Otro complejo turístico amenaza históricas marismas salinas libanesas de Anfeh

Imagen aérea de Anfeh. Foto de Lebanon Untravelled, utilizada con autorización.

Tras Ramlet el Bayda, en Beirut, la playa rocosa de Kfarabida en Batroun, y el antiguo puerto de Adloun, las marismas salinas históricas de la ciudad norteña de Anfeh pueden convertirse en la siguiente víctima de la larga historia de privatización costera en Líbano.

El 16 de mayo de 2018, solo diez días después de las primeras elecciones generales en nueve años, la Alta Comisión de Planificación Urbana se opuso a la construcción de un complejo turístico dentro del llamado «Natour Development«, en Anfeh, amparada en la trascendencia ecológica, medioambiental, histórica y cultural de la península de Deir El Natour, donde está proyectado el complejo.

No obstante, hay serias dudas sobre si el Gobierno seguirá las recomendaciones de la Comisión. Ya existen informaciones contrarias sobre la postura gubernamental.

Unos 70 000 m2 de zona costera pública podrían quedar accesibles solo para los promotores privados del complejo, que comprende hoteles, villas, bares, clubs nocturnos, un club de golf y un puerto deportivo, dentro de un proyecto mayor, que abarca 81 hectáreas.

Al Dair Holding, parte de Malia Group, es el propietario y gestor de Natour Development, proyecto de los exparlamentarios Mohammad Safadi, el ya fallecido Maurice Fadel y el industrial Jacques Sarraf.

Como explicó Timour Azhari en el diario en inglés The Daily Star, el proyecto toma su nombre de Deir al Natour, monasterio católico ortodoxo griego situado en una península rodeada de marismas saladas y vegetación autóctona.

Captura de pantalla del sitio web de Malia Group.

Jad Tabet, director del Colegio de Ingenieros de Líbano, declaró que el proyecto viola el Plan Integral de Organización de Territorios Libaneses aprobado en 2009 por el Gobierno, que señala la «incomparable» importancia de la zona de Anfeh y exige su conservación.

Leer más: Activistas de Beirut convocan el día de Vigilancia del Patrimonio para defender lugares históricos amenazados.

También señaló que, puesto que el proyecto no ha sido aprobado todavía, puede impugnarse. En un comentario en la página de Diaries of the Ocean en Facebook, dijo:

We can still fight to stop the project. Exert pressure on the Orthodox Church that owns the land!

Aún podemos luchar para paralizar el proyecto. ¡Hay que ejercer presión sobre la Iglesia ortodoxa propietaria del terreno!

Una zona cultural y biológicamente significativa

Ubicado en una península de 400 metros de largo cerca de la ciudad de Trípoli, el yacimiento arqueológico de Anfeh era una antigua ciudad costera, utilizada por los fenicios como astillero.

Anfeh conserva restos de al menos 3 000 años de ocupación humana. En el yacimiento se han hallado restos de murallas fenicias y romanas, lagares, suelos de mosaico y dos capillas del siglo VII.

En 2015, un equipo de la Universidad de Balamand, cuyo campus de Koura no está lejos de Anfeh, hizo público el siguiente video (en inglés), con la esperanza de promover el ecoturismo sostenible en la región:

Un informe de Greenpeace de 2010 sugirió la inclusión de la península de Anfeh en una red de reservas marinas en las aguas costeras de Líbano, dada la importancia de su diversidad. El informe propone que las actividades humanas se limiten a la investigación científica, buceo y buceo con tubo.

En la zona persiste un ecosistema natural autóctono al lado de marismas salinas de décadas, ruinas de épocas pasadas y elementos culturales. Junto a la isla de Gozo, en Malta, Anfeh posee las salinas más antiguas del Mediterráneo.

Desde hace décadas se suceden las peticiones de protección de la costa de Anfeh y su tradicional minería de la sal.

Hasta la década de 1970, Anfeh suministraba la mayor parte de la sal a Líbano. El ayuntamiento de Anfeh estima que cerca del 70% de las familias locales vive de la sal.

Estas familias construyeron casas y enviaron a sus hijos al colegio con sus ganancias. Pero los márgenes descendieron dramáticamente en la década de 1990, cuando el Gobierno de Líbano eliminó los aranceles a la importación de sal, y el costo del producto nacional subió demasiado para resultar competitivo.

Azhari informó que un activista medioambiental intentó buscar una solución.

Hafez Jreij, an Anfeh environmental activist and former salt marsh worker, has been trying to preserve the practice since he caught wind of the Natour project in 1999.

Along with a group of other academics and activists he called the “Salt Revolution,” Jreij said that he would file a lawsuit to prevent the project from breaking ground.

Hafez Jreij, medioambientalista de Anfeh y antiguo trabajador de las salinas, ha intentado preservar la práctica desde que conoció el proyecto Natour en 1999.

Junto a un grupo de académicos y activistas, convocó a la «Revolución de la Sal», y dijo que presentaría una demanda para evitar que el proyecto se pusiera en marcha.

Muchos activistas y grupos medioambientales, como T.E.R.R.E Liban, Lebanon Eco Movement y Diaries of the Ocean, urgen al Gobierno libanés a que rechace este proyecto y conserve el área y su singularidad cultural y medioambiental.

Paul Abi Rashed, presidente del movimiento Lebanon Eco y fundador de T.E.R.R.E Liban, dijo:

Este es el último lugar limpio al que podemos llevar a nuestros hijos a nadar… Y el Gobierno tiene que tomar una decisión histórica y negarse a aprobar que cubran la sal con cemento en nombre del desarrollo.

El grupo Beirut Heritage Community también ha pedido una acción urgente para detener el proyecto:

Beirut Heritage Community pide a todos los implicados, sobre todo a los ministros del gabinete, que no aprueben un proyecto turístico sobre las históricas salinas de las costas de Anfeh, que se presentará en la última sesión del gobierno prevista para el lunes [21 de mayo]. Este proyecto fue rechazado por la Alta Comisión de Planificación Urbana y todas las entidades implicadas le han puesto objeciones.

Algunos políticos incluso han dado su opinión sobre la decisión del Gobierno, como el parlamentario Walid Joumblatt, que cuestionó los motivos de tal decisión.

Así de simple, con un golpe de pluma en el consejo de ministros, las históricas salinas de Anfeh, en el norte del Líbano, quedan eliminadas de un proyecto de desarrollo cuyos promotores no valoran la historia ni el patrimonio. Lo mismo está sucediendo en edificios históricos de Beirut y en casi todas partes.

Hay que señalar que el tuit de Joumblatt presume que el Gobierno ya ha aceptado el proyecto, lo que no es el caso en el momento de escribir este artículo.

El artículo 2 de la Orden 144 ─ley que regula las propiedades costeras en Líbano desde 1925─ estipula que la costa, hasta la zona más alejada que alcancen las olas en invierno, además de las costas de arena y guijarros, está considerada propiedad pública.

Leer más: El ayuntamiento de Beirut asesta otro golpe a los espacios verdes de la ciudad.

No obstante, a pesar de esa ley, cambios por decreto y vacíos legales han permitido que se produzca un creciente desarrollo de la costa libanesa.

En una entrevista con Azhari, Tabet comentó:

Just 20 percent of the coast is free for people to access,” Tabet said – or 45 kilometers of Lebanon’s roughly 225-kilometer shoreline.

Solo un 20% de la costa es accesible a la gente ─dijo Tabet─, 45 km de los aproximadamente 225 km de costa que tiene Líbano.

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