Cómo se difundieron las «noticias falsas» y la desinformación antes de las elecciones de presidenciales de Taiwán

Puma Shen. Captura de pantalla de video de YouTube del medio ciudadano taiwanés Watchout.

Este artículo apareció primero en la revista en línea New Bloom el 6 de enero de 2020, antes de las elecciones presidenciales de Taiwán. Esta versión editada se reproduce en Global Voices en virtud de un acuerdo para compartir contenido.

Puma Shen (沈伯洋), profesor adjunto de la Escuela de Criminología de la Universidad Nacional de Taipéi y director de la ONG DoubleThink Labs, de Taiwán, que realiza investigaciones sobre desinformación, conversa con Brian Hioe, que escribe para la publicación en línea New Bloom, sobre la difusión de ‘noticias falsas’ justo antes de las elecciones presidenciales de Taiwán del 11 de enero de 2020.

En los últimos años, China ha difundido desinformación como medio para influir en las elecciones de Taiwán, y el informe global de V-Dem para 2019, supervisor de la demociacia sueco, describe a Taiwán como el lugar del mundo más afectado por tácticas de desinformación. El 31 de diciembre de 2019, diez días antes de las elecciones, el país aprobó la ley contra la infiltración como un medio para reprimir la propagación de la desinformación electoral.

Brian Hioe (BH): ¿Cuál crees que es el medio clave por el cual la desinformación se difunde en Taiwán, y en qué se diferencia de cómo se propaga a través de estas plataformas?

Puma Shen (PS): In general, we can divide the dissemination channels into two categories. One is ‘online’. The other is ‘offline’. Online, it’s through Facebook, or through ‘content farms’ which are often based in Malaysia, with some in Taiwan. Many content farms also have fan pages on Facebook to spread the news.

This is how they were doing it last year, anyway. This year is different. Many fan pages were deleted this year, so now they first create content farm articles and then recruit individual netizens to earn an income by helping them to spread their contents. These freelancers are often Malaysian, overseas Chinese or Taiwanese people.

There are also some pro-China political parties which operate their own content farms in Taiwan. They quite often have connections with Chinese authorities.

Regarding the offline element of fake news, this is more difficult to tackle. First, there are ‘rumors’. These rumors often come from village borough chiefs or heads of temples. While holding events, they’ll make use of the occasions to spread rumors.

These word-of-mouth rumors usually circulate widely in grassroots communities, either to generate fear or to spread a positive image of China.

Nowadays, the dissemination of this kind of rumors has become more advanced. The rumor mongers put texts online or use LINE's chat groups to disseminate. In the last few months, we can see about half of the fake news in Line groups originates from China according to our research finding. The content of these rumors do not always [take the form of] text; about half are YouTube videos.

Puma Shen (PS): En general, podemos dividir los canales de difusión en dos categorías. Una es «en línea». La otra es «fuera de línea». En línea, es a través de Facebook, o a través de «granjas de contenido» que a menudo se encuentran en Malasia, aunque hay algunas en Taiwán. Muchas granjas de contenido también tienen páginas de fans en Facebook para difundir la noticia.

Así es como hacían en 2019. Este año es diferente. Muchas páginas de fans fueron eliminadas este año, así que ahora primero crean artículos de granjas de contenido y luego reclutan a cibernautas individuales que ganan un ingreso por ayudar a difundir sus contenidos. Estos independientes suelen ser malayos, chinos de ultramar o taiwaneses.

También hay algunos partidos políticos afines a China que operan sus propias granjas de contenidos en Taiwán. A menudo tienen conexiones con las autoridades chinas.

En cuanto al elemento fuera de línea de las noticias falsas, esto es más difícil de abordar. Primero, hay «rumores». Estos rumores a menudo provienen de los jefes de los distritos de las aldeas o de los jefes de los templos. Mientras realizan actividades, aprovechan las ocasiones para difundir rumores.

Estos rumores suelen circular ampliamente en las comunidades de base, ya sea para generar temor o para difundir una imagen positiva de China.

Hoy en día, la difusión de este tipo de rumores se ha hecho más avanzada. Los traficantes de rumores ponen textos en línea o utilizan los grupos de chat de LINE para difundirlos. En los últimos meses, podemos ver que casi la mitad de las noticias falsas en los grupos de Line se originan en China, según el resultado de nuestra investigación. El contenido de estos rumores no siempre [toma la forma de] texto; cerca de la mitad son videos de YouTube.

BH: ¿Quién está detrás de esas granjas de contenido?

PS: Sometimes you’ll be able to track down companies that are from China, but sometimes they’re just overseas Han Chinese. They started these content farms to make money off Chinese authorities like the United Front Work Department, as the Department has huge amount of budget to sponsor pro-China politicians’ election campaigns

The social media based news outlets which have direct affiliations with the Chinese Communist Party (CCP) are mostly based in China, with a few in Hong Kong. As far as commercial content farms go, many are based in Malaysia.

