Una de las tradiciones más queridas del carnaval de Trinidad y Tobago es el concurso Panorama de tambor metálico, en el que los numerosos conjuntos del país compiten por el codiciado título de mejor banda en una serie de categorías delimitadas por el tamaño de la orquesta. También hay un concurso Panorama Junior para jóvenes músicos. En 2023 se celebra 60 años del concurso Panorama desde su inauguración en 1963 y, dado el paréntesis de dos años que sufrieron las celebraciones del Carnaval a causa del COVID-19, el acontecimiento se esperaba con gran expectación.
Mientras que la fase preliminar del concurso Panorama se da en los patios de bandos, donde las bandas se reúnen y ensayan en sus diferentes comunidades, las semifinales, con diferencia la ronda más popular del concurso, se celebran en el Queen's Park Savannah de Puerto España. Conocida como la «Meca del Carnaval», los entusiastas del tambor metálico pueden seguir las actuaciones desde la tribuna principal, donde se sitúan los jueces, los medios y los aficionados más «serios», o desde la tribuna norte, que atrae a los más fiesteros.
El domingo 5 de febrero me moví entre estos dos espacios, pero también pasé algún tiempo en «The Drag», zona que conduce al escenario principal, donde las bandas se alinean por orden de aparición y practican sus ejercicios. Los seguidores suelen ayudar a transportar los instrumentos, montados sobre plataformas con ruedas y toldos, hasta el escenario, donde las bandas luchan por un puesto en la final del premio más prestigioso de la música de tambor metálico.
Como quería viajar con poco equipaje, decidí que mi smartphone sería suficiente para tomar fotos. Los resultados ofrecen una visión sobre el terreno de la experiencia Panorama 2023.
Una paloma solitaria cruza la hierba en busca de restos de comida que la gente haya podido dejar. Esta foto fue tomada sobre las 11.00 (hora local) y el evento estaba programado para empezar a las 13.00. Savannah estaba tranquila, pero la brisa fresca que sopla entre los oropeles que cubren las marquesinas de las bandas de acero de Sforzata deja entrever la emoción que está por llegar.
Grandes camiones de plataforma transportan los instrumentos para las orquestas de acero que compiten desde todas las partes del país. Este año, uno de los semifinalistas procedía de Tobago, la más pequeña de las dos islas. Los costos de transporte pueden ser elevados, y constituyen solo uno de los gastos que deben sufragar las bandas para competir a este nivel, costos que suelen compensarse con el patrocinio de empresas.
Es posible que la mayoría de los espectadores no hayan prestado demasiada atención a este altavoz del escenario principal silueteado contra el cielo azul, pero sin eso no habrían podido oír y apreciar los matices de los diferentes tipos de tambor metálico, que se unen para formar ese sonido de orquesta. Los tambores metálicos son instrumentos acústicos, por lo que es necesario colocar micrófonos en el escenario para amplificar la música para el gran público.
Me llamó la atención la sobreposición de colores en esta fotografía, mientras el integrante de una banda mediana se prepara para ayudar a empujar las sartenes sobre la pista en preparación de su aparición en el escenario.
Ningún concurso Panorama está completo sin la presencia de vendedores de frutos secos. Su movilidad les permite adentrarse en los puestos, lo que les ayuda a competir con la amplia selección de alimentos disponibles. La mayoría tiene un lema característico, que gritan sobre la marcha, para ayudar a diferenciar su oferta de productos.
Los miembros de la banda Siparia Deltones, banda de tamaño medio del sur, empujan sus instrumentos sobre «El Arrastre» a medida que se acerca su turno para tocar. Me encanta cómo todos, desde los miembros de la banda hasta los espectadores, ayudan a transportar los instrumentos.
Las mujeres bandera, a las que la leyenda del calipso Lord Kitchener rindió homenaje en su canción clásica, son otro elemento básico de Panorama. Cada banda cuenta con al menos una mujer bandera que baila blandiendo con pericia una bandera, mientras la banda actúa, lo que contribuye a transmitir al público el espíritu del carnaval. Es una tradición que requiere confianza y destreza, y el papel de la mujer bandera es un gran honor. Las abanderadas suelen ser fotografiadas en el escenario, pero me encantó captar a ésta en «The Drag» mientras practicaba alegremente sus movimientos, sin darse cuenta de que alguien la estaba mirando.
Dame Lorraine, querido personaje tradicional del carnaval de Trinidad y Tobago, se define por su exageradamente voluptuoso trasero, que agita de un lado a otro mientras pasea (como se la ve aquí escoltada por su caballero) o baila. El personaje se desarrolló como una parodia de los colonizadores del siglo XVIII y principios del XIX, que se vestían con elegantes trajes de la aristocracia francesa en sus fastuosos bailes del domingo de carnaval. Antes eran hombres quienes se enfundaban los trajes de Dame Lorraine, pero en las versiones modernas predominan las mujeres. Cuando esta Dame Lorraine pasó por delante de mí del brazo de su pareja, tuve la suerte de captar las reacciones del trío del fondo, encantada por su carisma y estilo, que no tardó en tomar sus propias instantáneas del momento con sus smartphones.
Mientras tanto, tanto las gradas como «The Drag» estaban llenas, de niños a ancianos, que habían acudido a escuchar su instrumento nacional..
El público era numeroso, pero bien educado, aunque el locutor tuvo que pedir a los espectadores de la tribuna norte que despejaran los pasillos en más de una ocasión. La sobreposición de esta imagen de policías antidisturbios observando cómo una banda se prepara para su actuación me pareció ligeramente distópica.
Cuando cayó la noche y las grandes bandas subieron al escenario, la energía era eléctrica. Me encanta esta toma de larga exposición de un banda a la que se empuja hacia el escenario mientras el oficial la llama, como si la banda corriera hacia su destino colectivo.
Con la batería de mi teléfono agotándose, por no hablar de la poca luz, mi última foto de la noche fue esta de la actuación de la banda Starlift con «Witch Doctor» de The Mighty Sparrow. Los zancudos de la banda de moko jumbie Moko Somõkõw bailaron durante toda la actuación de banda de acero, y parecían de otro mundo mientras se alzaban sobre los músicos en un cielo aterciopelado.
Los moko jumbies, también muy queridos personajes tradicionales del carnaval, se remontan a la tradición de África Occidental, donde son venerados como dioses que vigilan sus aldeas, mantiene alejadas las amenazas y el mal que pueden ver fácilmente desde su gran altura. Su presencia en el carnaval de Trinidad y Tobago nos recuerda que los aspectos sagrados y rituales de nuestras tradiciones son muy profundos.