Las protestas en Venezuela no se han detenido desde la controversia por la separación de poderes que nació cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumió las funciones del parlamento los últimos días de marzo. El fallo del TSJ dio marcha atrás, pero las manifestaciones de descontento continuaron en reacción a la gran crisis económica, social y política que ha mantenido a los venezolanos en jaque durante los últimos años.
Denuncias de maltratos y torturas han sido levantadas por organizaciones de defensa de derechos humanos como Provea, que acusó al gobierno de Nicolás Maduro de incurrir en tortura para conseguir confesiones. Entre ellas la de los hermanos Sánchez, militantes del partido de oposición Primero Justicia, en las que se aseguraba su responsabilidad de la violencia durante las manifestaciones y de «actos terroristas» para los que «no habrá perdón» según Maduro.
Por otro lado, la muerte de seis manifestantes originó la condena de once países de la región, que dirigieron un comunicado público exhortando al gobierno venezolano a detener la violencia y asegurar la seguridad de sus ciudadanos durante las marchas que han sido convocadas para el 19 de abril. Por su parte, Nicolás Maduro anunció que estas protestas serán enfrentadas por la Milicia Nacional Bolivariana y animó a quienes apoyan al gobierno a tomar también las calles.
Denuncias desde las redes
Mientras tanto, las redes sociales y los medios independientes son el escenario en el que las denuncias por torturas y abuso policial son documentadas. Los usuarios siguen las directrices de las numerosas ONGs que impulsan a las víctimas a documentar y denunciar con datos precisos de fecha, lugar, y de ser posible fotografía.
[Corrección del 19 de abril] Desde el medio en línea ProDavinci, la periodista Valentina Oropeza recogió tres testimonios alrededor del caso de un joven que fue emboscado y golpeado por la policía. El joven fue luego llevado al hospital por la guardia y la médico que lo recibió al ver su estado, rehusó devolverlo a la Guardia, que insistía en llevarlo de vuelta a la Fiscalía. El personal del hospital se hizo correr la voz para ubicar a los familiares del joven, que supieron del estado de su hijo por las redes:
En el piso empezaron a darme coñazo pero salvaje. Lo que hice fue taparme la cabeza. Me dieron por la espalda, las costillas, los brazos, las piernas. Me dieron con el rolo ese por todos lados. Hasta con la peinilla y con el casco también me dieron por la cara. Me daban puñetazos, patadas y me golpearon con la culata del lanzabombas, me halaron el pelo durísimo, y uno de ellos intentó meterme el dedo por el trasero. Eran como veinte guardias y también había dos PNB (Policía Nacional Bolivariana). A mis [amigos] no los vi más.
Y continúa:
Lo más [duro] no fueron los [golpes] sino el psicoterror. Mientras me pegaban me decían: ‘te vamos a matar, mamagüevo’, ‘te vamos a violar’, ‘vamos a acabar con tu familia, maldito’, ‘¿quién te manda a meterte en esto?’. Eso mismo pensé yo: ¿quién me manda a meterme en eso? Pero es que la vaina está muy jodida. El dinero no alcanza, no hay medicinas y la calle está llena de malandros. ¿Y encima no me vas a dejar protestar?
Mi mamá luego me contó que la doctora que me atendió se le plantó al guardia y le dijo que no me podían sacar porque yo era un paciente. Me dijo que las enfermeras, otros médicos, todo el mundo se metió para que no nos sacaran del hospital. Si no, quién sabe qué hubiese pasado. Después los guardias regresaron e hicieron que mi papá firmara un papel que decía que yo estaba bien y que la guardia no me había hecho nada. No tenemos copia de ese papel, no sabemos qué pueden hacer […] Dicen que nos querían imputar por terrorismo, que a todos los chamos que agarren en las marchas los van a condenar por terrorismo. Dicen que hay gente a la que le ponen régimen de presentación y a otra que le dan diez años de cárcel.
Otras denuncias se han hecho a través de medios como Instagram y Twitter:
Escuchen el testimonio de este médico denunciando el ataque de la GNB con gas lacrimógeno dentro de la Policlínica Las Mercedes #Caracaspic.twitter.com/cdJddjKiaJ
— Hugo Santaromita (@HugoSantaromita) April 11, 2017
[Actualización del 2 de enero de 2017: La fotografía que acompañaba el testimonio recogido en Instagram ya no está disponible. La imagen mostraba las heridas de un hombre en el cuerpo y la cabeza. Heridas que, de acuerdo con el testimonio que acompañaba la fotografía y que se lee a continuación, habrían sido hechas por agentes del Servicio de Inteligencia Bolivariano (SEBIN):
Ayer 13-04-2017 a eso de las 7pm iba a entrenar mi Tío en el Trigal Norte (VALENCIA) de 59 años llego el SEBIN y fue secuestrado sin mediar palabras, se lo llevaron a un sitio oculto en Naguagua donde fue amordazado, torturado, golpeado y hasta rapado, bajo amenazas de muerte, por vincularlo presuntamente a la “resistencia” con el fin de interrogarlo para conseguir información acerca de los cabecillas de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro. Ahogándolo con cojines y almohadas, le raparon la cabeza, la barba, las cejas y lo amenazaron de muerte, lo interrogaron y lo soltaron por su condición, lo iban a matar sin darse cuenta. Cabe destacar que mi tío sufre de un déficit pulmonar producto de un robo. Lo que hacen esos cobardes es sembrarle miedo a la gente para que no salga. Necesitamos salir de este Gobierno opresor y dictator. Fuerza a mis amigos y familiares que están en Venezuela. Pronto se hará justicia! Fuerza, fuerza. ALERTA VALENCIA.
Finalmente, desde un post público en Facebook, el periodista y colaborador de Global Voices, Luis Carlos Díaz resume la evolución del caso de los hermanos militantes de Primero Justicia a los que hicimos referencia al principio de esta entrada, y relata los riesgos a los que se enfrentan muchos de los que continúen participando en las protestas por venir:
[…] el Vicepresidente pidió para ellos y para otras decenas de detenidos «la pena máxima». Al unísono, el coro de voces oficiales los acusó de «terroristas». En sus medios de comunicación, pagados con nuestro dinero, llevan días hablando de ‘terrorismo’ para referirse a la gente que protesta. […] Así, dos estudiantes van a una de las peores cárceles del mundo, violando decenas de leyes y dejando una estela de abusos a su paso. Pero sobre todo, lo que me ha costado muchos párrafos explicarte, el militante de base del chavismo lo celebra así: «encerramos a dos terroristas y faltan muchos más». Para hacerlo están dispuestos a apoyar la tortura, las desapariciones, las detenciones arbitrarias y los juicios amañados. Les da igual. Después de apoyar una dictadura para mantener el poder, ¿qué puede ser peor?
1 comentario
Los partidarios de Nicolas Maduro son los socialistas revolucionarios genuino del pueblo Venezolano se encuentran construyendo patria con trabajo y mas trabajo, los opositores son pestilencia de las derrotas de los EE.UU convertidos en morbo del basurero de la historia dejando a sus pasos crímenes pagados por el gobierno de los EE.UU