P.D.: A veces podrás rastrear las empresas que son de China, pero a veces son solamente chinos Han del extranjero. Empezaron estas granjas de contenido para ganar dinero de las autoridades chinas como el Departamento de Trabajo del Frente Unido, ya que el departamento tiene una gran cantidad de presupuesto para patrocinar las campañas electorales de los políticos a favor de China

Los medios de comunicación social con afiliaciones directas con el Partido Comunista Chino tienen su base en China, con unos pocos en Hong Kong. En cuanto a las granjas de contenido comercial, muchas están en Malasia.

BH: Recuerdo que hubo intentos de chinos de comprar páginas de Facebook taiwanesas en 2019.

PS: Yes. I think that’s less effective now. They wanted to use the pages to post content farm articles, but that's not an effective strategy since they would be sanctioned for circulating contents that violate community rules — so the taking over of pages on Facebook only lasted for about a month.

P.D.: Sí. Creo que eso es menos efectivo ahora. Querían usar las páginas para publicar artículos de granja de contenido, pero no es una estrategia efectiva ya que serían sancionados por circular contenidos que violan las reglas de la comunidad –así que tomar páginas en Facebook duró solamente un mes.

BH: ¿Cuál es la diferencia sobre las estrategias de ‘noticias falsas’ adoptada para estas elecciones, en comparación con anteriores?

PS: Due to the changes in Facebook’s policy, it’s now more difficult to run content farms, so I believe that they have adjusted their strategies.

First is LINE. Disinformation continues to spread on LINE and much of it is produced by ‘little pinks’ or online patriots on Weibo or WeChat, China's most popular social media platforms.

Compared with LINE, disinformation spread on YouTube has become a more severe problem. Since October [2019], a large number of videos emerged on YouTube spreading disinformation. Since video production involves script writing, video editing, background music [and] adding subtitles, it requires coordinated teamwork and resources. Some of these channels can upload several videos in one day.

Last year, a survey showed that YouTube is a key source of information for the supporters of KMT's [the Kuomintang of China] presidential candidate, Han Kuo-yu. Information operations on YouTube have a strategic value.

We believe they [Youtube channels] are either operated by subcontractors of political propaganda backed by Beijing, or they are directly operated by the Chinese authorities. We observed that some of these channels use simplified Chinese in their subtitles and captions. Some YouTubers use idiomatic phrases from China when they talk; sometimes, their subtitles are mixed with simplified Chinese. Recently, there have been more Taiwanese YouTubers joining the disinformation industry.

PD: Debido a cambios en la política de Facebook, ahora es más difícil dirigir granjas de contenido, así que creo que han ajustado sus estrategias.

La primera es LINE. La desinformación sigue extendiéndose en LINE y gran parte de ella es producida por ‘rosaditos‘ o patriotas en línea en Weibo o WeChat, las plataformas de medios sociales más populares de China.

En comparación con LINE, la desinformación difundida en YouTube se ha convertido en un mayor problema. Desde octubre [2019], surgieron muchos videos en YouTube que difundían desinformación. Dado que la producción de video implica la escritura de guiones, edición de video, música de fondo y adición de subtítulos, se requiere un trabajo de equipo coordinado y recursos. Algunos canales pueden publicar varios videos en un día.

En 2019, una encuesta demostró que YouTube es una fuente de información clave para los partidarios del candidato presidencial del KMT [el Kuomintang de China], Han Kuo-yu. Las operaciones de información en YouTube tienen un valor estratégico.

Creemos que [los canales de YouTube] son operados por subcontratistas de propaganda política con apoyo de Pekín, o los operan directamente las autoridades chinas. Observamos que algunos canales usan chino simplificado en sus subtítulos y subtítulos. Algunos youtuberos utilizan frases idiomáticas chinas cuando hablan; a veces, sus subtítulos se mezclan con chino simplificado. Recientemente, más youtuberos taiwaneses se han unido al sector de la desinformación.

BH: ¿Dirías que los operadores de la desinformación han cambiado para contratar más agentes taiwaneses?

PS: Yes, because it’s too easy to tell if the Chinese themselves are doing it. Getting Taiwanese to do it is more effective — but the people that take up this kind of job are primarily interested in it for the money. Usually, they just perform according to the script given to them — so if you analyze the script, you can identity where it comes from, as expressions in Taiwan and China are very different.

P.D.: Sí, porque es muy fácil saber si los propios chinos lo están haciendo. Conseguir que los taiwaneses lo hagan es más efectivo –pero la gente que toma este tipo de trabajo está principalmente interesada por el dinero. Por lo general, solamente actúan según el guión que se les da –así que si analizas el guión, puedes identificar de dónde viene, ya que las expresiones en Taiwán y China son muy diferentes.

Una foto adjunta a una desinformación en las plataformas de medios sociales que acusa al DPP de manipular el resultado de las elecciones. A través del centro de Taiwán Factcheck.

BH: ¿Cómo propone combatir las ‘noticias falsas’?

PS: Tracking down the sources of fake news is important. If the information is ‘made in China’, people will be more cautious of its intention and question whether it aims at influencing the election.

