Los precios de carbón se disparataron en todo el mundo después de que Indonesia —el cuarto mayor productor de carbón del mundo— prohibió temporalmente las exportaciones de carbón del 1 al 31 de enero después de que las reservas nacionales de las centrales eléctricas de la empresa estatal PT Perusahaan Listrik Negara (PLN) cayeran a niveles críticamente bajos. Al 31 de diciembre, PLN tenía menos de 1 % del carbón que necesitaba ese mes, según funcionarios del Ministerio de Energía y Recursos Minerales de Indonesia. Sin la prohibición, las islas, incluidas Java y Bali, podrían haber enfrentado amplias pérdidas de energía y apagones, según Ridwan Jamaludin, director general para carbón del ministerio.
El anuncio causó inmediatamente un alza global en los precios del carbón y dejó a China, el mayor importador de carbón del mundo, en tambaleando temporalmente.
Inmediatamente después de la prohibición, los proveedores internos de Indonesia se apresuraron a reabastecer a PLN. Las empresas mineras y sus defensores han estado presionando al Gobierno para levantar la prohibición, y la Asociación de Minería de Carbón de Indonesia (ICMA) emitió una declaración de que la política se «tomaron apresuradamente sin discutirlas con los actores del negocio».
Es la quinta vez en los últimos 15 años que Indonesia ha debido instituir una prohibición a la exportación de carbón por escasez nacional. Todas las empresas mineras de4 carbón en Indonesia deben reservar el 25 % de su suministro de carbón de carbón para venta interna como parte de la política de “obligación de mercado nacional” (DMO) de 2009.
A través de la DMO, los precios internos de carbón en llegan a 70 dólares por tonelada —menos de la mitad del precio actual en el mercado global de 154 dólares— para proteger a los consumidores de las fluctuaciones de precio en el mercado internacional.
Cuando recién se implantó la DMO, el precio del mercado de una tonelada de carbón es aproximadamente 55 dólares, lo que significa que los fabricantes de carbón de Indonesia ganaban dinero por la venta local. Sin embargo, cuando los precios subieron en 2021 y llegaron a 270 dólares en octubre de 2021, las empresas empezaron a eludir sus responsabilidades internas y pusieron sus suministros hacia el mercado internacional, e ignoraron su obligación del 25 %. Esto generó una escasez de carbón crítica.
En agosto de 2021, 34 empresas mineras de carbón quedaron prohibidas de exportar carbón porque no pudieron cumplir su cuota de DMO.
El presidente Joko Widodo (Jokowi) tonó la línea dura con las empresas de carbón. “Esta una regla absoluta y no se debe incumplir por ninguna razón”, dijo en una declaración el 3 de enero, según informó Tempo, “De ser necesario, no solamente nos negamos a emitir permisos de exportación sino también a revocar sus licencias comerciales”.
De otro lado, desde la prohibición de la exportación, Los resultados de las empresas del carbón se han visto muy afectados. Con más de cien barcos cargados con carbón en el puerto de la bahía de Kalimantan esperando la exportación, las empresas están perdiendo dinero. Los representantes del carbón han presionado al gobierno de Jokowi para que levante la prohibición, y algunos afirman que Indonesia podría perder hasta 3000 millones de dólares por la prohibición de las exportaciones. También han exigido que el Gobierno levante el tope y pague los precios internacionales por el carbón.
A partir del 8 de enero, el suministro de carbón de Indonesia se estabilizó un poco. Desde entonces, Jokowi suavizó la prohibición y ha permitido que 37 barcos entreguen carbón a nivel internacional el 15 de enero. Hacia mediados de enero esperaba que salieron un total de 67 barcos. Las autoridades no levantarían totalmente la prohibición hasta el 31 de enero.
Consecuencias internacionales
La prohibición y el consiguiente aumento de precios han presionado a las empresas de toda Asia. Hasta ahora, funcionarios de Japón, Corea del Sur, China, Malasia y Filipinas han pedido a Yakarta que levante la prohibición de exportación.
Indonesia exporta alrededor del 75 % de su producción anual de carbón a Asia, de la cual el 54 % se destina a China, su mayor destino de exportación.
