Un tribunal en el centro de Vietnam sentenció al reportero gráfico Nguyen Van Hoa a siete años de prisión el 27 de noviembre de 2017, por informar sobre protestas ambientales en el centro de Vietnam como parte de represión en curso contra el periodismo ciudadano.
Apenas tres días después, la bloguera Nguyen Ngoc Nhu Quynh, conocida como Me Nam o Madre Champiñón, vio cómo un tribunal le ratificaba una sentencia de diez años por publicaciones en Facebook sobre asuntos de derechos humanos y ambientales referidos a la policía y otras fuerzas estatales.
Hoa, de 22 años, fue acusado de “hacer propaganda contra el Estado” de acuerdo con el artículo 88 del Código Penal de Vietnam. La acusación se relaciona con su cobertura sobre las protestas que siguieron al desastre ambiental que llevó a la muerte de toneladas de pescados muertos arrastrados por la costa central de Vietnam en abril de 2016.
Hoa fue la primera persona en Vietnam que usó una cámara aérea para transmitir en vivo las protestas afuera de la planta Formosa Ha Tinh Steel, que se reveló como la causa detrás del derrame tóxico. Su filmación de más de 10,000 personas en las afueras de las puertas de Formosa se hicieron virales en los medios sociales.
Hoa, instructor de seguridad y colaborador frecuente de Radio Free Asia, fue detenido en enero de 2017 e inicialmente lo acusaron de “abusar de los derechos democráticos para atentar contra los intereses del Estado». Las acusaciones en su contra se cambiaron en junio sin razón, según su familia.
Grupos de derechos humanos y digitales suscribieron una declaración para pedir al Gobierno vietnamita de liberar a Hoa antes del Día Mundial de la Libertad de Prensa en mayo. La declaración conjunta decía:
Repressing citizen journalists is not only a violation of human rights but also a major impediment to Vietnam’s aspirations to become a tech and innovation hub.
Reprimir a los periodistas ciudadanos no es solamente una violación de los derechos humanos, sino también un gran impedimento para las aspiraciones de Vietnam de convertirse en un centro tecnológico y de innovación.
Cuando la policía local arrestó originalmente a Hoa, lo atacaron físicamente y le confiscaron su equipo cuando estaba trabajando en noviembre de 2016, según el portavoz de Radio Free Asi, Rohit Mahajan.
Su familia informó a Loa, un podcast de noticias alternas que informa sobre Vietnam, que les dijeron del juicio un día antes del juicio público.
(Nota del editor: Loa, asociado de Global Voices, es el proyecto de una organización política llamada Viet Tan que promueve la democracia en Vietnam. El autor de este artículo también es organizador de Viet Tan.)
En un acuerdo con el Gobierno vietnamita, Formosa acordó pagar 500 millones de dólares, que muchos criticaron como insignificante con relación al daño causado. Miles de pescadores afectados continuaron su protesta contra la injusta compensación a pesar de que las autoridades trataron de detener las manifestaciones.
Los periodistas ciudadanos y blogueros que informaron sobre el desastre de Formosa también enfrentan largas sentencias. Una es la bloguera Madre Champiñón, que fue arrestada en octubre de 2016 acusada de “hacer propaganda contra el Estado”.
En junio de 2017, le ordenaron pasar diez años en prisión por sus artículos, sentencia que fue confirmada el 30 de noviembre en una apelación que duraron apenas unas horas.
A uno de los abogados de Madre Champiñón, Vo An Don, destacado abogado de derechos humanos, la Asociación de Abogados Phu Yen le revocó su licencia el 26 de noviembre, cuatro días antes del juicio. Le impidieron representarla en la apelación.
Vo An Don critcó la decisión en su cuenta de Facebook:
This decision is effective immediately, ends my dream of being a lawyer defending the poor and leaves many unjust cases open.
Esta decisión es efectiva de inmediato, termina mi sueño de ser abogado que defiende a los pobres y deja abiertos muchos casos injustos.
Los dos casos son parte de una mayor represión del Gobierno vietnamita contra la libre expresión. Más de 25 activistas han sido arrestados, se les ha emitido órdenes de arresto o están en el exilio desde enero de 2017. Las duras sentencias de prisión dictadas a activistas como Hoa y Madre Champiñón son señales preocupantes para el estado de los derechos humanos en Vietnam.