Autoridades «encubren» devastación y cifra de muertos en Puerto Rico

Calle inundada en San Juan, Puerto Rico luego del paso del huracán María. Foto del Departamento de Defensa de Estados Unidos, para uso de dominio público.

Cuando el huracán María azotó Puerto Rico, dejó los peores daños de una tormenta que la isla caribeña tuvo en casi un siglo.

Durante más de dos semanas después de la tormenta, los puertorriqueños enfrentaron escasez de alimentos, agua y combustible potencialmente fatal. Más del 90% de los hogares siguen sin electricitdad, el 60% no tiene agua y el 75% de las redes de telecomunicaciones siguen sin funcionar.

Los medios de comunicación locales en Puerto Rico Medios están viendo que, aunque algunas estadísticas claves –como acceso general a electricidad y agua– han sido informadas con relativa precisión, otra información referida a la devastación en la isla ha sido «encubierta«, como señaló un congresista estadounidense.

Los estimados estatales y los informes locales sobre la cifra de muertos también varían enormemente.

Los datos y cifras como como estos tienen importancia crítica en los trabajos tras cualquier desastre. Son esenciales para entender la situación y tomar decisiones sobre cómo asignar recursos para la recuperación. También pueden ser una herramienta clave para los ciudadanos y medios que trabajan para que las entidades gubernamentales rindan cuentas por sus compromisos con el público.

La rendición de cuentas es más complicada por el hecho de que Puerto Rico, como territorio estadounidense, tiene solamente un representante en el Congreso estadounidense, que no tiene derechos plenos de voto. Y aunque los congresistas de origen puertorriqueño respaldan a Puerto Rico, sus llamados a la acción terminan muy ignorados.

¿Quién determina la cifra de muertos?

La cifra oficial de muertos por la tormenta es una de las cifras más importantes de las que se informa. Varios días después de la tormenta, la cifra de muertos rondaba los 16, según autoridades estatales y federales. Pero apenas horas después de que Donald Trump concluyera su conferencia de prensa en San Juan el 3 de octubre, las autoridades dieron a conocer un recuento actualizado de 34 victimas mortales.

Sin embargo, investigaciones localaes sugieren que la verdadera cifra de muertes puede ser mucho mayor.

En una entrevista con el secretario de Seguridad Pública, Héctor Pesquera, el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) de San Juan, supo que al menos 200 personas murieron en Puerto Rico entre el 20 y el 29 de septiembre, cantidad que excede la cantidad normal para un periodo tan breve. Y esto solamente refleja registros oficiales –la falta de electricidad hace que las agencias estatales registren estas cifras manualmente, lo que prolonga el proceso.

En entrevistas en el Hospital Pavía en Arecibo, el CPI supo que 49 personas habían muerto en ese hospital en los dos primeros días tra el paso del huracán, cuando el hospital casi no tenía electricidad.

Estadísticas de huracán sesgadas –y brevemente censuradas

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosello, informó el 3 de octubre que 63 de los 69 hospitales de la isla habían reabierto. Pero ¿qué significa que un hospital reabra? Los funcionarios estatales explicaron que esto simplemente significa que los hospitales están aceptando a algunos pacientes. Un listado del Gobierno estatal indica que 29 de los 63 hospitales que se describen como «operativos» todavía no tienen electricidad.

El Gobierno federal estadounidense también se ha mostrado renuente a dar a conocer datos completos sobre la situación. El 5 de octubre, los usuarios notaron que las estadísticas detalladas sobre agua, electricidad y otros recortes de recursos claves que estaban publicadas y se actualizaban rutinarirmente en el sitio web de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias de Estados Unidos (FEMA) desaparecieron repentinamente.

Las estadísticas que describen los trabajos de recuperació –mayormente números «positivos» como la cantidad de hospitales, tiendas de alimentos y estaciones de gas que han reabierto– estaban en línea. Luego de que múltiples medios de comunicación informaron sobre el incidente de la censura, las cifras reaparecieron. Pero esto no ha aquietado la preocupación del público de que el Gobierno está intentado activamente impedir que el público sepa qué está ocurriendo en la isla.

En una entrevista con The Washington Post, Luis Gutiérrez, congresista de Illinois de ascendencia puertorriqueña, que visitó la isla tras el huracán acusó abiertamente al Gobierno de tratar de impedir que la información sobre la devastación llegue al público en Estados Unidos continental.

«No quieren que se sepa la verdad… cada historia que vemos es una historia de tragedia humana. De vida y muerte y esa lucha», dijo.

Gutiérrez también explicó que el presidente y funcionarios gubernamentales disuadieron a los congresistas para que no visitaran la isla. Así que compramos nuestros boletos aéreos y fuimos para allá». Y continuó:

Cuando regresamos, le dijimos lo mismo que ha dicho todo reportero que ha ido hasta allá: Esta es una crisis humanitaria.

Si la noticia no es buena, ¡debe ser falsa!

Junto con la desigual cobertura de los daños dejados por la tormenta, Donald Trump y su gobierno han buscado abiertamente controlar la amplia narrativa pública sobre el huracán María y sus efectos. Los funcionarios gubernamentales han promocionado y alentado deliberadamente las «buenas» noticias sobre los trabajos de recuperación, y abiertamente intimidado a los funcionarios públicos y medios que pretenden hacer algo diferente.

Pocos días antes de la visita de Trump, la directora interina del Departamento de Seguridad Nacional, Elaine Duke, elogió los trabajos de recuperación del Gobierno estadounidense en Puerto Rico, y los describió como «realmente una muy buena noticia». Esto fue rápidamente criticado por la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, que describió la devastación como «una historia de gente que se está muriendo«. Casi inmediatamente, Trump arremetió contra la alcaldesa en Twitter, y la acusó de «líder mediocre» y acusó que los democrátas habían dicho a la alcaldesa que fuera «desagradable» con él.

Más allá de sus ataques contra Yulín Cruz, los tuits de Trump relacionados con Puerto Rico se centraron en dos ideas –en los «exitosos» (sus palabras) trabajos de rescate y ayuda de los quienes llegaron primero al lugar y la agencia gubernamental FEMA, y en el espectro de la cobertura de los medios de noticias «falsas» sobre la devastación.

Cuando Trump acusó a los medios de «desalentar» a soldados y primeros rescatistas, Ali Velshi de MSNBC fue el primero en responder, y acusó a Trump de «encubrir» la noticia:

Las cadenas de noticias falsas están trabajando hora extras en Puerto Rico, desalentando a soldados y primeros rescatistas, ¡Qué vergüenza!
——-
Estamos trabajando horas extras para contar la historia REAL, la que has encubierto, Donald Trump.

Cuando Trump instó a los puertorriqueños a «no creer en noticias falsas», un usuario respondió: «Están desesperados buscando agua limpia para beber, ¡no están revisando su cuenta de Twitter!»

Un puertorriqueña que vive en Estados Unidos continental respondió describiendo la desesperación que su madre enfrenta:

Al pueblo de Puerto Rico:
¡No crean en noticias falsas! Puerto Rico [es] fuerte.
??

————–
Mi madre finalmente se contactó conmigo. Se le está acabando la comida y describe sus alrededores como zona de guerra. ¡Esas son las verdaderas noticias!

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