Gravados, reducidos y encarcelados: Nuevo paradigma de internet de África

Imagen de la silueta de África de Natasha Sinegina (CC BY-SA 4.0). Imagen compuesta por Georgia Popplewell.

Escrito y recopilado por Nwachukwu Egbunike, Amanda Leigh Lichtenstein y Ellery Roberts Biddle.

El entorno de África de libre expresión en línea y desacuerdo se ha reforzado gradual pero consistentemente en años recientes. En 2018 en particular, el costo legal y económico de expresarse aumentó en el continente.

En 2018, la imposición de tributos y pagos por licencias para usar medios sociales y bloguear en países como Tanzania y Uganda han aumentado para los africanos —sobre todo para los que viven en pobreza— para comunicar, buscar información y hacer negocios en línea.

Los bloqueos de internet siguieron siendo una amenaza en tiempos de malestar público o transición política, como elecciones. Chad, la República Democrática del Congo, Etiopía y Mali tuvieron cierres de internet ordenados por el Gobierno en 2018 que duraron horas y a veces días. Y el infame cierre en Camerún logró el récord mundial como el bloqueo de internet más largo, pues ya tiene 230 días de funcionar de manera discontinua, desde enero de 2017 hasta marzo de 2018.

Y sigue el arresto de periodistas. En años recientes, los trabajadores de medios han terminado en prisión acusados de publicar “información falsa” a exponer secretos de Estado a terrorismo.

Si se toman juntos, estos tres tipos de control estatal al acceso y uso de internet ha hecho de África subsahariana un lugar donde el costo de usar internet —y los riesgos políticos de usarlo para expresarse— se han vuelto demasiado altos para muchos ciudadanos. Promesa de fortalecimiento intelectual y económico muy ofrecidos por organizaciones internacionales e intergubernamentales se están volviendo quimeras para muchos en el continente.

Marcha de mujeres en Kampala, Uganda, junio de 2018. Foto de Katumba Badru, usada con autorización.

GRAVADOS: Nuevas cuotas para usuarios de medios sociales y blogueros afectan comunicaciones, comercio y libre expresión

En 2018, los Gobiernos de Uganda, Zambia y Benín impusieron nuevos tributos a los usuarios de medios sociales, que debieron enfrentar pagos de nuevas cuotas además del ya costoso servicios de internet. Junto con un aparente deseo de líderes como el presidente ugandés, Yoweri Museveni, de reprimir el «chisme» en línea, estas políticas impositivas se derivan de una larga frustración con aplicaciones de comunicación en línea, como WhatsApp. Estas aplicaciones son de propiedad extranjera y sin costo para quien tenga acceso a internet, y los actores gubernamentales han alegado por nucho tiempo que generan pérdidas a los operadores de telecomunicaciones nacionales que alguna vez fueron los principales proveedores (y beneficiarios de los pagos) de estos servicios.

En esta etapa de desarrollo de las telecomunicaciones en África subsahariana, herramientas como WhatsApp y Facebook Messenger se han vuelto aplicaciones dominantes para la comunicación for persona a persona de familias y empresas y para distribuir alertas públicas durante las emergencias. Hacerlas más costosas puede reducir drásticamente la capacidad de los ciudadanos de comunicarse entre sí, y afectar muchas facetas de la interacción social y la productividad. Para algunos ciudadanos, la tasa las quitará el acceso del todo.

Como escribió Pru Nyamishana, autora de Global Voices y activista ugandesa:

«Cuando entrevisté a mujeres que viven en Bwaise, barrio pobre en Kampala, me enteré de que que para ellas, WhatsApp y Facebook es internet. Estas son las únicas plataformas que saben utilizar. Por lo tanto, con el nuevo impuesto, serán excluidas por completo».

Por otra parte, en Tanzania y Mozambique, se han presentado nuevos tributos para blogueros y pequeños editores que podría sacar a muchos del negocio. El llamado “impuesto a los blogueros” de Tanzania exige que blogueros y propietarios de sitios web independientes se registtren y paguen cerca de 900 dólares por año para publicar en línea. El nuevo plan de Mozambique asignará tasas de licencias de hasta 3300 dólares a los periodistas mozambiqueños que trabajen independientemente.

La nueva política de Tanzania llevó al cierre temporal de los foros Jamii, conocidos como “Reddit tanzano” y “Wikileaks en suajili” —lo que creó grandes olas en la escena de medios sociales de Tanzania.

En total, estos planes de licencia y tributos crean barreras económicas y cívicas que tendrán consecuencias significativas para el periodismo, las comunicaciones, el comercio y la libre expresión en la región.

Leer más:

Cables de energía en Camerún, 2008. Foto de Zzilch en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0).

REDUCIDOS: Gobiernos cierran —y bajan la velocidad— de internet en momentos de incertidumbre política

Los cierres de internet en África siguieron en 2018 después del auge que tuvieron n el continente en 2016. Poco antes y durante elecciones, y en los momentos más importantes de movimientos de protesta política, los Gobiernos de la República Democrática del Congo, Chad, Camerún, Etiopía, Gabón, Gambia, Mali, Zambia y Zimbabue han recurrido a cerrar interne medios sociales —o al menos a reducir la velocidad de algunas aplicaciones.

Grace M’tungu, experta de política de internet keniana de KICTanet escribió para Global Voices:

«Los Gobiernos hablan de aprovechar la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) para alcanzar objetivos de desarrollo como los objetivos de desarrollo sostenible o la Agenda 2063 en la Unión Africana. Pero los bloqueos son contrarios a estas aspiraciones de desarrollo –y los mismos Gobiernos que se han comprometido a estos objetivos también están implementando bloqueos».

Pero la práctica ha continuado, a pesar de las cargas que supone para la conexión social, el crecimiento económico y la seguridad pública, y a pesar de la resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (A/HRC/32/L.20) de junio de 2016 que consagra el derecho al acceso de internet y condena esas interrupciones.

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Periodista nigeriano Samuel Ogundipe. Foto de PREMIUM TIMES, usada con autorización.

ENCARCELADOS: Para demasiados Gobiernos africanos, el periodismo es un delito

Arrestos y detenciones arbitrarias de periodistas y defensores de derechos humanos en Nigeria, Angola, Etiopía y Tanzania (por mencionar algunos) muestran que los Gobiernos están buscando activamente poner una barrera entre el pueblo y su derecho a estar informado.

Trabajadores de medios y ciudadanos han terminado en prisión acusados de publicar “información falsa” a exponer secretos de Estado a terrorismo. Estos arrestos han impedido el trabajo y silenciado las voces de personas como Samuel Ogundipe, el periodistas de investigación nigeriano que estuvo detenido (ilegalmente) tres días en secreto.

En Tanzania, dos defensores de libertad de mdios del Comité para Proteger Periodistas fueron detenidos una noche e interrogados por oficiales vestidos de civil en Tanzania mientras visitaban el país como parte de una misión de verificación de datos.

La propia existencia de estas amenazas extralegales y dificultades legales dice a los ciudadanos que sus voces importan. Como escribe Nwach Egbunike, colaborador de Global Voices:

«El ruido que se generó en las plataformas digitales asusta a los regímenes opresivos. En algunos casos, puede que este ruido incluso los lleve a desistir de sus acciones».

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