China usa el carbón para impulsar su enorme economía industrial, e importó 323,22 millones de toneladas de carbón en 2021, frente a los 303,99 de 2020. Alrededor del 75 % de las importaciones totales de carbón de China provienen de Indonesia.
Como las relaciones de China con Estados Unidos y Australia se han deteriorado, China aplicó una prohibición no oficial de las importaciones de carbón de Australia en 2020. Desde que la prohibición entró en vigencia, Pekín movilizó a sus propios mineros de carbón nacionales, lo que estabilizó temporalmente el mercado y añadió una afluencia de oferta para impulsar su gigantesca economía. También recurrió a la vecina Rusia para que le ayudara a subvencionar sus necesidades energéticas. A mediados de enero, la inminente escasez de carbón en China se había «resuelto básicamente«, según los medios estatales.
Desde que se suavizó la prohibición el 15 de enero, 35 buques han atracado en China y dos en Japón. Pero incluso con la relajación de las restricciones, Kazuhiro Ikebe, presidente de la Federación de Empresas de Energía Eléctrica de Japón (FEPC), dijo en una conferencia de prensa que esperan que los precios sigan subiendo hasta que se levante la prohibición. «Como Indonesia es un gran exportador de carbón, habrá cierta presión al alza en los precios del carbón, aunque depende de la rapidez con la que las cosas vuelvan a la normalidad».
Una vez que se levante oficialmente la prohibición, los expertos prevén una fuerte caída de los precios del carbón y un exceso de carbón en el mercado, dijo un comerciante de carbón de Pekín en una entrevista con Reuters.
«Es casi seguro que pronto veremos un exceso de oferta y un desplome de los precios del carbón si continúa el auge de la producción nacional».
Preocupaciones ambientales
Los defensores del ambiente afirman que la actual crisis energética pone de manifiesto la dependencia de Asia de la energía sucia. Greenpeace Indonesia tuiteó:
Gara-gara ketergantungan pada batubara, Indonesia terancam krisis listrik di awal tahun 2022.
Pasalnya, para perusahaan batubara tidak patuh dengan ketentuan wajib pasok dalam negeri (DMO), sehingga pemerintah pun melarang ekspor batubara sementara. pic.twitter.com/CCkoLfq25i
— Greenpeace Indonesia (@GreenpeaceID) January 5, 2022
Fallo de alimentación.
Exportación de carbón queda prohibida temporalmente
———–
Por su dependencia al carbón, Indonesia se ve amenazada por una crisis eléctrica a principios de 2022. El motivo es que las empresas de carbón no cumplen las disposiciones de suministro nacional obligatorio (DMO), por lo que el Gobierno ha prohibido temporalmente las exportaciones de carbón.
Durante la conferencia COP26 de noviembre de 2021, el presidente indonesio Joko Widodo (Jokowi) se comprometió a eliminar el carbón para la década de 2040 y a desmantelar una cuarta parte de las minas de carbón del país para 2030. Actualmente, Indonesia alimenta el 60 % de su red energética con carbón cada año.
Cinco de las mayores minas de carbón de Indonesia se encuentran en Kalimantan, en la isla de Borneo. La región es una de las más biodiversas del planeta y está gravemente amenazada por la destrucción ambiental que provocan las minas y la deforestación necesaria para construirlas.
Mientras tanto, China es el mayor productor, consumidor e importador de carbón del mundo. El presidente de China, Xi Jinping, se ha comprometido a alcanzar las emisiones netas cero para 2060 y comenzará a reducir su uso de carbón en 2026. China ha financiado numerosos proyectos energéticos y de infraestructuras en Indonesia, incluidas plantas de carbón y energía ecológica, a través de su iniciativa de la «Ruta del Cinturón y la Franja» para apoyar la minería y el comercio continuos.
Kevin Tu, investigador no residente en Pekín del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia, advirtió que, a medida que las fuentes de energía naturales internacionales se vuelvan más escasas, China podría dar marcha atrás en sus anteriores compromisos ambientales y reforzar su producción y suministro de carbón nacional, y señaló que «Pekín está muy preocupado por su seguridad energética».
«Debido a la creciente ansiedad por la seguridad, incluida la seguridad energética, se espera que China sea un poco más cautelosa en lo que respecta a seguir mejorando sus compromisos climáticos».