De COVID-19 a literatura caribeña: Así fue la región en 2020

Ilustración del COVID-19 de Prachatai en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0).

Sin duda, el COVID-19 ha sido el tema que dominó los titulares de las noticias 2020. Sin embargo, en el Caribe, la pandemia ha servido para agravar algunos problemas ya existentes, como desigualdades sociales y violencia de género, pero también hizo posible que los internautas regionales tuvieran el espacio necesario para crear y reinventar su futuro colectivo.

He aquí un resumen de algunas de nuestras historias más interesantes de este 2020…

COVID-19

Desde prohibiciones para viajar a la disminución del turismo, el Caribe —como el resto del mundo— se vio obligado a readaptarse, en un intento de permanecer protegidos contra el virus.

Al principio, varios países caribeños cerraron sus fronteras (algunos, como es el caso de Trinidad y Tobago, permanecen cerrados), y los Gobiernos regionales comenzaron a imponer algunas restricciones de cuarentena.

Sin embargo, los cambios de comportamiento tardaron en arraigarse. Jamaica ha tenido problemas de aglomeraciones en las zonas comerciales públicas, y hubo varios informes de que la Policía tuvo que disolver algunas fiestas en Trinidad y Tobago, aunque las normas de salud pública limitaban la congregación de gran número de personas. Las contradicciones que dirigían estas acciones policiales contribuyeron a crear un debate en línea que cuestionaba si existía un doble rasero en la aplicación de los protocolos para hacer frente al COVID-19.

Pronto empezaron a surtir efecto las restricciones para combatir el COVID-19, tuvieron repercusiones a nivel económico como en otros ámbitos. Por ejemplo, en Trinidad y Tobago hubo un aumento en las denuncia de violencia domestica durante el confinamiento inicial en el país, y la brecha económica se amplió cuando las escuelas pasaron a ser en línea, lo que dejó a muchos escolares sin acceso.

Igual que en guerra, la batalla contra el COVID-19 estuvo llena de avances y retrocesos, incluida la cancelación del Carnaval 2021 de Trinidad y Tobago.

Sin embargo, la pandemia también hizo brillar la creatividad de la gente en la cocina y a través de una iniciativa virtual de música extempo mediante la cual cantantes y músicos enviaron mensajes de seguridad y solidaridad. Un internauta local empezó a aplicar el diseño de pensamiento a la pregunta de cómo el Caribe podía prepararse mejor para un mundo posterior al COVID-19.

Black Lives Matter (Las vidas negras importan)

Después de la muerte a manos de policías del afroamericano George Floyd, ocurrida el 25 de mayo en Minneapolis, Minnesota, el movimiento social estadounidense Black Lives Matter (Las vidas negras importan, #BLM) fue el centro de atención a nivel mundial.

En el Caribe, la muerte de Floyd planteó algunas preguntas importantes relacionadas con el racismo, tan arraigado en la región, y con su pasado colonial.

En toda la región, el movimiento #BLM inspiró llamados para retirar algunas estatuas que muchos sentían como monumentos que les habían robado a los caribeños el derecho de contar su propia historia. En Barbados, por ejemplo, estos esfuerzos culminaron con el retiro oficial de una estatua del oficial naval Británico Horatio Nelson, por su papel en el comercio transatlántico de esclavos

Desde Jamaica, al norte del archipiélago, hasta Trinidad y Tobago hacia el sur, también hubo llamados que reclamaban una mayor responsabilidad policial y una reforma penitenciaria.

Si bien se cometieron varios errores con algunos negocios que intentaron sacar provecho del interés público creado alrededor del movimiento #BLM, también se produjeron intentos de debate sobre el asunto racial.

Sin embargo, en Guyana, después de un largo y prolongado estancamiento electoral en el que el gobierno en funciones, con llamados sobre todo a los votantes afroguyaneses, fue acusado de intentar arreglar los resultados a su favor y mantener fuera del Gobierno al opositor Partido Progresista del Pueblo (PPP) –que tiene una base de apoyo Indoguyanesa– desde que fue elegido, se multiplicaron las tensiones étnicas que culminaron con el brutal asesinato de dos jóvenes.

