Teorías raciales seudocientíficas de desacreditado psicólogo británico siguen siendo virales en los Balcanes

Ilustración del informe de verificación de hechos: «El coeficiente intelectual está bien, pero los parámetros periodísticos están en nivel bajo«, de Crithink.mk. CC BY.

Este artículo se basa en dos artículos diferentes, uno de CriThink.mk y el otro de la agencia de noticias Meta.mk. Ambos son proyectos de la Fundación Metamorphosis.

El 2 de julio de 2019, el sitio de noticias macedonio Fokus publicó un artículo titulado “Coeficiente intelectual nacional de Macedonia es de 82, el más bajo en la región”. Tiene la ilustración de un mapa con colores que ubica a los países según el cociente intelectual promedio de sus poblaciones. Europa Occidental, Norteamérica y el este de Asia ocupan los primeros lugares. El artículo tuvo más de 3500 reacciones en Facebook al cabo de una semana.

El artículo menciona como su principal fuente al libro “La inteligencia de las naciones”, de Richard Lynn y David Becker, publicado por el Instituto Ulster para Investigación Social, grupo de trabajo de Irlanda del Norte que Lynn dirige. Sin embargo, lo que falta en el artículo de Fokus es contexto clave de antecedentes en esta fuente.

Richard Lynn es una figura sumamente controvertida cuyo trabajo ha sido criticado frecuentemente por la comunidad científica por su falta de rigor científico, representación equivocada de datos y por promover fines políticos racialistas. En abril de 2018, la Universidad de Ulster despojó a Lynn de su título de profesor emérito de psicología después de concluir que defendía «opiniones que son racistas y machistas por naturaleza».

El grupo de trabajo de Lynn –que no tiene relación con la Universidad de Ulster– también publica el diario “Mankind Quarterly” (Trimestral de la Humanidad), que promueve diversas teorías raciales que la comunidad científica rechaza. Lynn también colabora con frecuencia con publicaciones de derecha como Right NOW! y VDARE, y a menudo recibe elogios de figuras de extrema derecha alrededor del mundo.

El artículo de Fokus desecadenó una ola de desinformación a comienzos de julio, según un artículo contra la desinformación de Meta.mk. Poco después de la publicación, fue ampliamente copiada (copiado y pegado con cambios mínimos en el texto y sin atribución) en diversos medios de Macedonia del Norte, como el sitio web Lider, que es parte de un grupo de publicaciones de derecha propiedad de húngaros con vínculos con el régimen de Victor Orban.

El artículo de The Lider, titulado “El más bajo de la región: Coeficiente intelectual nacional en Macedonia es 82”, fue enumerado como fuente del sitio de noticias serbio Kurir en un artículo titulado “A LOS MACEDONIOS NO LES GUSTARÁ ESTA INVESTIGACIÓN: Tienen el coeficiente intelectual más bajo de la regin, ´¡mira acá quiénes son los más inteligentes!”. El día siguiente, en Macedonia de Norte, el sitio de noticias Sloboden Pečat, publicación hermana Kurir (ambas propiedad de la empresa serbia Adria Media Group), publicó una traducción literal del artículo en macedonio, lo que amplió la visibilidad de ideas racistas.

El proyecto Pensamiento Crítico para Ciudadanos que Conocen de Medios, CriThink, que tiene respaldo de la Unión Europea, verificó el artículo de Fokus, dio contexto a sus fuentes y planteó preguntas sobre los parámentros periodísticos de los medios balcánicos. La periodista Jugoslava Dukovska, que firma el informe, escribió: “Casi siempre estos medios no informan las fuentes de la supuesta investigación y no intentan verificar su credibilidad. Al contrario, explotan su potencial para el sensacionalismo”.

No es la primera vez

Captura de pantalla del artículo de Fokus con un mapa que refleja una visión del mundo de supremacía blanca.

No es la primera vez que los medios macedonios o de los Balcanes han publicado las ideas de Richard Lynn como hecho científico.

En 2014 sitios web de toda la región publicaron un artículo que sostiene que Macedonia del Norte tiene un coeficiente intelectual promedio de 91, menor que la mayoría de países de Europea Occidental pero mayor que Albania, Montenegro y Serbia. Ese artículo se basaba en la publicación de un blog checo que citaba otro libro de Richard Lynn: «Inteligencia: Una creación unificadora para las ciencias sociales», coescrito con el escritor finlandés Tatu Vanhanen que también propone teorías racistas sobre inteligencia.

En ese tiempo, el portal croata Index.hr publicó un artículo titulado «Este mapa muestra la inteligencia promedio de los pueblos de Europa”. Inmediatamente después, el sitio web macedonio MKD lo tomó y publicó una historia titulada «Los macedonios están entre los más tontos de Europa».

En 2015, docenas de portales macedonios publicaron artículos similares sobre los presuntos pueblos más inteligentes y más tontos de los Balcanes. Esos artículos siguen estando disponibles en línea.

Son pocos los periodistas y científicos profesionales han cuestionado la credibilidad de estos artículos virales. Ningún sitio web que haya publicado el artículo ha emitido correcciones ni se ha retractado.

Estereotipos dañinos

En el contexto balcánico, estereotipar a miembros de las diferentes comunidades étnicas es antiguo. Hay cuentos populares del centro de Macedonia de Norte que data del siglo XIX que dicen que los shopis –pueblo que vive en la frontera actual entre Bulgaria, Serbia y Macedonia del Norte– pensaban que el mar era una enorme sopa de pescado, y que sacaban cucharadas para comer cuando iban a la costa. Luego, en la ex Yugoslavia, eran los bosnios los que eran objeto de mofa.

La difusión cíclica de nociones pseudocientíficas sobre cociente intelectual basadas en la raza o en la etnia aprovecha estereotipos existentes y los reafirma en esta región –no es de extrañar que generen tanta atención de los medios. Pero aunque se traduce en más clics para los medios que publican esta desinformación, también aviva resentimiento, discriminación y odio.

Hace tiempo que los científicos han descartado teorías que vinculan la etnia o el origen nacional con inteligencia. La propia inteligencia es un concepto complejo que se suele examinar considerando la interacción entre naturaleza y educación. Muchos estudios han demostrado que el ambiente socioeconómico, el nivel educativo de los cuidadores y la salud y nutrición intervienen.

A pesar de toda la evidencia científica que demuestra lo contrario, los supremacistas blancos de Estados Unidos y Europa defienden sistemáticamente la noción de que la inteligencia es resultado de rasgos genéticos, que suele postular que un pequeño subgrupo de personas blanca es genéticamente superior.

Irónicamente, los nacionalistas balcánicos que suelen considerar a los extremistas de derecha de Estados Unidos y Europa Occidentla como aliados ideológicos no ven –o prefieren ignorar– que esas teorías pseudocientíficas suelen colocar su propia etnia por debajo de países occidentales.

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