El control social impuesto en China podría exportar pronto una versión venezolana

Reverso del Carnet de la Patria. Las imágenes en el centro muestran, a la izquierda, la silueta del ex-presidente Hugo Chávez; y a la derecha, la de Simón Bolívar. A la izquierda del documento se ve el espacio en el que iría el código, que ha sido borrado para proteger los datos del portador de este Carnet. En el logo de la esquina baja derecha se lee «Venezuela indestructible». Imagen compartida por «Jamez42″ en Wikimedia Commons bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International.

Cuando Reuters reveló en noviembre 2018 que el gobierno venezolano había contratado a la empresa China ZTE para el desarrollo del sistema nacional de identidad biométrica, la reacción pública fue dispersa.

El reporte movió indignaciones en redes dentro y fuera del país. Sin embargo, para los que han seguido de cerca los modos en los que el gobierno venezolano ha cerrado el puño en cuanto a datos y comunicaciones, el reporte significó un paso más en un camino de larga data.

El reporte ha sido la confirmación de las sospechas y la condensación de denuncias hechas desde hace meses. Se teme que la alianza con ZTE aproxime aún más a los venezolanos al sistema de puntaje social que se usa ya en China y definiría en Venezuela quiénes pueden tener derecho a servicios básicos y quiénes no sobre la base de lealtades políticas hacia el gobierno. 

El reporte, no obstante, sí parece haber movido piezas dentro de la comunidad internacional. Desde el gobierno de Estados Unidos, se piden investigaciones sobre el rol de ZTE en Venezuela.

Reuters apunta a la participación de ZTE en el desarrollo de un sistema de monitoreo que toma como fuente principal el llamado “Carnet de la Patria”. También enumeró los distintos datos que se han recogido dentro del sistema.

El Carnet consiste en una tarjeta de identidad con un código QR único y personalizado y funciona también como una cartera digital dentro de un sistema de pago electrónico.  

¿Para qué más funciona el Carnet?

El Carnet de la Patria ha sido fuertemente impulsado por el gobierno y ha resultado de ayuda para numerosas diligencias básicas. Esto incluye el acceso a comida y medicinas, cruciales dentro de la profunda carencia que ha caracterizado la crisis venezolana. El documento puede solicitarse de modo gratuito y voluntario. Al momento del trámite, quien quiera hacerse de un Carnet deberá responder preguntas sobre su estrato social y su posición económica.

Quienes lo obtienen logran acceso a ciertos bonos y ayudas del Estado y también a descuentos en la compra de gasolina. Esto último ocurre porque después de décadas de pagarse a precios casi simbólicos, el combustible tendrá ahora precios acordes con las tarifas internacionales.  

En principio, el Carnet de la Patria se introdujo como un modo de agilizar la distribución de alimentos impulsados por el gobierno a través de comisiones encargadas para ello. Más recientemente, el Carnet ha facilitado para algunos el acceso a documentos legales y personales, también de difícil acceso en el país.

Se calcula que más del 70% de los venezolanos es portador ya del Carnet. Y aunque muchos de ellos se identifican como seguidores del chavismo, otros más, identificados como opositores, declararon haberse inscrito en el sistema para poder tener acceso a documentos personales.

Los beneficios del Carnet se han ido acumulando con el tiempo. A principios de 2018 (y a un mes y medio de las elecciones presidenciales), Nicolás Maduro anunció que el Carnet sería necesario para el acceso a bonos de vivienda y pagos de pensiones.

El Carnet y el control social

Hay expertos que dicen que el Carnet tiene otros objetivos. Desde Caraota Digital, Fiorella Perfetto revela un plan estructural que se ve en la firma de contratos entre la empresa de telecomunicaciones del Estado venezolano y ZTE en febrero de 2017 y en los lazos que el ex presidente Hugo Chávez hizo con China desde el principio de su mandato.

En 2016, autores en línea como Omar Castro hacía una lectura de impresiones en Twitter, en especial de quienes comparaban el Carnet con tarjetas de racionamiento:

A fin de cuentas es el pueblo quien seguirá pagando la improvisación en el área económica, no es cuestión de instrumentos financieros […]¿cual es el trasfondo de esta tarjeta?

El Carnet fue también el foco de críticas y denuncias durante las elecciones regionales y municipales de 2017, además de coacciones durante las elecciones presidenciales de 2018. Si bien no era necesario tener el documento para poder votar, sí hubo espacios instalados próximos a las mesas de votación para registrar a los votantes que acudieron a los comicios con el Carnet.

Varios votantes reportaron bloqueos al acceso a centros de votación por no tener el Carnet, y también presiones y promesas de bonos a cambio del voto y del registro del documento.

Esto puede unirse como en un rompecabezas a las amplias limitaciones al acceso de dinero en efectivo, la hiperinflación y la profunda carencia de medicinas y alimentos. También puede verse a la luz de los bloqueos en el acceso a la información dadas la calidad de conexión a Internet, los ataques a medios en línea y la continua desaparición de medios no alineados al gobierno por falta, entre otros recursos, de papel.

El analista político Leonard Reyes, en agosto del año 2018, escribió un hilo analizando las distintas reacciones que algunos tenían en contra del Carnet, entre las que se sugería que el sistema debería colapsarse a propósito solicitando servicios:

Desde el medio colectivo Caracas Chronicles, se hace una lectura del reporte de Reuters, y se desdobla lo que un sistema de monitoreo, en el contexto de Venezuela y a través del Carnet de la Patria, puede significar para quienes lo usen para los que no:

Remember what we’ve been saying about the carnet de la patria as an instrument of oppression? Reuters just published a thorough investigation about the thing, and it’s so fucking perverse, it’s baffling […] You know what this means? After you get on the system, the State can come directly to you and say “I know your mother needs medicine. I have it, and you’ll only get it if you do what I want.” This is how the State knows what to do when the time comes to exploit us.

Recuerdan lo que habíamos dicho sobre el Carnet de la Patria y cómo era un instrumento de opresión? Reuters acaba de publicar una investigación exhaustiva sobre todo aquello y es tan perverso que es desconcertante […] Saben lo que significa esto? Después de que entras en el sistema, el Estado puede decirte directamente «Sé que tu madre necesita medicinas. Yo las tengo, y solamente las tendrás si haces lo que yo quiero». Así es como el Estado sabe lo que tiene que hacer cuando le toque explotarnos.

Y continúan dejando en claro que este no es sino un paso más en una larga serie de esfuerzos para aislar y controlar. Esfuerzos que no empezaron con el gobierno de Nicolás Maduro y que pueden extenderse en modos que aún no se pueden proyectan:

Now you see why Nicolás [Maduro] has been so desperate to get everyone on board with the carnet de la patria […] To say that this tramples over the Constitution is an understatement, especially after 20 years of chavismo. Want to know the best part?

This all came from Hugo Chávez himself.

Ahora ven por qué Nicolás [Maduro] estaba tan desesperado para que todo el mundo se inscribiera en el Carnet de la Patria. Que esto pisotea la Constitución es decir poco, especialmente después de 20 años de chavismo. Y saben cuál es la mejor parte?

Que todo esto vino del propio Hugo Chávez.

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