«Peligrosa tendencia»: Atacan en campaña de Twitter a periodistas pakistaníes que critican al Gobierno y al Ejército

La reciente campaña fue lanzada en Twitter por la cuenta progubernamental @Ik_Warriors. Captura de pantalla del 8 de julio a las 10:31 CEST.

Como si las amenazas de las autoridades contra la libertad de prensa en Pakistán no bastaran, justicieros nacionalistas en línea también vigilan a los periodistas.

En la víspera del 5 de julio, la etiqueta #ArrestAntiPakJournalists [arresten a los periodistas contrarios a Pakistán] apareció en Twitter y hubo más de 28 000 tuits en pocas horas. La etiqueta se volvió viral poco después de que una cuenta de Twitter llamada Team #IK_Warriors publicara un tuit en el que pedía que se arrestara a periodistas que pertenecían a lo que ellos describieron como «grupo de medios a favor de India y contra Pakistán». El tuit llamaba a otros a unirse a la campaña y estaba acompañado de una foto de una lista de periodistas.

Los tuits estaban dirigidos principalmente a periodistas críticos del Gobierno y el Ejército. Desde hace un año, el exjugador de críquet Imran Khan, hoy convertido en político, es el primer ministro de Pakistán. Sus críticos lo acusan de haber sido cuidadosamente elegido por los militares conocidos como'fauj’. También se le conoce como ‘ladla’, o favorito del sistema militar.

IK es la abreviación del nombre completo Imran Khan. Las cuentas @IK_Warrior y @IK_Warriors tienen la foto de Khan y el logotipo de Tehreek-e-Insaaf o PTI l partido que gobierna Pakistán. «Defendemos la verdad y lo que es correcto», dice el perfil del usuario @IK_Warriors.

Según Digital Rights Monitor que investigó las cuentas detrás de la etiqueta #ArrestAntiPakJournalists:

Hateful and inciteful campaigns targeting journalists, writers, and political opponents have become a common occurrence on digital platforms, especially Twitter. Despite assurances and actions by platforms, the human-bot accounts (often fake, and manned by humans) involved in initiating and amplifying these campaigns seem to be multiplying and gaining popularity.

Las campañas que incitan al odio a periodistas, escritores y opositores políticos se han vuelto comunes en plataformas digitales, sobre todo Twitter. A pesar de las garantías y las acciones emprendidas por las plataformas, las cuentas de bots (a menudo falsos y administrados por personas) involucradas en iniciar y difundir estas campañas parecen estar multiplicándose y ganando popularidad.

El periodista Umer Ali, que informa sobre derechos humanos, conflicto y censura expresó su preocupación en Twitter:

Como si la actual represión contra el PTM, periodistas críticos, activistas y políticos no bastara, la etiqueta que marca la tendencia en Pakistán pide más arrestos de periodistas «contra Pakistán».

PTM es el Movimientio Pastún Tahfuzz, movimiento de bases que pide una investigación por las matanzas extrajudiciales y secuestros de ciudadanos pastunes por parte de las autoridades.

El bloguero pakistaní Waqass Goraya, actualmente autoexiliado en Países Bajos y que fue atacados por sus críticas al Ejército en 2017, dijo a Global Voices:

We are witnessing unprecedented censorship and control by military both in online and offline spaces. The jobs of news editors are replaced with military oversight experts in media houses. Mainstream media houses invite ISPR or Inter Services Public Relations (military PR wing) approved guests on the TV shows. Any non-compliance results in outage of [the] channel. Channels go off air. Newspapers disappear before reaching end users.

Somos testigos de una censura y control sin precedentes de los militares, en los espacios en línea como fuera de línea.A los editores de noticias se les sustituye por expertos en supervisión militar en los medios de comunicación. Las principales empresas de medios de comunicación invitan a programas de televisión a personas aprobadas por ISPR (Relaciones Públicas entre Servicios ala militar de relaciones públicas). Todo incumplimiento tiene como resultado la interrupción del canal. Los canales salen del aire. Los periódicos desaparecen antes de llegar a los usuarios finales.

