Policía de Hong Kong y grupos pro Pekín protestan tras condena de agentes por ataque a activista

Gupos pro Pekín se manifestaron en contra del fallo del tribunal. Imagen de Ellie Ng, de Hong Kong Free Press.

Siete agentes de policía de Hong Kong fueron condenados el 14 de febrero por atacar a un activista prodemocracia en 2014, durante las protestas del Movimiento de Ocupación (u Occupy) que exigían la nominación popular del líder de la ciudad.

Tsang Ken fue esposado por los agentes y llevado a un rincón oscuro, donde los policías le dieron puñetazos y patadas. Aunque el ataque fue grabado y emitido en televisión, y que los informes médicos mostraron que Tsang había resultado lesionado, el caso no llegó a los tribunales hasta junio de 2015, casi dos años después del incidente.

El tribunal sentenció a los agentes a dos años de prisión. En Facebook, muchos aplaudieron el resultado, algunos bromeando con que era el mejor regalo de San Valentín.

El juez David Dufton dijo al emitir la sentencia que el tribunal necesitaba hacer que el caso «sirviese de ejemplo» para asegurar que ningún agente intentase cometer el mismo delito en el futuro:

The defendants damaged Hong Kong’s reputation in the international community… There was no justification to take Tsang to the substation for the assault.

Los acusados dañaron la reputación de Hong Kong en la comunidad internacional… No hay justificación para llevarse a Tsang a la estación después del ataque.

Los grupos policiales se opusieron al veredicto y la sentencia de prisión, y el comisario Steven Lo Wai-chung ha autorizado a recaudar fondos para los siete agentes condenados.

Los grupos pro Pekín estaban indignados y se manifestaron el sábado 18 de febrero contra el veredicto. Durante la protesta, los manifestantes exigieron al jefe ejecutivo de la ciudad, CY Leung, que concediese la amnistía a los siete agentes. Criticaron al tribunal por ser indulgente con los manifestantes del Movimiento Central Ocupación, y duros con los agentes de policía «que tan solo cumplían su deber».

El Movimiento Ocupación Central era un movimiento de protesta que tomó el centro de Hong Kong durante tres meses a finales de 2014. Los participantes demandaron que Pekín dejase al pueblo de Hong Kong, región administrativa especial del país, elegir a sus propios candidatos para jefe ejecutivo, en lugar de permitir tan solo la votación de algunos de los candidatos seleccionados de antemano. Los manifestantes del movimiento resistieron la violencia policial para despejar los campamentos, que incluyó uso de gas lacrimógeno y gas pimienta, con ayuda de sus paraguas, por lo que el movimiento fue apodado como «Revolución de los Paraguas».

Varias celebridades favorables a Pekín también hablaron en Facebook oponiéndose a la condena de los agentes de policía. El director de cine Clinton Ko escribió (y borró posteriormente):

黄絲法官徧幫亂港反港份子。本土港獨暴徒縱火,打警察,破壞公物,狗官就輕判,甚至判無罪,實在徧破至極。

El juez de lazo amarillo [a favor de la democracia] se está poniendo del lado de quienes traen el caos a Hong Kong. A los alborotadores proindependencia que prenden fuegos, golpean policías y destruyen la propiedad pública, el juez dio una benévola sentencia, algunos no fueron considerados culpables. Esto está extremadamente sesgado.

Un legislador pro Pekín, Junius Ho, comentó a través de un vídeo de Facebook:

They didn’t point a gun at protesters. They only hit Tsang twice in a corner to vent their anger [… ] Small punishment in order to prevent someone from making a bigger mistake in the future.

No apuntaron con un arma a los manifestantes. Tan solo golpearon a Tsang un par de veces en un rincón para aliviar su enfado […]. Pequeño castigo para evitar que alguien cometa un error mayor en el futuro.

