Ciberacoso dificulta participación de las mujeres en elecciones en Indonesia de 2024
«Déjala escoger. Déjala tratar. Déjala hacer».
Jóvenes indonesios en festival de música y arte que apoyan la campaña contra la violencia de género. Foto de ONU Mujeres/Putra Djohan. Fuente: cuenta de Flickr de Naciones Unidas Mujeres Asia y el Pacífico (CC BY-NC-ND 2.0 DEED).
Este artículo forma parte del Observatorio de Medios Cívicos, cuyos investigadores estudian las narrativas en los ecosistemas mediáticos con una metodología específica. Leer más aquí.
El acoso en línea a mujeres y niñas en Indonesia aumentó durante la pandemia de COVID-19, y esta perturbadora tendencia ha continuado y hasta se ha intensificado antes de las elecciones del 14 de febrero de 2024.
El ciberacoso provoca que las mujeres sean más reacias a participar en línea, lo que agudiza la brecha digital de género. Según la investigación de Alianza para una Internet Asequible, las mujeres son blanco del ciberacoso con más frecuencia que los hombres.
Las campañas electorales indonesias de 2024 están intensificando el ciberacoso. El gran alcance que tienen las redes sociales conlleva a que los candidatos presidenciales y parlamentarios las utilicen como un medio de campaña. Cada uno tiene un equipo especial que se ocupa de gestionar estas campañas en línea, a quienes activistas y especialistas en derechos digitales llaman «tropas cibernéticas».
La actividad de estos mercenarios en línea es bastante alarmante, porque también organizan ciberguerras entre los partidarios de los candidatos, además de difundir información engañosa. Y acosan particularmente a mujeres.
Narrativa 1:«El ciberacoso es un gran obstáculo para la plena participación de las mujeres en la sociedad»
Para construir un entorno más seguro en el mundo digital para las mujeres indonesias, algunas organizaciones civiles, activistas y artistas han unido fuerzas para luchar contra el ciberacoso en el país a través de varias campañas. Son quienes promueven esta narrativa, junto con las mujeres directamente afectadas.
Las mujeres y niñas siguen teniendo dificultades para participar en el mundo digital. El ciberacoso causa que desistan y sean menos activas en internet. Esto es un problema serio porque hace que se involucren menos en el espacio virtual, y también trae severas consecuencias en la vida real, por ejemplo, se sienten avergonzadas o amenazadas.
Por si fuera poco, a las mujeres que se convierten en víctimas del acoso cibernético les resulta difícil presentar una denuncia policial. La mayoría declara haber pasado por lo que se conoce como «culpabilización de la víctima», que se produce cuando los policías culpan a las damnificadas y no a los autores.
Según una investigación, el actual marco jurídico indonesio es insuficiente para proteger a las damnificadas. Hay otro estudio de AwasKBGO, organización de la sociedad civil que analizó las regulaciones y prácticas vigentes dirigidas a tratar el acoso por motivos de género.
Las feministas y los investigadores sostienen que la cultura patriarcal empeora aún más el ciberacoso. A las mujeres se las sigue tratando como ciudadanas de segunda categoría y esto queda demostrado cuando son atacadas de forma más agresiva al dar su opinión en línea.
Cómo funciona esta narrativa en línea
Indira Tendi es una bióloga de la vida silvestre. Tuitea que hay muchas personas «locas» en X, ya que recibió amenazas solo por difundir su conocimiento en el hilo de un usuario.
El abuso verbal es una forma común de ciberacoso en Indonesia (ampliamos la definición técnica de este tipo de abuso para incluir el acoso en las redes sociales). Algunos maltratos verbales son muy dañinos a nivel psicológico, por ejemplo: «Sería mejor que te murieras» o «Tan solo desaparece de la Tierra».
Tendi dijo que alguien le tuiteó: «Sería mejor que bebieras veneno», cuando estaba explicando cómo los pájaros construyen sus nidos, su especialidad.
Este tema recibió una puntuación positiva de +1 sobre +3 en nuestro sistema de puntuación cívico ya que Tendi actuó frente al abuso verbal que recibió.
Narrativa 2: «La política no es lugar para las mujeres»
Esta narrativa está mayormente impulsada por los bots anónimos y figuras públicas conservadoras influyentes, sobre todo de comunidades religiosas.