Después de su propia reñida elección, los usuarios de redes sociales sugirieron que el racista punto débil de Trinidad y Tobago se estaba poniendo de manifiesto.

El movimiento #BlackLivesMatter también ayudó a poner en el foco de atención internacional el derecho de la región a recibir compensaciones por la esclavitud que había sufrido. En 2019, la Universidad de las Indias Occidentales firmó un histórico acuerdo de compensación con la Universidad de Glasgow por 20 millones de libras esterlinas (poco más de 24 millones de dólares estadounidenses), y animados por el éxito de este acuerdo, el Caribe continuaron argumentando por qué son necesarias estas compensaciones. 

El ambiente

Mientras la pandemia se centró más en los intereses regionales, el ambiente siguió siendo una de las cuestiones más urgentes. En realidad, esta es una de las causas a la que los usuarios regionales de redes sociales se unieron en 2020, desde la celebración del Día de la Tierra hasta el reconocimiento del Día Mundial del Ambiente.

En lo que respecta a la defensa del ambiente, se produjeron varios hitos alentadores, de la aprobación del Proyecto de Ley de Recursos Pesqueros de Belice, aclamado como «un modelo sobre cómo gestionar los recursos marinos», al efervescente activismo juvenil contra la propuesta de extracción de piedra caliza en una zona de Jamaica que es ecológicamente delicada.

El activismo también triunfó al dar a conocer la amenaza ambiental que representó un petrolero venezolano anclado en el mar Caribe.

Aunque la ecologista y escritora jamaicana Diana McCaulay escribió una novela distópica que advertía cómo sería el futuro en la región y el mundo como consecuencia de la crisis climática, hubo destellos de esperanza de que el Caribe podría ayudar a superar ese destino.

Violencia de género

Desde comienzos de de 2020, la violencia contra mujeres y niños siguió llenando los titulares.

Algunos activistas relacionaron la violencia y cómo las culturas caribeñas tratan y consideran a las mujeres, y calificaron el machismo «como uno de los sesgos más peligrosos».

La cómica trinidense Simmy De Trini utilizó algunas plataformas virtuales, como Facebook, para darle la vuelta a ese sesgo de género, mientras que el escritor y profesor universitario Amilcar Sanatan profundizó cómo se socializa a los hombres caribeños son asociados y cómo pueden ayudar a poner fin a la violencia.

Literatura caribeña

En 2020, el talento literario de la región fue un punto positivo, el año en que el Festival Literario Bocas, considerado el principal Festival literario del Caribe, celebró su décimo aniversario. Justo cuando golpeó la pandemia, Bocas publicó su lista de nominados al Premio Bocas OCM 2020 a la Literatura Caribeña, y durante el confinamiento por la pandemia, tuvo a los internautas ocupados en una colaboración masiva llamada «Los cien libros caribeños que nos hicieron».

Marina Salandy-Brown, fundadora del Festival Literario Bocas, también fue nombrada integrante honoraria de la Real Sociedad de la Literatura por ayudar a levar la literatura caribeña al mundo.

En 2020, los autores caribeños también tuvieron enormes éxitos, muchos fueron nominados a algunos premios internacionales, y ganaron.

Global Voices tuvo el placer de presentar a varios autores, como Roger Robinson, Ingrid Persaud y Brian Heap.

Despedidas

Finalmente, el Caribe se despidió de muchos de sus grandes este año.

Barbados perdió a tres de sus grandes celebridades, cada uno en un campo de trabajo diferente: el poeta Kamau Bathwaite, la leyenda del críquet Everton Weekes y el ex primer ministro Owen Arthur.

Con solo cinco meses de diferencia, Trinidad y Tobago perdió dos baluartes culturales, los hermanos Tony y Dennis Hall, y Jamaica lloró la muerte del pionero cantante y compositor de reggae “Toots” Hibbert, de cuya muerte se informó ampliamente como relacionada con el COVID-19.

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