al odio contra la Policía y, por lo tanto, una violación a la ley de seguridad nacional.

De acuerdo a estas definiciones, muchos lemas políticos que condenan la violencia policial en las protestas como, por ejemplo, el popular «¡Policías corruptos, que muera toda su familia!»(黑警死全家!) podrían ser considerados como una amenaza a la seguridad nacional.

Operaciones indiscriminadas de la policía secreta

Tal como se conoció antes, Pekín instalará una Oficina de Seguridad Nacional en Hong Kong para supervisar la instauración de la ley a nivel local, para recolectar y analizar información de inteligencia de seguridad nacional, y tomar casos de delitos de seguridad nacional (artículos 48 y 49).

No obstante, muchos fueron los que se conmocionaron al conocer que el artículo 60 especifica que la policía secreta de Pekín no deberá atenerse a las leyes locales al ejercer sus labores:

Escuchen con atención para que puedan comprender de qué se trata: la ley de seguridad nacional establece la creación de una delegación de la policía secreta en Hong Kong que no se atiene a la ley de Hong Kong. Pueden hacer lo que quieran, presentar su identificación a una autoridad local e irse. El potencial para el abuso es infinito.

Por su parte, el artículo 55 otorga a la Oficina Nacional de Seguridad el poder de ejercer su jurisdicción sobre cualquier caso que se presente en estas circunstancias:

- casos que involucren a un país extranjero o a cualquier elemento foráneo;
– casos en que las autoridades locales no puedan ejercer la ley de forma efectiva;
– casos que impliquen una amenaza considerable a la seguridad nacional.

Una vez que los casos caen bajo la jurisdicción de la Oficina Nacional de Seguridad, la Fiscalía Popular China puede nombrar a los «fiscales relevantes» encargados de vigilar el procesamiento, mientras que la Corte Suprema Popular podrá encargarse del nombramiento de las «cortes relevantes» que actúen en el juicio.

La ley también amplía de forma considerable el poder de las autoridades de seguridad de Hong Kong.

Esta ley prevé la creación de tres cuerpos de seguridad nacional por parte del Gobierno hongkonés: el comité para la protección de la Seguridad Nacional, un departamento de seguridad nacional que responde a la Fuerza Policial de Hong Kong y una división especializada de fiscales que depende del Departamento de Justicia.

Vale la pena destacar que el artículo 16 detalla que el Departamento de Seguridad Nacional de la Policía de Hong Kong deberá «respetar un hermetismo obligatorio», lo que significa que la persona a cargo de esta entidad no responderá a investigaciones públicas del trabajo del departamento, lo que abarca también a las investigaciones que realice el Consejo Legislativo.

También es importante destacar que el departamento podrá reclutar profesionales competentes y personal técnico que viva fuera de Hong Kong, que con seguridad provendrá de China continental.

Los juicios en secretos se convertirán en una práctica legítima, puesto que el artículo 46 le da el poder a la Secretaría de Justicia de decidir si un caso debe ser llevado a cabo sin un jurado en un tribunal supremo por motivos como la protección de secretos de estado, la participación de factores extranjeros, la protección de la seguridad personal de los jurados y sus familias, entre otros.

No existe ninguna otra institución local, ni siquiera la corte, que pueda cuestionar cualquier veredicto de esta entidad, puesto que el artículo 14 de la ley le garantiza inmunidad total ante cualquier instancia de investigación judicial.

Destrucción de la independencia judicial

Diversos profesores de leyes señalaron que la nueva ley socavará la práctica del derecho anglosajón en Hong Kong, debido que el poder de interpretación se encuentra en manos del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional según el artículo 65 de la ley. Antony Dapiran, abogado de Hong Kong, explica la situación en lenguaje fácil de entender:

¿Qué implica la ley de seguridad nacional para el estado de derecho de Hong Kong? Tenemos ahora una gran ley penal, que prevé penas de hasta cadena perpetua y que ningún abogado ni juez de Hong Kong puede interpretar, asesorar ni ejercer con claridad. Pensemos en esto.

Aún sin la intervención directa de Pekín, el poder del juez supremo de Hong Kong está socavado con esta ley, puesto que, según el articulo 44, se le otorga al jefe ejecutivo el poder de elegir a los jueces que legislarán sobre los casos de seguridad nacional.

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