Interminable ciclo de huelgas médicas y debacles de financiamiento dejan a nigerianos a merced de la pandemia

Médicos caminan al lado de paciente echada en una sala del Hospital Island Maternity de Lagos, Nigeria. Foto vía Flickr de Sunday Alamba/Commonwealth Secretariat (CC BY-NC 2.0).

Entre el 13 y 15 de julio, los médicos del estado de Lagos, Nigeria, se embarcaron en una huelga para protestar por la falta de seguridad adecuada y medidas de bienestar para médicos que trabajan con pacientes de COVID-19.

El diario en línea The Premium Times informó que Oluwajimi Sodipo, jefe del Gremio de Doctores de Lagos, anunció la huelga en un informe a la prensa el 12 de julio, en protesta por las desigualdades entre las asignaciones por riesgo de COVID-para los médicos de Lagos y sus colegas en hospitales federales.

Los médicos que trabajan en centros de aislamiento de coronavirus en Lagos también carecen de suficiente equipo de protección personal, seguro de salud, y además les adeudaban dos meses de sueldo, dijo Sodipo. El gremio exoneró a los médicos que trabajan en centros de aislamiento estatales de unirse a su acción colectiva.

Al 21 de julio, Nigeria tenía registrados 37 225 casos confirmados de COVID-19, 15 333 recuperados y 801 muertes. El estado de Lagos, el estado más densamente poblado del país, es el epicentro de la enfermedad, con 13 538 casos confirmados, 1964 recuperados y 176 muertes.

El 13 de julio, el Gobierno estatal de Lagos pidió a los trabajadores médicos de la primera línea que regresaran al trabajo. Los doctores suspendieron su huelga el 16 de julio, por la “disposición positiva» mostrada por el Gobierno estatal de Lagos a sus pedidos.

Interminable cicle de volver a empezar

La acción de huelga de los médicos nigerianos se ha vuelto un asunto anual en el país más poblado de África. Sus reclamos son siempre los mismos: un pedido de incrementar las medidas de bienestar y protección para que puedan hacer mejor su trabajo.

La secuencia de la respuesta del Gobierno es igualmente predecible: inicialmente, es arbitrario, con amenazas de despedir a los médicos huelguistas si no regresan a trabajar. Luego suelen retroceder, y obligan al Gobierno a echarse atrás y conceder los pedidos de los médicos.

Este patrón de acontecimientos ha continuado incluso ante una crisis de salud publica mundial.

A mediados de 2014, los médicos residentes nigerianos, en capacitación para especialización, iniciaron una huelga durante la epidemia del ébola por pedidos de bienestar. La respuesta del Gobierno nigeriano fue dar por terminadas sus designaciones, luego le restaron importancia y culparon a los medios por no representar bien los hechos en este asunto.

Médicos residentes nigerianos de la Asociación de Médicos Residentes de Nigeria están comenzado su huelga hoy, tras semanas de tratar que el Gobierno actuara.

Apóyalos, demuéstralo con tus tuits.

Son vitales en nuestros hospitales, sobre todo por sus servicios especializados.

Seis años después, el 15 de junio, los médicos residentes volvieron a ir a la huelga durante una gran crisis de salud pública para protestar por las malas condiciones laborales y medidas de seguridad inadecuadas —o no pagadas— que se brinda a quienes trabajan con el COVID-19.

En Twitter, el médico usuario Nma Halliday compara sarcásticamente la ridículamente baja asignación mensual por riesgo de salud que se da a los médicos nigerianos (60 000 nairas, cerca de 144 dólares al año) con las asignaciones anuales por diarios y salvaguardas que se paga a los legisladores nigerianos, que equivalen a 1.2 millones de nairas (3000 dólares) y 1.24 millones de nairas (3200 dólares) respectivamente:

Antes de recordarles a los médicos que desayunen cereales, solamente recuerden que la asignación por diario para los legisladores es de 1.2 millones de nairas y la asignación por salvaguarda es de 1.24 milliones de nairas.

Pero la asignación de riesgo de COVID-19, VIH, hepatitis B, etc. para un médico es de solamente 5000 nairas.
?
Vaya.

Fiel a su costumbre, el Gobierno amenazó de nuevo con despedir a los médicos para despedir a los médicos cuando las negociaciones terminaron en punto muerto el 17 de junio. Pero los médicos resistieron la intimidación e insistieron en sus pedidos. La huelga terminó finalmente el 22 de junio, luego de la intervención de gobernadores estatales y legisladores federales.

Controversia por financiamiento para COVID-19

Hospital Universitario, Ibadán, primer hospital universitario en Nigeria vía Hizick27 / Wikimedia Commons (CC-BY-SA-4.0).

Durante la crisis de COVID-19 en Nigeria, algunos fondos gubernamentales, supuestamente entregados a un hospital universitario en el suroeste de Nigeria, se convirtió en objeto de controversia. Lo que empezó con un informe de prensa rutinario sobre el asunto degeneró rápidamente en negativas y contraacusaciones.

