Amenazan a periodistas y activistas mozambiqueños en año electoral

Afiches de las elecciones de 2019 en Mozambique. Foto del autor, usada con autorización.

El 15 de octubre, los mozambiqueños votaron para presidente, parlamentarios y gobernadores provinciales en la sexta elección general realizada en el país desde la aprobación de la Constitución multipartidaria de 1992.

Disputadas elecciones
Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO) principal partido de oposición, como ha hecho en todas las elecciones desde 1994, rechazó los resultados. Acusan al Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO) de defraudar las urnas. El Gobieno lo niega.
Por su parte, las misiones del Instituto Electoral para Democracia Sostenible en África y la Unión Europea destacaron las irregularidadad en el registro de electores y condenaron la violencia que dicen empañaron la temporada electoral.
Sin embargo, misiones de observadores de la Unión Africana, la Comunidad de Países Lusoparlantes y la Comunidad de Desarrollo del Sur de África han declarado conjuntamente que la elecciones se llevaron a cabo de «manera ordenada y pacífica» y «de acuerdo con las normas internacionales», y señalaron que los incidentes de violencia fueron «aislados» y «no comprometieron la integridad del proceso».

Los resultados parciales muestran que el presidente Filip Nyusi encabezó la reelección con más del 75 % de los votos. Se espera que su partido, FRELIMO, que gobierna en Mozambique desde 1992, obtenga dos tercios de los escaños en el legislativo unicameral y que elija al menos a diez gobernadores provinciales.

En este año electoral, organizaciones de derechos humanos documentaron varios casos en los que periodistas y activistas fueron amenazados y sometidos a presiones que interfirieron con su trabajo, incluidas amenazas enviadas por mensajes de texto.

El día anterior a las elecciones, la asociación de radio comunitaria, FORCOM, publicó en Twitter que Naldo Chivite, periodista que trabaja con ellos, recibió amenazas por mensajes de texto. «Chivite, debes prestar atención a lo que dirás el martes [día de las elecciones]. Has hablado mucho sobre las elecciones en Nampula [provincia en el noreste de Mozambique] y lo hemos aceptado. Ten cuidado», decía el mensaje, según FORCOM.

En un comunicado de prensa, la asociación dijo que hicieron una denuncia policial y solicitó protección para el periodista, y agregó que amenazas como esa violan el derecho a la libertad de expresión.

Global Voices habló Chivite, que dijo que sospechaba que la amenaza la habían enviado miembros de un partido político, sin especificar cuál. Agregó que recibió amenazas similares durante las elecciones de 2014.

FORCOM se fundó en 2004, y es el foro nacional de emisoras comunitarias en Mozambique. Tiene 45 radios comunitarias de todo Mozambique entre sus miembros.

Otro caso involucró a Tomé Balança, presentador de Radio Chuabo FM. según el director de la radio, Zito Ossumane, desconcidos irrumpieron en la casa de Balança el día de las elecciones, «lo torturaron y amenazaron de muerte», dijo Ossumane en Twitter. El propio Ossumane dijo que recibió llamados amenazadores el día de las elecciones:

Mi colega Tome Balança fue amenazado en la madrugada última por desconocidos por si verticalidad y profesionalismo en la noche de las elecciones. La casa de Balança quedó cercada por estas personas que lo torturaron y lanzaron diversas amenazas.
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Esto viene después de varios llamados que recibí como gestor de medios para detener la transmisión y para los trabajos en la redacción que alimentaba minuto a minuto las redacciones de los sitios web de Jornal Txopela y Chuabo FM el día de las elecciones.

El 8 de enero, Fátima Mimbire, activista y extrabajadora del Centro de Integridad Pública (CIP) recibió mensajes intimidatorios y amenazas de muerte por medios sociales. El CIP es una organización de la sociedad civil que colabora con la observación electoral en Mozambique.

Según Amnistía Internacional, «militantes conocidos de FRELIMO han estado defendiendo la violencia contra ella en medios sociales». La parlamentaria Alice Tomás pidió que la violaran en ese entonces: «Habla mucho y la deben vilar diez hombre fuertes y energéticos para enseñarle una lección», dijo la parlamentaria en Facebook.

Este tipo de amenazas, sobre todo por mensajes de texto y medios sociales, no son nuevos en Mozambique.

En las elecciones municipales de 2018, varios periodistas, medios y defensores de derechos humanos recibieron mensajes amenazadores por publicar en vivo los resultados electorales y por su rol en el seguimiento a la elecciones, dijo Amnistía Internacional. En la provincia de Tete, Aparicio Jose de Nascimento, editor del semanario Malacha, recibió amenazas de muerte por publicar los resultados electorales en línea.

Según MISA-Mozambique en Tete, las amenazas, que circularon vía WhatsApp, obligaron al periodista a refugiarse en un lugar desconocido. El periodista empezó a recibir amenazas la mañana del 11 de octubre de 2018, cuando su periódico publicó los resultados de las elecciones municipales en Moatize que mostraban la victoria del principal partido opositor.

Dijo a Global Voices que personas cercanas a él le advirtieron que en un grupo privado de WhatsApp circulaba información de que deberían secuestrarlo.

En elecciones anteriores, las conexiones móviles y de internet fueron herramientas claves para dar seguimiento a las iniciativas electorales en Mozambique. Observadores ciudadanos han usado sus cámaras para documentar todos los problemas o irregularidades en el día de las elecciones para contribuir con la transparencia del proceso electoral.

A diferencia de algunos países vecinos, Mozambique no tiene antecedentes de restringir el acceso a redes en épocas de elecciones y agitación política. Por ejemplo, Malaui bloqueó parcialmente internet y medios sociales durante el conteo después de la votación del 21 de mayo. En enero, Zimbabue restringió el acceso a medios sociales, y redes enteras en algunas zonas del país, en respuesta a protestas antigubernamentales.

Sin embargo, las amenazas en línea, mensajes de texto o llamados, representan una fuerte violación al derecho de los mozambiqueños de acceso a la información y de expresión. Contribuyen a un ambiente de temor e intimidación para que periodistas y activistas hagan su trabajo sin interferencia en un momento en que el público necesita información creíble.


Este artículo es parte de una serie de publicaciones que analizan la interferencia con derechos digitales con métodos como cierres de red y desinformación durante acontecimientos políticos claves en siete países africanos: Argelia, Etiopía, Mozambique, Nigeria, Túnez, Uganda y Zimbabue.  El proyecto tiene la financiación del Fondo de Derechos Digitales de África de la Colaboración Internacional de Políticas de Tecnologías de la Información y la Comunicación para África Oriental y del Sur (CIPESA).

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