El caso también atrajo las respuestas de China continental. Global Times, tabloide de afiliación estatal, publicó un artículo criticando al juez David Dufton por el juicio, y culpando al «sistema legal colonial» por «violar el espíritu de la ley» (Hong Kong fue colonia británica durante 156 años, hasta 1997):

它延续了殖民地的色彩,并没有像香港政府一样建立起对中国宪法和基本法的忠诚,因此遇到与政治有关的案件时,它就容易跑偏,背离法律的基本精神。[…]这样的情况不符合香港的根本利益,甚至会让香港的司法体系从基础上受到侵蚀。

[El sistema legal] está teñido con el color colonial, y tiene aún que jurar lealtad a la constitución de China y la Ley Básica [de Hong Kong]. Así, cuando se lidia con casos políticos, su juicio está fuera de lugar y ha violado el espíritu de la ley. […] Esto va en contra de los intereses de Hong Kong, y traerá un gran daño a su sistema legal.

Cai Xiaoxin, celebridad de las redes sociales de China continental, declaró públicamente que pagaría 10.000 yuan (aproximadamente 1.200 dólares estadounidenses) para que alguien le diese una paliza al juez Dufton.

Y Tiffany Chen, esposa de Charles Heung, cuya familia tiene lazos con la tríada Sun Yee On, uno de los grupos del crimen organizado más poderosos de Hong Kong, también alzó la voz en contra de la decisión del juez en Weibo.

‘Lo que da miedo es que los actos ilegales de la policía puedan ser justificados por los políticos’

Chung Kim-Wah, profesor de ciencias sociales aplicadas, calificó la situación de ridícula, y señaló que las acciones de la policía habían dañado la reputación del cuerpo policial. Urgió al líder de la policía a disculparse con el pueblo por el comportamiento de los agentes:

香港警察淪落到要靠江湖夫人撐,有冇諗吓點解?係唔係覺得好風光?前後兩位一哥會否感到羞恥?[…] 警隊曾經一度被市民評價為最能得到信任的紀律部隊,近期已經跌到排名最低[…]。試想像一下:作為一個最主要的執法隊伍,竟然有四分一市民不信任,以後可以點做?
每一個警務人員都有責任想一想可以如何救亡,要點做才可挽回聲譽,又可以怎樣重建受到嚴重破壞了的警民關係。警隊一哥及高層對此就更是責無旁貸。但他們表現如何,大家有眼睇。佢哋正在葬送警隊。

Ahora la esposa del líder de la tríada habla en favor de la policía de Hong Kong. ¿Ha tratado alguien de pensar en el colapso de la imagen de la policía? ¿O deberían enorgullecerse? ¿Tienen los antiguos y actuales líderes de la policía algún sentido de la vergüenza? […] Hubo un tiempo en el que la fuerza policial era vista como el departamento legislativo más digno de confianza, pero ha alcanzado recientemente su punto más bajo. […] Solo imagínense que, siendo una importante fuerza de la ley, que un cuarto de la población no les tiene confianza. ¿Cómo puede hacer su trabajo?
Todo agente de policía debería pensar muy seriamente en salvar su reputación y restablecer su relación con los ciudadanos. Esa es la responsabilidad clave de los líderes de la fuerza policial. Pero ahora se están enterrando vivos.

De hecho, la indignación y las protestas por el fallo fueron el catalizador de una enorme cantidad de críticas airadas contra la policía en medios de internet y en redes sociales. Como  argumentó el periodista Lam Yin Bong en Stand News:

有警察犯事不可怕,樹大自有枯枝,可怕的是,有警察犯事,只因事關佔中政治正確,整個建制陣營和執法部門,就可以將所有法治公義,和自己身為執法人員應有的態度完全拋之腦後。

La mala conducta policial no da miedo, pues son casos aislados. Lo que da miedo es que los actos ilegales de la policía puedan ser justificados por los políticos. Todo el departamento de las fuerzas de la ley y el régimen pueden dejar a un lado la justicia judicial y la integridad de los que conforman las fuerzas de la ley.

Temiendo que el estado de derecho de Hong Kong haya sido minado por los grupos favorables a Pekín, un colectivo de abogados emitió un comunicado exigiendo que el secretario de justicia intervenga para asegurar que los juristas puedan llevar a cabo su labor, libres de cualquier despreciable ataque.

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