Estas campañas de medios sociales están planeadas y orquestadas cuidadosamente y se lanzan sistemáticamente para asustar y amenazar en un intento de reprimir cualquier voz crítica. Se cree que muchas cuentas están administradas por estudiantes, recién graduados o jóvenes desempleados. Gharida Farooqi, periodista y presentadora de televisión de Express News que surfrió acoso en línea, explicó que «los jóvenes lo aprovechan como oportunidad lucrativa y son utilizados como herramientas de propaganda para algunos de la élite gobernante». Dijo a Global Voices:

Labelling journalists “anti-Pakistan,” “anti-State,” “anti-nation,” “anti-Islam,” “anti-democracy,” is not new however, the use of social media for unfurling this propaganda is relatively new. The recent trend seen on Twitter ArrestAntiPakJournalists was an off-shoot of this approach, narrative and thinking. Any journalist who is “found” to be raising questions on the working of government and state-institutions especially military establishment is immediately labeled and bracketed in any one of the above term.

Catalogar a los periodistas como «contra Pakistán», «contra el Estado», «contra la nación», «contra el islam», «antidemocracia» no es nuevo. Sin embargo, usar medios sociales para esta propaganda es relativamente nuevo. La reciente tendencia observada en Twitter con ArrestAntiPakJournalists fue una consecuencia de este enfoque, narrativa y pensamiento. A cualquier periodista a quien «se descubre» planteando preguntas sobre el funcionamiento del Gobierno y las instituciones estatales, especialmente del sistema militar, se le cataloga inmediatamente y se le encasilla en algunos de los términos anteriores.

Mubashir Bukhari, editor ejecutivo de la revista Truth Tracker, que cubre «transparencia, gobernabilidad y responsabilidad en Pakistán», describió la campaña como parte de una «tendencia peligrosa» en el país. Dijo en entrevista con Global Voices:

Anyone who gives an alternate solution to the policies of the government or the military is labeled as anti-Pakistan or a traitor. Such trends are not only threatening and intimidating journalists but also putting the life of journalists at risk. Current situation is worse than what happened during the military dictator Zia Ul Haq’s time back in the 1980s.

Cualquiera que dé una solución alternativa a las políticas del Gobierno o del Ejército es etiquetado como antipakistaní o traidor. Estas tendencias no sólo amenazan e intimidan a los periodistas, también ponen en peligro la vida de los periodistas. La situación actual es peor que en la época del dictador militar Zia Ul Haq, en la década de 1980.

Según el Comité para Proteger Periodistas (CPJ), existe una tendencia creciente a la censura por presión de los militares en Pakistán. En un informe publicado en 2018, el grupo de defensa de la libertad de prensa documentó varias violaciones cometidas por los militares:

As killings of journalists in Pakistan decline so too does press freedom, as the country’s powerful military quietly, but effectively, restricts reporting by barring access, encouraging self-censorship through direct and indirect acts of intimidation, and even allegedly instigating violence against reporters. Journalists who push back or are overly critical of authorities are attacked, threatened, or arrested.

A medida que disminuyen los asesinatos de periodistas en Pakistán, también disminuye la libertad de prensa, pues los poderosos militares del país restringen la información de manera silenciosa, pero efectiva, prohíben el acceso, fomentan la autocensura con actos de intimidación directos e indirectos, y presuntamente instigan la violencia contra los reporteros. Los periodistas que presionan o son demasiado críticos con las autoridades son atacados, amenazados o arrestados.

En este clima de censura, las campañas en línea destinadas a silenciar a los periodistas solamente contribuirán a que se reduzca la libertad de prensa y de los medios de comunicación en el país. Ya había denuncias de que Wajih Sani, Umar Cheema y Azaz Syed, periodistas del Grupo Jang que se encuentran entre los periodistas mencionados en la campaña #ArrestAntiPakJournalists, habían desactivado sus cuentas de Twitter.

Global Voices se comunicó con Syed y Cheema, pero no pudimos recibir sus comentarios.

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