Clarification is very important. But the majority of these types of information operations are not fake news; they aim at creating narratives, or stories, to create bias in people's minds.

For example, if you keep receiving information telling you that the American economy is bad while China's is big and powerful, the message would be imprinted in your head. You might then wonder if Taiwan should distance itself from the United States and develop closer economic relations with China.

Reports about China being big and powerful aren’t fake news, as there are definitely some positive aspects to its economy, so this kind of information bias is difficult to counteract.

P.D.: Es importante localizar las fuentes de las noticias falsas. Si la información es «hecha en China», la gente será más cautelosa de su intención y se preguntará si tiene como objetivo influir en las elecciones.

La aclaración es muy importante. Pero la mayoría de estas operaciones de información no son noticias falsas, sino que tienen como objetivo crear narrativas, o historias, para crear un sesgo en la mente de la gente.

Por ejemplo, si sigues recibiendo información que dice que la economía estadounidnese es mala mientras que la de China es grande y poderosa, el mensaje quedará impreso en su cabeza. Podrías entonces preguntarte si Taiwán debería distanciarse de Estados Unidos y desarrollar relaciones económicas más estrechas con China.

Los informes sobre que China es grande y poderosa no son noticias falsas, ya que definitivamente hay algunos aspectos positivos en su economía, por lo que este tipo de sesgo informativo es difícil de contrarrestar.

BH: ¿Cómo abordan las ONG y las autoridades gubernamentales el problema?

PS: Taiwan has many NGOs fighting against disinformation. They keep track of content farms, analyze disinformation and promote media literacy.

The government also responds to fake news very quickly. Organizations such as Taiwan FactCheck Center and Co-Facts are doing fact checking on a daily basis, but we have no response system on political narratives yet. Thus far, we can only rely on disclosing the source of the narratives. This is what our organization is working on now.

PD: En Taiwán hay muchas ONG que luchan contra la desinformación. Llevan registro de las granjas de contenido, analizan la desinformación y promueven la alfabetización mediática.

El Gobierno también responde a las noticias falsas muy rápidamente. Organizaciones como Taiwan FactCheck Center y Co-Facts están haciendo la comprobación de hechos a diario, pero no tenemos un sistema de respuesta sobre las narrativas políticas todavía. Hasta ahora, solament3 podemos confiar en la revelación de la fuente de las narrativas. Esto es en lo que nuestra organización está trabajando ahora.

BH: ¿La experiencia de Taiwán con la desinformación es una útil referencia para otras regiones del mundo?

PS: I think so — like the example of Russia [which] has engaged in disinformation operations against a number of countries, such as the Czech Republic. As a result, the Czech Republic can share the experience of dealing with Russian disinformation efforts with other countries. Similarly, Taiwan can share its experience with other countries confronting China.

Taiwan is a very good testing ground for analyzing China's disinformation operations; through our researches, we have developed a sensitivity on some of distinctive features of the disinformation operators, such as their orchestration network and linguistic characters.

Another example is an online campaign that took place on Instagram and Facebook one month ahead of [Taiwan's] presidential elections. Quite a number of individuals were uploading photos and videos of themselves putting their hand on their chest, and talking about how they were going to vote. The majority of them were criticizing the slow-growing economy. The campaign looked like a spontaneous act, but Taiwanese would find it very awkward because of the linguistic expression, such as the use of the hashtag ‘Declaring my voting intention’ (#宣告我的投票意志) — this is just not the way that Taiwanese talk and write.

Through our research, we have developed tools to analyze the ‘made in China’ information, and would very much like to share [our findings] with other countries and help them to resist disinformation operations from China.

PD: Creo que sí – como el ejemplo de Rusia [que] ha participado en operaciones de desinformación contra varios países, como República Checa. Como resultado, República Checa puede compartir la experiencia de tratar con los esfuerzos de desinformación de Rusia con otros países. Del mismo modo, Taiwán puede compartir su experiencia con otros países que se enfrentan a China.

Taiwán es un muy buen campo de pruebas para analizar las operaciones de desinformación de China; a través de nuestras investigaciones, hemos desarrollado una sensibilidad sobre algunos rasgos distintivos de los operadores de desinformación, como su red de orquestación y sus caracteres lingüísticos.

Otro ejemplo es una campaña en línea que tuvo lugar en Instagram y Facebook un mes antes de las elecciones presidenciales [de Taiwán]. Bastantes personas estaban publicando fotos suyas con la mano en el pecho, y hablando de cómo iban a votar. La mayoría estaba criticando la economía de lento crecimiento. La campaña parecía un acto espontáneo, pero a los taiwaneses les resultaría muy incómodo debido a la expresión lingüística, como el uso de la etiqueta «Declarar mi intención de voto» (#宣告我的投票意志) –así no hablan ni escriben los taiwaneses.

A través de nuestra investigación, hemos desarrollado herramientas para analizar la información «hecha en China», y nos gustaría mucho compartir [nuestros hallazgos] con otros países y ayudarlos a resistir las operaciones de desinformación de China.

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