El 23 de junio, Akinola Ojo, comisionado de salud en el estado Oyo, al sudoeste de Nigeria, anunció que el Gobierno estatal había gastado 2700 millones de nairas (6.9 millones de dólares) en su lucha contra el COVID-19. Según el diario financiero BusinessDay, Ojo afirmó que esa parte de los gastos incluían 118 millones de nairas (304 000 dólares) “entregados” al Hospital Universitario de Ibadán “como apoyo”.

Pero al día siguiente, la página de Facebook del Hospital Universitario, el hospital negó haber recibido financiamiento alguno por COVID-19 del Gobierno estatal de Oyo. El portavoz Toye Akinrinlola sugirió que debido a la confusión entre los nombres de la Facultad de Medicina Ibadán y el Hospital Universitario de Ibadán, probablemente la Facultad de Medicina de Ibadán recibió los fondos gubernamentales.

Este sugerencia fue “enfática y categóricamente” rechazada por la administración de la Facultad de Medicina, que afirmó que no había recibido financiamiento alguno del Gobierno estatal.

Aunque son instituciones separadas, ambas entidades están entrelazadas. La facultad es parte de la Universidad de Ibadán, mientras que el Hospital Universitario de Ibadán recae bajo la supervisión del Ministerio de Salud federal, pero los estudiantes de la Facultad de Medicina y otros especialistas de salud de África subsahariana emprendieron capacitación clínica en el Hospital Universitario.

El 24 de junio, el Gobierno estatal de Oyo insistió que el financiamiento en cuestión había ido al departamento de virología del Hospital Universitario, y describió intentos de la gerencia del hospital de “desconocieron” su propio departamento de virología clínica, que también ofrece servicios de “enseñanza e investigación” a la Facultad de Medicina como “egoísta, artificial y despectivo».

Al día siguiente, la oficina de prensa del gobernador del estado Oyo tuiteó la captura de pantalla de un comunicado de prensa en el que el jefe de del Departamento de Virología del Hospital Universitario reconoció recibir apoyo financiero del Gobierno estatal para la lucha contra el COVID-19.

COVID-19: Departamento de Virología afirma el apoyo del Gobierno de Oyo, sostiene Makinde.

…Mientras el Gobierno insiste en su apoyo total al Hospital Universitario, Departamento de Virología, N118.9m.

Historia de dos laboratorios de pruebas

La controversia se deriva en parte del hecho de que hay dos laboratorios aprobados por el Centro Nigeriano de Control de Enfermedades a realizar pruebas de coronavirus en Ibadán, estado de Oyo: el laboratorio del Departamento de Virología del Hospital Universitario, acreditado el 28 de marzo, y el laboratorio del Biorrepositorio y Virología Clínica de la Facultad de Medicina, aprobado el 9 de junio.

Ambos laboratorios quedan en las mismas instalaciones.

El laboratorio del Biorrepositorio fue encargado el 17 de abril. Este laboratorio de patología molecular fue concebido inicialmente como banco de tejidos, y su incursión en las pruebas de coronavirus pareció señalar disputas internas —posiblemente una batalla por la supremacía entre la Facultad de Medicina, el Hospital Universitario y su unidad de virología.

Después de confirmó que el departamento de virología del Hospital Universitario era el receptor del financiamiento del Gobierno estatal pero que todo el proceso carecía de transparencia.

El hecho de que la administración del Hospital Universitario y la facultad “desconocieran” al departamento de virología sugiere que no estaban al tanto de la financiación.

¿Por qué el departamento de virología actuó independientemente? ¿En la cuenta bancaria de qué departamento se depositó la mencionada donación del Gobierno estatal? Tal vez no hayamos oído lo último sobre esta controvertida donación.

En el análisis final, escenarios como huelgas médicas y debacles de financiamiento pueden volver a ocurrir hasta que la causa del problema —financiamiento inadecuado— desaparezca del sistema de salud público de Nigeria.

Es indefendible que los médicos y trabajadores en la primera línea de la pandemia deban recibir migajas mientras los políticos que arriesgan poco o nada ganan cuantiosas sumas.

La único bueno del COVID-19 es que nuestros políticos NUNCA van a volver a bromear con la atención de salud del país.
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¿Los mismos que recortan el presupuesto de salud en medio de la pandemia son los que amenazan con despedir a los médicos por hacer una huelga?

Los políticos nigerianos son ladrones malversadores de fondos impenitentes, y ni una crisis de salud pública puede cambiarlo. Conozcan de esto y conozcan la paz.

También es indefensible el hecho de que administradores de algunos hospitales públicos parezcan no tener interés en servir al bien común, y que elijan emprender rivalidades insignificantes en detrimento de la salud de sus pacientes.

Hasta que alguien ceda, los nigerianos comunes y corrientes están a merced de de una pandemia devastadora.

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