La cultura patriarcal y la religión tienen una profunda influencia en la esfera pública de Indonesia, y esto se refleja en la creencia generalizada de que las mujeres deberían estar confinadas al ámbito doméstico. Cuando las critican por participar en el proceso político, suelen abandonarlo.
En 2003, el Gobierno indonesio decidió asignar un tope máximo del 30% para mujeres en el Parlamento. Se suponía que esto debía ser un punto de quiebre para la representación de las indonesias en la política nacional; pero, en realidad, la representación femenina en el Parlamento es solo del 24%. Esto se debe a la falta de formación organizada para las candidatas y la desconfianza irracional en las capacidades de las mujeres.
Los ataques en línea se intensifican durante las elecciones y ahora también conllevan tropas cibernéticas que hacen campañas en el mundo digital y tienen como objetivo a mujeres. Por lo que las mujeres están preocupadas: las que se presentan a las elecciones, pero también las que participan activamente en una campaña o tratan de dar a conocer cuestiones de derechos humanos.
Aun así, en el día a día, las que se dedican a la política enfrentan constantes reos de figuras políticas y religiosas con influencia que cuestionan su labor en este rubro. A medida que se acercan las elecciones generales, también deben soportar los ciberataques orquestados por facciones en línea, lo que añade otro nivel de dificultad a sus roles de por sí exigentes.
Cómo funciona esta narrativa en línea
En este tuit, una cuenta bot afirma que Veronica Koman, defensora de los derechos humanos, no merece respeto porque tuiteó que quienes defienden a los palestinos se olvidan del pueblo de Papúa Occidental, que fue reprimido por el Gobierno indonesio.
Veronica Koman es una abogada y defensora de los derechos humanos que decidió exiliarse en Australia y trabaja con ciudadanos de Papúa Occidental. Habló en varias ocasiones en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para defender a los papúes occidentales, defensa por la cual enfrentó represalias.
Ha sido acusada por el Gobierno indonesio de promover disturbios, y ha enfrentado un ataque masivo en sus redes sociales de tropas cibernéticas vinculadas con las autoridades del país, en especial en X. Por lo general, contesta, y lo hace con argumentos sólidos que usualmente sus oponentes tergiversan y malinterpretan intencionalmente.
El tuit de Koman, incluido aquí, dice: «Sandía, sandía, pero eres alérgico a la Estrella de la Mañana». La sandía es un símbolo utilizado para representar a Palestina, mientras que la Estrella de la Mañana representa a Papúa Occidental. Estos símbolos tienen como fin evitar la censura.
Este tema recibió una puntuación negativa de -1 sobre -3 en nuestro sistema de puntuación cívico porque este tipo de comentario sirvió como ejemplo de los intentos de las tropas cibernéticas de silenciar a mujeres que trabajan en cuestiones políticas y de derechos humanos.
Una luz de esperanza
Un destello de esperanza surgió con la aprobación en 2022 del proyecto de ley que aborda la violencia sexual y la revisión de la ley sobre información y transacciones electrónicas. Estas leyes fueron diseñadas para regular el ciberacoso contra las mujeres.
Sin embargo, los activistas afirman que es crucial vigilar de cerca su implementación, ya que pueden ser utilizadas de manera indebida por personas y autoridades con malas intenciones para criminalizar el trabajo de los defensores de los derechos humanos y atacar a las víctimas de violencia de género.
También en 2022, las parlamentarias indonesias firmaron una declaración para poner fin a la violencia contra las mujeres en la política. Las apoyaron Naciones Unidas Mujeres y organizaciones de la sociedad civil. En esa ocasión, Puan Maharani, primera presidenta de la Cámara de Representantes en Indonesia, afirmó:
From gendered double standards to sexual harassment, the unique obstacles faced by women running for offices need to be brought into sharp relief. Today, we gather here to convey a clear message: we must act together to break the culture of silence that perpetuates violence against women.
Desde los dobles raseros de género hasta el acoso sexual, es necesario destacar los obstáculos particulares que enfrentan las mujeres que compiten por cargos. Hoy nos reunimos aquí para transmitir un claro mensaje: debemos actuar en conjunto para romper con la cultura del silencio que perpetúa la violencia contra las mujeres.
Este articulo es de GV Advox, un proyecto de Global Voices con su propio sitio web, en pro de la defensa de la libertad de expresion y contra la censura en internet. · Todos los articulos
